El 31 de julio del año 2012, Elena Maldonado (63) le envió una carta al alcalde de Cerro Navia, Luis Plaza. En ella pedía acogerse a la bonificación por retiro voluntario vía ley. Profesora de educación general básica por 42 años, Elena ya estaba cansada. Este era un bono que se sumaría a la jubilación que –entonces– ella proyectaba en alrededor de 300 mil pesos. Los $18 millones que debían entregarle en la Municipalidad, venían a paliar en algo la exigua pensión.
En ese momento, eran 26 los profesores que pedían el mismo bono, vinculado al retiro voluntario. Pensando en todos ellos, es que el año 2013 el Ministerio de Educación transfirió a la Corporación Municipal de Cerro Navia un total de $457.001.149, “destinados exclusivamente al pago de una bonificación por retiro voluntario de la Ley Nº 20.501”, señalan desde esa cartera.
A pesar de la urgencia de la transferencia, los dineros se extraviaron en el camino y solo un par de profesores lograron conseguir el bono. “Ya no quiero ir a trabajar, no me quiero levantar en la mañana, me sube la presión arterial… Pienso que después de haber trabajado 42 años en aula, de haber entregado mucho por la educación de nuestro país y por nuestros niños, no merezco que me sigan tramitando de esta manera. Solo quiero descansar”, manifiesta Elena.
Platas desviadas
Hasta el momento, de los 26 profesores que pidieron acogerse a retiro, con más de 40 años de trabajo, solo 4 de ellos recibieron el dinero –entre 18 y 20 millones de pesos cada uno–; el resto aún espera a que el municipio responda. Sin embargo, la minicipalidad no ha tenido el dinero para hacer devolución de la plata que, luego de ser recibida por el secretario general de la Corporación, Francisco Romero, fue destinada a pagar la planilla de sueldos de dicha Corporación.
En la municipalidad insisten en responsabilizar a Romero por las maniobras. De hecho, el alcalde realizó una autodenuncia donde se señala que “el imputado desvió arbitrariamente los referidos fondos al pago de remuneraciones en general”. Esto, aunque el mismo alcalde Luis Plaza es presidente de la Corporación Municipal.
Juan Buzeta, encargado jurídico de la Corporación, lo explica así: “Con una parte de esos fondos que entregó el Mineduc, que eran más o menos 300 millones de pesos, Francisco pagó la planilla de sueldos, pensando en que en febrero iba a tener dinero para jubilar a esos profesores. En ese contexto se da este tema”.
-¿Por qué el municipio, abiertamente, ocupa plata para jubilación de los profesores en otra cosa?
-Siempre ha existido un déficit respecto a los recursos que se reciben por parte del ministerio. Siempre ha habido un déficit a la hora de pagar la planilla de sueldos –responde Buzeta–.
La bicicleta a la que están expuestos los trabajadores de los colegios municipales en Cerro Navia es un secreto a voces. Solo para sustentar los pagos básicos en educación, el municipio debiera invertir cada año cerca de $12 mil millones; y en subvención recibe $5 mil millones. Es decir, el municipio tendría que transferir $7 mil millones a educación y el presupuesto total no es mas de $9 mil 500 millones. Nunca alcanza para pagarles a los profesores que educan a los 6 mil niños en la comuna.
Por esta razón es que el Municipio comenzó una nueva ofensiva, esta vez para que los docentes puedan acogerse a otra ley –la 20.822– de retiro voluntario. Sin embargo, el ministerio no accederá a esa petición mientras la deuda se mantenga impaga. “Nosotros hemos pedido pagarla en cuotas porque es el profesor el que se ve perjudicado. Una cosa es la deuda y otra es que el profesor pague por ellos”, señala Buzeta.
Profesores por obligación
A comienzos de 2014, el Mineduc envió a Cerro Navia un oficio preguntando por los dineros extraviados. La Contraloría también levantó una investigación. Entonces, el destino de todos los profesores que esperaban jubilar, empeoró: debieron seguir prestando servicios para poder recibir un sueldo mensual hasta que les entreguen el bono de jubilación. A regañadientes, a veces en funciones que ya no quieren tener. Muchos de ellos se sienten humillados.
“Todo esto ha significado un menoscabo, ya que hemos sido y somos criticados por nuestros propios colegas de estar recibiendo un sueldo sin asumir verdaderamente nuestras funciones”, cuenta Elena. Eso, sin contar que la elección de jubilar, sin éxito, ha impactado profundamente su vida, hasta en lo más cotidiano. “Me ha afectado mucho en mi vida familiar, ya que estoy a cargo de mi madre de 90 años que ha sufrido las enfermedades propias de la edad y muchas veces ha tenido que quedar sola porque la persona que la cuida no asistió y yo estoy en la escuela donde debo permanecer. Todo esto me ha producido un gran estrés y angustia”, dice Elena.
La profesora Aurora García, también afectada por la Municipalidad de Cerro Navia, señala que ya está cansada. Este es el cuarto año en el que persigue su bono por jubilación.
“Sin embargo, no tengo ninguna esperanza de que esto ocurra”, dice resignada. “Me tiene bastante complicada tener que seguir postergando mis proyectos, además con la incertidumbre de que algún día pueda realizarlos, ya que la salud y las energías ya no son las mismas que cuatro años atrás”, comenta Aurora, quien también ha tenido que batallar judicialmente por su derecho, sin éxito. “Durante todo el periodo de espera, que no ha sido poco, he tenido que pasar por situaciones bastante humillantes, como tener que acudir a la PDI a declarar por el mal uso de los dineros. En dos oportunidades he concurrido a los tribunales a la formalización del señor Francisco Romero que, por supuesto, no se ha presentado. Creo que ya es hora de que se hagan cargo de la situación por la que estamos pasando el grupo de profesores afectados, algunos de ellos con problemas de salud bastante críticos o de situaciones familiares complicadas”.
Samuel Toledo, secretario del Colegio de Profesores de la comuna, señala que esta es una situación “inaudita”. “Yo creo que esos dineros los gastaron con la esperanza de que alguien los iban a reponer y después no hubo cómo reponerla. El alcalde, como presidente de la Corporación, también tiene algo que decir. Y el ministerio nunca fiscalizó… porque tenían un mes de plazo para rendir cuentas y un mes para exigir rendición de cuenta. Eso nunca ocurrió y el ministerio hizo vista gorda del tema”.
En el Mineduc señalan que, como a la fecha la situación aún se encuentra pendiente, “el Ministerio ha presentado una solicitud de pronunciamiento a la Contraloría General de la República para dar solución a este tema”.
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