Según informe del Coes-OHL, el mercado laboral chileno enfrentó una mayor conflictividad el año pasado. El número de huelgas aumentó 4,1%, ascendiendo a 382, cifra récord desde cuando hay registro, en 1979. Del total de movilizaciones, 206 no fueron legales y se concentraron en el sector público, involucrando a 1.131.819 trabajadores. También aumentó la duración de los paros.
Un millón 161.370 trabajadores estuvieron en huelga en Chile durante 2015. De ese total, sin embargo, el 97,5% o un millón 131.819 personas paralizaron de manera ilegal o extralegal, definición según la empresa o institución afectada y el proceso en que se gestó o dio curso a la movilización. Otro 2,2%, sólo 25.551 personas, suspendió funciones siguiendo el procedimiento establecido en las negociaciones colectivas regladas y luego de fracasar las tratativas con su empleador. Los restantes 4.000 trabajadores se movilizaron en un paro nacional.
El año pasado, el mercado laboral chileno vivió un clima de mayor conflictividad, el que se tradujo en un aumento de 4,1% en el número de huelgas realizadas en el país, las que totalizaron 382 eventos, el más alto de los últimos 36 años en que hay registro. Sólo en 1994 se dio un grado similar de tensión, concretándose 379 movilizaciones, consigna el último Informe Anual de Huelgas Laborales 2015
Dicho clima de tensión se constata aún más al analizar el estatus de las paralizaciones: del total de huelgas, 206 no fueron legales y aumentaron un 18% respecto de las efectuadas en 2014, alcanzando también el número más alto de paros de ese tipo desde 1979, según el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes) y el Observatorio de Huelgas Laborales (OHL), las entidades detrás del documento.
Aun cuando el informe no entrega el desglose, considerando la cantidad de trabajadores movilizados en huelgas no legales por sector, se concluye que algo más del 90% correspondió a movilizaciones en la administración pública. Del total de trabajadores en huelga en 2015, un millón 35.085 o 89,1% fueron funcionarios públicos y, de ellos, a su vez, el 99,98% estuvo en paros no legales. Sólo hubo 183 trabajadores públicos, de empresas estatales, que participaron de huelgas legales.
En tanto, se constataron 122.285 trabajadores del sector privado que participaron de huelgas en 2015 -equivalente a 10,5% del total de la masa laboral movilizada. De éstos, apenas el 20,7% participó de una o más de las 176 huelgas legales registradas por la Dirección del Trabajo (DT) en el año, mientras que el 79,3% restante se involucró en una huelga ilegal.
“Chile vive un ciclo de mayor conflictividad huelguista. Este aumento se explica, fundamentalmente, por las movilizaciones del sector público y por una mayor participación de trabajadores en huelgas extralegales en el sector privado”, cita el texto.
El OHL define la huelga como “toda disrupción deliberada del proceso de trabajo, organizada por un grupo de trabajadores, para el logro de una reivindicación común”. La DT registra sólo las huelgas como resultado del proceso de negociación colectiva reglada, de manera que para elaborar el informe el observatorio utiliza dos fuentes de datos: las estadísticas compiladas por la DT y la información codificada a partir de una muestra sistemática de prensa nacional y regional. El registro de huelgas se basa en la metodología llamada Análisis de Eventos de Protesta, la cual es extensamente aplicada al estudio de los movimientos sociales en otros países, aseguran en el Coes-OHL.
Entre los expertos que participaron de la investigación coinciden en que si bien ésta recoge un ánimo de mayor tensión por el debate en torno a la reforma laboral, no es posible afirmar que la mayor actividad huelguista se deba a la fallida ley. Pero sí que ese ánimo refleja la tensión constante que atraviesa al mercado del trabajo en Chile
Según información disponible desde 1979, la actividad huelguista aumentó rápido a partir de fines de los 80 hasta la recuperación de la democracia, en 1990, para en la década siguiente mostrar una disminución notoria.
Pero desde 2000, esa tendencia a la baja se estancó y se invirtió a partir de 2006. “Desde esta última fecha, el número de huelgas ha aumentado, aunque no linealmente. Comparando las huelgas legales y extralegales desde la recuperación de la democracia, las primeras han sido más numerosas que las últimas a lo largo de casi todo el período, a excepción de los años que van desde 1998 al 2003. En 2015, esta tendencia vuelve a invertirse y las huelgas extralegales se vuelven más numerosas que las legales”, señala el informe.
Domingo Pérez, uno de los investigadores tras el informe, explica que en el proceso de huelga, las razones que la motivan, sus características y tácticas, así como el alcance regional y el sector en que se dan, “constituyen un indicador clave para comprender los ciclos que ha experimentado la conflictividad laboral en Chile”.
Los datos, de hecho, muestran que si bien en la empresa privada hubo más huelgas legales que ilegales en 2015, 175 paralizaciones contra 87, respectivamente, estas últimas involucraron a casi cuatro veces más trabajadores. También que se dieron principalmente en la pesca y la minería, por lo que se concentraron en regiones extremas. Pero dada la alta dependencia económica de la población regional de esos sectores, las huelgas ilegales duran menos: 7,9 días en 2015, aunque más que los 4,48 días promedio en 2014.
Las huelgas legales, en tanto, tienen mayor preponderancia en la agricultura, industria y comercio y se concentran en la Región Metropolitana. Sin embargo, la duración de las huelgas legales es mayor y en 2015 alcanzó una media de 15,2 días, por arriba de los 11,64 días del ejercicio anterior.
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