Bajo la consigna “Poder, derechos y libertades ahora!!!”, unas 3 mil mujeres organizadas marcharon por el centro de Santiago para exigir “el protagonismo de las mujeres en la construcción de un país auténticamente igualitario, justo y solidario, libre de dominaciones y exclusiones”, tal y como expresaba la convocatoria que formuló la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Coordinadora 8 de Marzo y otras organizaciones de mujeres.
La caminata, que tuvo un carácter pacífico y que recorrió varias manzanas en el centro de la capital, comenzó a las 18 horas en Plaza Italia y continuó por la Alameda hasta el paseo Bulnes, lugar donde se realizó un acto cultural encabezado por la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa quien desde el escenario espetó que “en el Chile del Siglo XXI muchas razones tenemos las mujeres trabajadoras para seguir luchando. La discriminación y desigualdad en la que vivimos se hace patente a diario: en las diferencias salariales, en la negativa a contratarnos porque somos “más caras”, en las alzas de nuestros planes de salud porque estamos en edad fértil, en el desmedro de nuestras pensiones porque tenemos mayor expectativa de vida que los hombres, en la violencia física y verbal.
En ese sentido dijo que “muchos se llenan la boca al hablar de la necesidad de terminar con la desigualdad de nuestro país, de acabar con la brecha educacional y la segregación social. Pero pocos son los que evidencian que esa desigualdad tiene su origen en el mundo del trabajo, a través de un Código Laboral que defiende a empleadores y no a trabajadores, que persigue el sindicalismo y evita la organización de sus trabajadores”.
Y agregó que “en ese contexto de desigualdad social somos las mujeres las que vivimos la mayor y brutal expresión de esas condiciones de inequidad. En el mundo las mujeres somos las pobres, las más violentadas y las menos respetadas.
De lo anterior, la presidenta de la Central señaló que “si bien es cierto hoy las mujeres somos casi el 50% de la fuerza de trabajo en Chile, también es real que la mayoría de ese trabajo es precarizado y una extensión de la labor domestica, es decir, aún cuando se nos inserta en el mundo laboral se hace en base a la discriminación y se nos mantiene alejados de los espacios de poder”.
Dijo también que aún cuando la tasa de participación de las mujeres en Chile pasó de 44,7% a mediados de 2010 a 49,3% a junio del 2011, las brechas salariales han aumentado a casi un 20% de diferencia entre sueldos de hombres y mujeres, dejando en evidencia “que pese a contar con una ley sobre equidad salarial, en la práctica no se cumple”.
Foto: En la foto, director ejecutivo de CETRA , Carlos Cano y president@s de la Fenpruss y Aneiich
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