El aborto es un debate que históricamente ha implicado la confrontación de opiniones entre distintos actores de la sociedad, donde los medios de comunicación se presentan como el principal escenario para la difusión de sus ideas.
Desde la irrupción de la dictadura militar, la prensa está dominada por dos conglomerados que constituyen el llamado duopolio comunicacional: la empresa El Mercurio y el Consorcio Periodístico de Chile (Copesa). En ambos casos, los medios pertenecen a importantes grupos económicos entrelazados con otros de similar influencia y poder.
Con la aprobación del proyecto tres causales por parte del Senado, Chile queda ad portas de dejar la lista de los seis países en el mundo donde el aborto tiene prohibición absoluta. Esta situación me motivó a desarrollar la siguiente tesis de Master: “Aplicación de la teoría del framing o encuadre en el debate sobre el aborto en Chile”. Esta investigación tuvo como objetivo general identificar los encuadres emitidos por los principales medios de prensa escrita.
A través de un análisis de contenido (metodología cuantitativa) se estudiaron todas las piezas informativas de El Mercurio, La Tercera, La Segunda, LUN y La Cuarta. Estos periódicos representan las principales fuentes de información para la ciudadanía, ya que poseen el mayor número de ejemplares (circulación), cantidad de lectores, tiempos de lectoría y concentran la mayor parte de la inversión publicitaria a nivel nacional.
El marco temporal se inicia en el mes que la presidenta Bachelet presenta el proyecto en enero de 2015 hasta abril de este año (28 meses en total). El resultado: 1.827 piezas informativas en distintos géneros periodísticos (cartas al director, columnas de opinión, reportajes, editoriales y noticias). De este total, el 96% de las piezas se concentran en El Mercurio, La Tercera y La Segunda.
En base a lo anterior cabría preguntarse, ¿cómo ha sido contada esta realidad a través de estos tres medios que quieren influir en el debate? Los resultados son categóricos: Los medios difunden su postura principalmente a través de cartas al director, es decir, a través de terceros. Estos opinantes son en su mayoría hombres católicos contrarios al aborto que apelan con fuerza a la frase que resume esta postura: “el derecho a la vida del que está por nacer”. Por lo tanto, la opción lingüística de estos medios se reduce a un solo actor: el niño.
Sumado a lo anterior, todas las movilizaciones publicadas corresponden a marchas contrarias al aborto, lo que no solo muestra la complicidad y la priorización de los medios con esta postura, sino que también la posible estrategia de disminución con los grupos que defienden el procedimiento, quienes también han salido a la calle a manifestarse y no han contado con el espacio para difundir sus demandas.
En cuanto a la procedencia de los actores opinantes, los principales emisores corresponden a representantes de la Nueva Mayoría. Sin embargo, no es precisamente el gobierno la principal fuente de información, ya que se ha priorizado la voz de la Democracia Cristiana (DC). En definitiva, los medios han resaltado la problemática interna, la oposición dentro de la propia coalición oficialista y el profundo conflicto ético y moral que conlleva el tema: apoyar al conglomerado y al gobierno significa renunciar a sus valores cristianos.
Está investigación dejó en evidencia que El Mercurio, La Tercera y La Segunda han priorizado la difusión de opiniones opositoras al aborto. Sin embargo, LUN y La Cuarta no han optado por dar acceso de opinión al grupo favorable al procedimiento, sino que han priorizado el silencio y el contenido informativo ante una ciudadanía principalmente a favor del proyecto presentado por el gobierno.
Estos resultados no son ninguna novedad para quienes tienen mínimos conocimientos de las líneas editoriales de estos medios. No obstante, estos datos dejan en evidencia la estrategia de los medios para posicionar su postura. Además, se abre una nueva disyuntiva: ¿La empresa El Mercurio y Copesa querrán influir e instalar sus valores priorizando el contenido hacia una clase política que discute el proyecto, y silenciarse ante una ciudadanía que lo aprueba? Juzgue Ud.
Lo que sí está claro es la falta de pluralismo y el incumplimiento del derecho a la libertad de expresión y acceso a la información. Fomentar y garantizar la pluralidad es fundamental para consolidar una democracia y el desarrollo de un país. La irrupción de los medios digitales es sin duda una muestra de mayor diversidad y una oportunidad para contraponer el poder económico, político y cultural del duopolio comunicacional.
Este estudio ha dejado en evidencia dos desafíos para los medios de comunicación en relación a su rol social ante la ciudadanía: dar mayor visibilidad a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y dar mayor protagonismo, voz e igualdad de acceso a las que finalmente se someterán al procedimiento. No puede ser que nos enfrentemos a un debate entre hombres cuando hablamos del cuerpo de las mujeres.
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