A cinco años de la muerte del dirigente sindical, familiares y organizaciones de trabajadores exigen que se desestime la tesis de la “bala loca” propuesta por la policía, y que la justicia se haga cargo de la causa de Jiménez.
Unas 300 personas se reunieron en la Plaza de Armas para marchar en conmemoración del quinto aniversario de la muerte de Juan Pablo Jiménez, dirigente sindical de la empresa Azeta (contratista de la antigua Chilectra, actual Enel), quien perdiera la vida el 21 de febrero del 2013 en condiciones que aún no se esclarecen.
Según la investigación policial, Jiménez murió producto de una “bala loca” proveniente de enfrentamientos en el sector de La Legua, que le impactó en la cabeza en momentos en que se encontraba sentado en una banca revisando material sindical, en dependencias de la empresa.
La versión propuesta por la Policía de Investigaciones (PDI) no convence a los familiares del dirigente, quienes continúan en su demanda por verdad y justicia. Ximena Acevedo, esposa de Jiménez, señaló que “estamos aquí gritando el nombre de Juan Pablo porque queremos justicia, queremos verdad. Queremos que la justicia se haga cargo de lo que ocurrió con Juan Pablo, que la justicia diga la verdad que todo el mundo sabe, la verdad que sus hijos se merecen”.
Respecto al estado de la investigación, Acevedo declaró que “la segunda carpeta investigativa nos avisó, a mediados de enero, que la causa va a un archivo provisorio porque no ha habido resultados de diligencia, pero que, si yo tengo algún dato o testigo, que lo presente porque lo van a recibir”, ante lo que agregó “dime tu en qué parte del mundo las víctimas tienen que salir a la calle a buscar a sus asesinos. La justicia no ha hecho nada, se lavan las manos, siempre lo hicieron, y nunca han hecho nada por la causa de Juan Pablo”.
Los asistentes a la marcha coincidieron en el valor de Juan Pablo Jiménez como símbolo de la lucha sindical. María Isabel Martínez, dirigente del comunal Lo Espejo del Colegio de Profesores, dijo que “lo mejor que podemos hacer ante la pérdida de un compañero que murió luchando en contra del subcontrato, es luchar diariamente desde nuestros sindicatos, porque esta es una peste que ha invadido todos los sectores, incluso el de nosotros los profesores”.
Por su parte, Roberto Fuentes, secretario del sindicato Sedej, indicó: “Creo que la organización es lo único que augura un buen pronóstico de salida y fortalecimiento de los movimientos que buscan mejorar las condiciones de vida de toda la población. Es por eso que tenemos que seguir el ejemplo de Juan Pablo, que nunca dejó de luchar”.
La marcha se desarrolló de forma pacífica y concluyó en la Plaza Benjamín Vicuña Mackenna, a un costado del Cerro Santa Lucía, donde las diferentes organizaciones se dieron el espacio para dedicar palabras al dirigente.
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