El gobierno podría encontrar, en el partido de la Presidenta, el PS, la llave para alcanzar un acuerdo político que permita la aprobación de la reforma laboral, con el respaldo de toda la Nueva Mayoría, tanto en el Senado como en la Cámara.
Los diputados y el gobierno estudian un documento que elaboró el diputado socialista, Osvaldo Andrade. Entre las propuestas destacan reponer la obligatoriedad de la negociación colectiva interempresa, aunque limitada a firmas de igual tamaño e idéntico rubro o giro. El objetivo sería respetar la indicación del gobierno, pero asumiendo los reparos de un grupo de senadores DC, que piden un “tratamiento especial” para micro y pequeñas empresas.
Otra idea es eliminar las “adecuaciones necesarias” de la huelga. En su lugar, Andrade propone permitir que el trabajador que no está paralizado cumpla con cualquiera de las funciones que está en su contrato, independiente si las realiza habitualmente o no. Eso sí, no se permitirán cambios en ese documento durante la negociación colectiva o la huelga.
Una tercera sugerencia busca minimizar el riesgo que la extensión de beneficios termine en el Tribunal Constitucional. Para eso, el legislador socialista propone extender automáticamente los logros alcanzados en la negociación a todos los trabajadores, sólo cuando se cumpla la mitad del período de vigencia del acuerdo colectivo. Antes no.
La primera propuesta convoca a diputados de la Nueva Mayoría. La segunda, no tanto. La tercera, sólo se podría viabilizar mediante indicación del Ejecutivo. Como el gobierno logró la aprobación de la extensión de beneficios en el Senado y la Cámara, “hay muy poco espacio para eso”, según concuerdan en el bloque.
Las proposiciones, que Andrade entregó a la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, y al titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, son miradas con aceptación relativa en la bancada de diputados de la DC. El jefe del comité, Fuad Chahín, aseguró que la propuesta para la negociación interempresa “va en la línea correcta” y es una “posible solución”.
Eso sí, sobre las adecuaciones necesarias en la huelga, el parlamentario fue categórico: “Vamos a respaldar las indicaciones del gobierno”.
Este criterio fue refrendado por el diputado y miembro de la comisión de Hacienda de la Cámara, Pablo Lorenzini. “En general, nuestro acuerdo previo es que -excepto lo de interempresa- vamos a respaldar el proyecto del gobierno”.
Una postura distinta manifestó el diputado Patricio Vallespín, que integra la comisión de Trabajo, quien sostuvo que “hay que aproximarse a una formulación que nos permita salir correctamente parados y fortaleciendo los derechos colectivos de los trabajadores en la comisión mixta”.
Todo lo que nos permita aproximar posiciones, agregó el parlamentario, “será bienvenido”. Eso sí, puntualizó Vallespín, “el Ejecutivo también tendrá que jugar sus cartas, porque ha sido poco claro”.
Sobre las polémicas adecuaciones necesarias, Vallespín indicó que “si bien está acotado y no deja mucho espacio al reemplazo, sí deja abierta la puerta a interpretaciones jurídicas que pueden afectar el derecho a huelga efectiva”.
En el PPD, las propuestas de Andrade también son bienvenidas, especialmente la relativa a la huelga. “Es lo más sano para terminar el debate de la reforma”, expresó el diputado Cristián Campos, también inregrante de la comisión de Trabajo de la Cámara.
Diferencias en el PS
Pese al consenso que despiertan en la Cámara las propuestas de Andrade, en el Senado hay algunas dudas. Paradójicamente, desde el propio Partido Socialista. El senador Carlos Montes aseguró que “lo que se requiere es un trabajo mucho más colectivo. Los miembros que van a estar en la comisión mixta de la Nueva Mayoría, tienen que conversar más y buscar acuerdos”.
Esto, complementó el legislador, “no es una cuestión individual, sino que hay que tratar de generar un acuerdo. Un trabajo en equipo”.
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