Un nuevo debate aterrizará este mes en el controversial escenario laboral con la negociación para fijar el salario mínimo. Por esto, el gobierno ya comenzó a mover sus fichas para definir los criterios y los límites con los que se sentará a conversar con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Según trascendió, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, se reunirá con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, para iniciar el análisis de este tema. La secretaria de Estado, quien se encuentra en París en la reunión del Consejo a Nivel Ministerial de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), regresaría a Chile para sostener el encuentro con el titular de las finanzas públias, y viajaría nuevamente para participar esta vez en la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, que se celebrará en Ginebra, Suiza.
En esta actividad, se encontrará con representantes de la multisindical, por lo que no se descarta que la cita sea el canal para comenzar a socializar los parámetros y los tópicos en que navegará la discusión este año.
El desafío es “mayúsculo”, comentan quienes participarán en las negociaciones, ya que el contexto económico y laboral estaría lejos de contribuir. El escenario de estrechez fiscal que enfrenta el país, las primeras señales de deterioro del mercado laboral que hace algunos meses se seguía mostrando resiliente a la desaceleración y la reforma laboral que sigue en suspenso, dibujan un panorama complejo para Valdés, quien vivirá su primera negociación de salario mínimo.
Por lo mismo, en la CUT esperan no dilatar la negociación y comenzar lo antes posible, ya que todo apunta a que Teatinos 120 usaría como argumento las magras cifras económicas para justificar restricciones frente a las solicitudes de los trabajadores. El pie en el acelerador que intentarían imponer busca evitar que el proceso coincida con las elecciones internas que vivirá la central el próximo 25 de agosto , lo que podría enturbiar el ambiente de conversaciones.
Descritos los factores en juego, quienes han vivido negociaciones previas comentan que las propuestas y compromisos que podrían emanar entre ambas veredas quedarían determinadas exclusivamente a las condiciones económicas del momento.
En la primera negociación que tuvieron los ministerios de Hacienda y Trabajo junto a la CUT en 2014, además de determinar que a principios de este año el ingreso mínimo llegaría a $ 250 mil, se acordó crear una Comisión Asesora Salarial. Precisamente, en diciembre del año pasado, la instancia entregó al gobierno su informe final.
El texto, en el que se detallan propuestas que buscan reducir el porcentaje de asalariados que viven en situación de pobreza (7%) a la mitad en una década, contempló entre sus recomendaciones más releventes aumentar, en promedio, el sueldo mínimo en un 2,2% real anual para los próximos 10 años, sin considerar la inflación. Otra sugerencia fue crear en promedio cinco mil nuevos empleos al año destinadas a personas que viven en hogares en situación de pobreza.
Desde la CUT comentan que no han tenido informaciones en cuanto al inicio de las conversaciones, aunque se mantienen atentos al debate.
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