Las Negociaciones Colectivas en Homecenter Sodimac

En esta página web comentamos anteriormente que mientras Falabella eleva el valor de sus marcas y maximiza sus utilidades, disminuye las remuneraciones de los trabajadores y busca controlar los sindicatos para acotar el efecto de las negociaciones colectivas.

Respecto de Sodimac (el nombre real de la empresa, porque Homecenter es una marca que denomina un formato de tienda), el grupo Falabella optó por un modelo de relaciones laborales organizado en torno a la ideología del «Diálogo Social».

Hablamos de ideología porque su definición normalmente aceptada indica que «es un cuerpo expreso de pensamiento polémico». En chileno, ideología sería un conjunto de ideas que un grupo considera correcto pero que no es compartido necesariamente por la mayoría. Quienes asumen la ideología del «Diálogo Social» buscan aumentar sus «creyentes» y para ello predican con laboriosidad esta «buena nueva». Lo hacen en múltiples seminarios, mesas redondas y cuadradas, además de suscribir documentos y publicitar en la red (ver «Fiel», el órgano de propaganda e inducción del duopolio Martínez-Salinas, en la CUT).

El credo del «Diálogo Social» llegó a Chile desde Europa y la OCDE, en forma de proyectos acompañados de cientos de miles de Euros. Esto convenció de inmediato a dirigentes sindicales (incluyendo a la CUT, ¡era que no!), que por razones de doctrina o instrumentales lo hicieron propio. El «Diálogo Social» se transformó en una suerte de política oficial de los Ministros del Trabajo, de la OIT, de las organizaciones sindicales que practicaban modos y medios de acción que llamamos «paraestatales» para identificar un tipo de política sindical gritona pero ineficaz e ineficiente y que en la práctica desarmó al movimiento sindical (ver artículo en www.cetra.cl «Los Sindicatos a un año del Gobierno de Piñera»).

La ideología del «Diálogo Social» que ha pretendido transformarse en doctrina supone que empleadores y trabajadores pueden entenderse en el diálogo al interior de las empresas y que ello significaría beneficios mutuos. Implica también que la preparación «técnica» de las negociaciones llevará a construir verdades compartidas sobre los resultados de las empresas y sus requerimientos de productividad y competividad en este mundo globalizado. En tal marco, las compañías y sus empleados pueden colaborar en el éxito de un proyecto común del que ambos se beneficiarán. Esto cuadró de manera perfecta con la noción de «colaboradores» con que empresas que copian o son de origen gringo llaman a sus empleados. Así desaparece el concepto de «trabajadores» y la odiosa «lucha de clases». Así se impone la supremacía ideológica del mercado, se individualizan las relaciones laborales y los sindicatos se transforman en «colaboradores». Esta fea palabra, que proviene de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial para indicar a los propios que servían a los nazis, adquiere un sentido casi literal en la realidad sindical. Son «colaboradores» los que trabajan para el «campo enemigo». Son entonces colaboradores nuestros actuales sindicatos «amarillos».

Estamos apelando a un ejercicio de lógica estricta. A un razonamiento lógico que se apoya en la realidad. En nuestro Chile hay dos grandes ejemplos de este tipo de sindicatos partidarios del «Diálogo Social», El sindicato Interempresa de Líder – SIL (presidido por Juan Moreno) y el sindicato de Homecenter, que conduce por años José Luis Ortega. En el primer caso, con el respaldo de la empresa se parieron dos «acuerdos-marco». Estos instrumentos bloquearon el desarrollo sindical autónomo y el derecho a negociar colectivamente, como lo estableció en su momento la Directora del Trabajo de esa época, que sin embargo ahora actúa como asesora del SIL, seguramente para reconducirlos por una «senda correcta». Los resultados que se expresan en los instrumentos colectivos son muy bajos y han dado origen a un poderoso movimiento de sindicatos autónomos expresados en la Federación Nacional del Trabajo de Walmart.

En el caso de Homecenter, el sindicato que nace en las tiendas de la marca, crece y establece supremacía respecto de la organización histórica de las tiendas Sodimac, impone una forma de gestionar y de entenderse con la empresa propia del «Diálogo Social». Las negociaciones colectivas en Sodimac no han beneficiado a los trabajadores, ni de lejos han seguido los resultados de la compañía. Un análisis comparativo de los últimos seis años indica que gran cantidad de cláusulas ni siquiera siguieron el IPC, a pesar de estar acordado. Hay situaciones en que el valor del beneficio desciende. Por cierto, los mejoramientos reales de los Sueldos Base son menores en cada negociación. Un ejemplo de la evolución de algunos beneficios puede tenerse en el Bono de Término de Negociación. En 1987, el Bono fue de $11.000 mientras el Ingreso Mínimo Legal fue de $11.335. En 2010 (fecha de la última negociación), el Bono fue de $150.000 mientras el Ingreso Mínimo Mensual llegó a $172.000 y es de $182.000 desde Julio de 2011. Como puede apreciarse, a los trabajadores de Homecenter Sodimac les habría convenido más acogerse a los incrementos pactados por ley que contar con su sindicato y las negociaciones colectivas que efectuó.

Pero en fin, la justicia tarda pero llega. A Ortega y su grupo también le salió gente al camino. A fines de 2011 se votó la censura en contra de la directiva del principal sindicato en la empresa. Ésta llegó al 40%, a pesar de las dificultades que supone una votación en todo el país. Con esta plataforma unos centenares de trabajadores formaron el Sindicato Nacional Homecenter NOCESUR que se acerca a los dos mil socios y pretende competir con firmeza la adhesión de los trabajadores con vista a la negociación que se abre en el último trimestre del año.

2012 pudiera no ser el año del fin del mundo, según ciertas interpretaciones de antiguos escritos mayas pero, con certeza, marcará el comienzo del fin de nuestros dos modelos de sindicatos que creen en el «Diálogo Social». En CETRA hemos sido contratados para respaldar «técnicamente» las opciones sindicales contestatarias. De ahí somos y estamos cumpliendo nuestras tareas con alegría.

Comunicaciones CETRA

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