En las últimas semanas se ha producido un flujo de información sobre las elecciones en la Central Unitaria de Trabajadores-CUT. Parte importante de estos antecedentes surgen de prensa que nunca ha respaldado a quienes viven de su trabajo y se organizan sindicalmente para representar derechos. En esa mirada se busca desacreditar a dirigentes y al propio acto de organizarse.
Otro porcentaje canaliza opiniones críticas a los procedimientos electorales (elección directa o indirecta), y un grupo significativo se concentra en el control que de las elecciones hace el llamado Duopolio Martínez-Salinas. Así se denomina el co-gobierno vigente en la CUT por una década, ejercido por Arturo Martínez (PS) y Guillermo Salinas (PC), que ha contado por acción u omisión con el respaldo de quienes dirigen sus respectivos partidos políticos.
Entre el último viernes y hoy, se han sucedido acusaciones más directas a la manipulación del Padrón Electoral. Se habla del no respeto de las propias normas que se dio la CUT para este proceso, tales como las fechas de cierre del pago de cuotas, los tiempos para completar antecedentes como los padrones de las organizaciones o los certificados de vigencia con los nombres y datos de los dirigentes. Se dice que las apelaciones recibidas sobre número de socios habilitados para votar fueron resueltas según el daño que causaría su rechazo. Según el costo que implicaría para los «socios mayoritarios». Con esta lógica se aceptó la petición de revisión de la CTC, presidida por Cristian Cuevas, la cual quedaría con 29.152 afiliados, mientras se le rechazó a la Confusam, la que queda con 1.181 socios (en el Padrón que tenemos a la vista correspondiente a la semana previa a las elecciones). También se les restaron votos a otras organizaciones mientras aparecían algunos candidatos en poderosos sindicatos base con miles de asociados cuando en este mundo sindical pequeño todos saben en realidad quién es quién. En suma, el Padrón final se alteró en un par de oportunidades y no se ha distribuido completamente a lo largo del país. Subió de manera misteriosa en casi cien mil votos, un 10% del total. Para quién no lo sepa, cada socio representado indirectamente permite sumar dos votos porque un elector puede marcar dos preferencias. Tal cantidad de sufragios altera cualquier votación, en esta disputa de cuatro listas, en que la carrera final de un «todos contra Martínez» podría estar ajustada.
Es conocido que no se incorporaron en el proceso algunas grandes organizaciones, que están en los registros de la CUT. Entre estas y las nóminas rechazadas hay otro 20% de votos. Sin embargo no hay suma fácil posible entre los que se marginaron por su propia voluntad y los que fueron expulsados, después de apropiarse de sus cuotas. Es necesario un programa compartido de refundación de ESTA CUT, en la siguiente etapa de desarrollo del movimiento sindical, que debería iniciarse poco después del resultado del jueves 23 de Agosto.
Es interesante contrastar estos grandes números con los datos de sindicalización de la Dirección del Trabajo del año 2011. Este órgano del Estado dice que hay 10.310 organizaciones con un total de 892.365 afiliados en el país. La Encla del 2008 estableció que en la CUT se reconocían un 28% del total de organizaciones existentes. La de 2011 se conocerá pronto, no obstante para cualquier observador informado no ha ocurrido milagro alguno y las tendencias se mantienen, entonces ¿Por qué asombrosa mutación sindical, la CUT saltó a un 53%? ¿Se encomendaron Martínez y Salinas a San Expedito?
En CETRA hemos apostado a un resultado conocido de este proceso, porque las fuerzas de cada lista tienen alto grado de previsibilidad. Las acusaciones de que la «votación» depende de un Padrón hecho a la medida del Duopolio Martínez-Salinas le quito emoción a esta batalla electoral. Ni la lista de «integración» del Partido Comunista, ni la lista DC-PS no martinistas, contribuyeron con adrenalina al remate de este difícil último año de los tres periodos en que ha gobernado Martínez junto a sus cercanos del PC.
Nuestro pronóstico es que gana el Martinismo por un margen escaso. Sea por votación o acuerdos con integrantes de las otras listas, incluyendo un nuevo «acuerdo de gobernabilidad» con el PC. Sin embargo no descartamos tampoco una pequeña probabilidad de que ganando la lista de Martínez, algunos de los suyos se den vuelta la chaqueta, anticipándose al hecho cierto de que aún ganado Martínez, terminada esta votación el Martinismo ya es historia. Nadie está en condiciones de apropiarse de su capital político y mantenerlo íntegro. En particular, porque las demandas de renovación en la CUT se han hecho insoportables sin importar el resultado de esta votación.
Comunicaciones CETRA