Gobierno de Frei habría colaborado en la simulación de demencia de Pinochet para evitar su extradición

Cristián Toloza Castillo, exasesor de Frei, reveló que se elaboró un documento con instrucciones para que el exdictador fingiera deterioro cognitivo y así impedir su juicio en España. La estrategia habría sido coordinada con las autoridades británicas, temerosas de desatar una nueva crisis política en Chile.

El gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (DC) habría colaborado con Augusto Pinochet en la simulación de una enfermedad mental para evitar su extradición a España desde Londres, según un testimonio recogido por el investigador británico Philippe Sands.De acuerdo con Radio Biobío, Cristián Toloza Castillo, asesor de Frei e integrante del equipo que gestionó el retorno del exdictador a Chile, reveló en el libro Calle Londres 38 que se elaboró un documento con directrices para que Pinochet fingiera síntomas de deterioro cognitivo.

“Se detallaba cómo debía aparentar estar deprimido”, afirmó Toloza, señalando que el informe instruía al excomandante en jefe del Ejército a decir que había considerado el suicidio, que tenía problemas de memoria y que expresara ideas incoherentes.

Recordemos que Pinochet fue arrestado en Londres el 16 de octubre de 1998 por orden del juez español Baltasar Garzón, quien solicitó su extradición para juzgarlo por crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, el 2 de marzo del 2000, el ministro del Interior británico, Jack Straw, decidió no entregarlo a España por razones humanitarias, argumentando que padecía demencia senil.

Según Toloza, la estrategia médica fue inicialmente planteada por las autoridades británicas como una vía legal para liberar a Pinochet sin llevarlo a juicio. “Sabían que podían frenar la extradición por motivos de salud”, aseguró.

En este contexto, el gobierno de Frei habría facilitado al comandante en jefe del Ejército, Ricardo Izurieta, un documento con instrucciones precisas sobre cómo debía comportarse Pinochet. Al ser consultado sobre si el informe llegó al exdictador, Toloza respondió que lo suponía, ya que “Izurieta viajó a Londres y se reunieron”.El testimonio también expone que el Presidente Frei temía que la detención de Pinochet desencadenara un nuevo golpe de Estado o episodios de violencia en Chile. Según Toloza, en junio de 1999 advirtió a Jonathan Powell, jefe de gabinete de Tony Blair, sobre los riesgos de retenerlo en Londres. “Si Pinochet muere en Gran Bretaña, lo convertirán en un mártir. ¿Es eso lo que quieren?”, le preguntó.

Para convencer a los británicos, el gobierno chileno presentó evidencia de que Pinochet podía ser procesado en Chile. Toloza viajó a Londres con una fotocopia de un documento supuestamente proporcionado por el Ejército, que acreditaba que el dictador autorizó la Operación Caravana de la Muerte tras el golpe de Estado. “Le dije a Powell que teníamos base legal para juzgarlo en Chile”, relató. Powell, consultado por Sands, respondió: “No recuerdo los detalles, pero no tengo razones para dudar de que haya ocurrido así”.

El medio antes mencionado intentó obtener declaraciones de Toloza, quien actualmente dirige el Departamento de Europa, África y Medio Oriente en la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Su respuesta fue breve: “Todo está en el libro”. Por su parte, el exministro de Defensa Edmundo Pérez Yoma, quien asumió en junio de 1999, negó conocer el documento entregado a Izurieta.

“No tengo información sobre eso”, aseguró. El expresidente Frei no ha hecho declaraciones, y su entorno informó que se encuentra fuera del país y no está concediendo entrevistas.Tras la decisión de Straw, Pinochet regresó a Chile el 3 de marzo del 2000, siendo recibido en el Grupo Nº10 de la Fuerza Aérea en silla de ruedas, pero al descender del avión se puso de pie y abrazó a Ricardo Izurieta, una imagen que causó controversia.

Un año después, el juez Juan Guzmán lo procesó por su rol en la Caravana de la Muerte. No obstante, la Corte Suprema determinó que su estado mental no le permitía enfrentar un juicio.