En ambas comunas, feudos históricos de la derecha, se disputaba no solo la continuidad del proyecto político, sino las ambiciones de dos sectores con principios y aspiraciones distintas: la derecha dura de Marcela Cubillos, a ratos más cercana a Kast, y el piñerismo representado por Karla Rubilar.
La arista menos predecible, entre todas las variantes de las elecciones, es la categoría que representa lo inesperado, aquello que contradice las expectativas y –contra todo pronóstico– irrumpe en el escenario político como una real sorpresa electoral.
Y es que los resultados de los últimos comicios, al margen de los vuelcos típicos de cada sector político, ofrecen otras lecturas a contracorriente mucho más específicas, como son los casos de Puente Alto y Las Condes, dos polos opuestos que marcaron la última jornada de votaciones.
En ambos feudos históricos de la derecha –Puente Alto durante los últimos 24 años– se disputaba no solo la continuidad de Chile Vamos, sino también las ambiciones de dos sectores con principios y aspiraciones distintas: la derecha dura de Marcela Cubillos, a ratos más cercana a Kast, y el piñerismo representado por una de sus fieles exponentes, Karla Rubilar.
Cubillos y los efectos del “sueldazo”
La candidata independiente Marcela Cubillos Sigall saltó a la papeleta poniendo en su logo la frase “ella es”, maniobra que buscaba diferenciarse de su homónima aspirante al mismo cargo, pero que no logró convencer a quienes vieron más allá del alcance de nombre y repararon –aparentemente– en lo que las últimas semanas sí había dado que hablar: el sueldo de 17 millones que recibía en la Universidad San Sebastián.
Como un apéndice del caso Hermosilla, la remuneración de Marcela Cubillos saltó a la palestra después que El Mostrador Semanal revelara el millonario sueldo de la exministra de Educación, sin poseer estudios de postgrados ni investigaciones en revistas internacionales, y recibiendo la remuneración aún estando en el extranjero.
Cuando fue interrogada al respecto, Cubillos aseguró que era efectivo que recibía un “muy buen sueldo” y agregó que pagaba todos los impuestos correspondientes, apelando a la libertad de la universidad para fijar su política de remuneraciones. “Me hago cargo de la derecha en que yo creo. Yo creo en una derecha en que tiene que defender la libertad sin complejo”, aseveró entonces.
Con ese mismo ímpetu fue que Cubillos arribó a la carrera por el municipio de Las Condes. Fiel a su estilo, aseguró que no iba a competir por un cupo en Chile Vamos y, al cabo de unos meses, logró sacarles 20 puntos de ventaja a sus adversarios políticos, teniendo un desplome importante justo semanas previas a la elección, como apuntó el fundador y consultor de Studio Público, José Labbé, uno de los pocos en vaticinar una eventual derrota.
Como contraparte, la nueva alcaldesa electa Catalina San Martín, independiente, ex-Evópoli y actual concejala por la comuna, también contribuyó con lo suyo a la debacle de Cubillos. Esto, pese a no figurar en un comienzo como una alternativa real de cambio en Las Condes, tras la polémica desatada por el “sueldazo” de la exdiputada.
Pero ayudaron sus cuatro años como concejala y una férrea impronta fiscalizadora, acusando sobreprecios en la venta de terrenos y licitaciones, particularmente en la instalación de un Cesfam, donde acusó a la administración de Peñaloza de pago irregular de comisiones, situación que incluso la llevó a renunciar a su partido, en octubre de 2023, luego de fuertes críticas recibidas por la colectividad.
Cubillos, al reconocer su derrota, felicitó a San Martín por su victoria. “Más que hablar de eventuales causas de una derrota, prefiero simplemente felicitarla a ella por su triunfo, desearle lo mejor en su gestión. He estado en distintas elecciones, esta vez perdí, y lo que corresponde es reconocerlo así”, manifestó.
Toledo y la Shishigang
Tiene 35 años, pertenece a la Coordinadora Social Shishigang y fue electo como candidato independiente, imponiéndose a la carta más dura del piñerismo. A su modo, en cierta forma, ya lo había vaticinado: “Si le ganamos a Karla Rubilar, vamos a acabar con el legado de Piñera a nivel nacional”, dijo Matías Toledo en una entrevista en The Clinic.
Quien fuera el independiente con más firmas a nivel nacional y segundo lugar en las elecciones municipales en 2021, acaba de convertirse en el alcalde de la comuna con más habitantes de todo el país, desalojando a la derecha que llevaba 24 años al mando de Puente Alto, con tres periodos administrados por Manuel José Ossandón y otros tres por Germán Codina.
Toledo partió su carrera política militando en el Partido Igualdad, ingresando en el año 2019, en plena efervescencia del estallido social, cuyo movimiento ha defendido de manera categórica, al igual que la organización comunitaria que fundó junto al cantante Pablo Chill-E, la Coordinadora Social Shishigang, enfocada en ayudar a jóvenes provenientes del Sename.
“Vamos a recuperar la comuna de Puente Alto y se van a acabar los 25 años de corrupción y abandono que hemos visto”, dijo el sábado después de votar.
La disputa con la derecha ha sido directa, sin eufemismos, al punto que el alcalde Codina ha acusado a Toledo y la Coordinadora Shishigang de amenazas de muerte en su contra –interpuso una denuncia en la PDI– y de ser financiados por una de las fundaciones investigadas en el caso de las farmacias populares.
Si bien el mérito de Toledo en el triunfo es evidente, la carrera electoral estuvo marcada por las públicas controversias entre los candidatos de la derecha, primero con la precandidatura de Felipe Ossandón, sobrino de Manuel José Ossandón, al inscribir su candidatura fuera de pacto y que luego decidió bajar.
Karla Rubilar, quien llegó a trabajar al municipio buscando reemplazar a Codina, reconoció la derrota de manos de Matías Toledo, acusando campaña sucia y acusaciones falsas en su contra. A modo de autocrítica, la exministra apuntó al castigo ciudadano por las constantes peleas en la derecha.
“Nos equivocamos en pelear dentro del sector, dentro de los propios, dentro de los mismos, sin duda. Hoy otro candidato, con ideas muy diferentes, va a llegar al sillón municipal de Puente Alto. No es fácil gobernar esta comuna y la verdad es que yo creo que se necesita mucha experiencia (…). No tiene un desafío fácil, le deseo lo mejor y espero que le vaya bien”, concluyó.