Los despidos y no renovaciones de contrato al finalizar el año no son ajenas para estos trabajadores, sin embargo en esta oportunidad ha sido diferente, porque, según afirmó la dirigenta Daniela Etcheberry, se desvinculó a profesores bien evaluados, que en su mayoría eran socios del sindicato.
Durante el primer semestre de 2017, el sindicato del Colegio El Encuentro vivió su primera negociación colectiva. El proceso fue calificado como “denso” por la dirigenta del sindicato, Daniela Etcheberry, porque el empleador entregó solo una oferta, en la que respondió de forma negativa a todos los puntos planteados por el sindicato, empujando a los trabajadores a votar la huelga.
Si bien la huelga no se hizo efectiva, las partes llegaron a un acuerdo solo cuando agotaron todas las instancias de diálogo, es decir, el período regular de negociación, la mediación obligatoria y la extensión de esta última.
El sindicato es el primero que se constituye en el establecimiento educacional y el empleador no ha reaccionado bien ante su aparición, es por esto que los socios acusan prácticas antisindicales.
“Nos culpan de haber generado divisiones al interior del colegio, cuando todo lo que hemos intentado hacer es mejorar las condiciones de todos. De hecho, entre nuestras peticiones estuvo ampliar el espacio del casino, porque comíamos todos hacinados, y eso en definitiva nos favorece a todos sin distinción”, contó la dirigenta.
Ahora, el conflicto que atraviesan los trabajadores han sido las desvinculaciones y no renovaciones de contrato de 11 personas, entre las cuales siete estaban sindicalizadas. La dirigente afirmó que “todos los años tienen la misma política de renovar el personal, sin embargo, la gran diferencia es que este año se fue gente con muy buena evaluación, y la mayoría son del sindicato”.
De hecho, como caso emblemático la dirigenta recalcó el despido del profesor de educación física, que incluso fue exalumno del colegio, y que según afirmó “era muy responsable, tenía proyectado el 2018 con talleres para los niños y tenía muy buena evaluación, su único pecado era estar sindicalizado”.
Y es que el panorama en el 2017 estuvo marcado con el “despido de la directora, y los cambios en el poder dentro del colegio, de hecho, la gerencia está mucho más presente. Tanto así que mandaron comunicado que decía que tenían que dejar todo el poder y las decisiones en las manos del gerente”.
La situación se ha vuelto crítica, según afirmó Etcheberry, porque el trabajo educacional se ha visto afectado. “Ha habido rotación de hasta cuatro profesores jefes en algunos cursos, lo que hace mal a los niños”.
La dirigenta manifestó que quieren hacer pública esta práctica antisindical, “porque así es como las empresas intentan desbaratar a las organizaciones que pueden mejorar las condiciones laborales de las y los trabajadores. En este tiempo lo único que han hecho es culparnos de generar conflictos, y nosotros solo hemos buscado mejorar las condiciones laborales de todos de manera tranquila y sin perjudicar a los niños”.
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