La organización sindical está compuesta por la totalidad de quienes trabajan en el relleno sanitario, más los conductores encargados del traslado de los residuos y un operador de la planta de transferencia.
Los trabajadores organizados en el sindicato N°2 de la empresa de relleno sanitario Gersa, cumplieron su cuarto día de huelga legal, en exigencia de mejoras laborales que consideren, principalmente, aumentos en los sueldos base y condiciones más óptimas en el lugar de trabajo.
Cristián Gallardo, presidente de la organización, indicó respecto a los sueldos que “tenemos trabajadores que llevan cinco años acá y nunca se les ha subido el sueldo. El único ajuste que se hace es a través del IPC”. Por su parte, la empresa ofreció un incremento del sueldo a tres años por un total de 22 mil pesos lo que fue considerado como “poco digno” por los trabajadores.
Desde el sindicato denuncian que la empresa percibe grandes utilidades al tratarse de un rubro con poca competencia, pero que no destina un porcentaje de sus ganancias para el bienestar de sus funcionarios. Gallardo, declaró que “(la empresa) hace un mes inauguró una planta en Temuco con una inversión de 114 mil millones de pesos. Compran camiones casi todas las semanas, pero según ellos no están ganando nada. Dicen que todo es pérdida, entonces, cómo explican esas inversiones”.
Además, el dirigente agregó que “al comienzo trabajábamos con cerca de mil toneladas (de residuos). Hoy día estamos superando las 15 mil toneladas y como te digo, las mejoras para nosotros no llegan”. También, añadió que “tenemos gente que cumple doble función, las compañeras de administración cumplen funciones de romaneras, y cuando ellas se van, los guardias tienen que cubrirlas. Y todo por la misma plata”.
Sobre las condiciones en el lugar de trabajo, Gallardo señaló que cuentan con tan solo un baño para los 24 operarios del relleno. Además, el casino sólo tiene una mesa con capacidad para alrededor de siete personas, por lo que los funcionarios deben turnarse en su hora de colación.
A lo anterior, se suman las denuncias por la desprolijidad en los procesos de sanitización de los residuos. Los trabajadores acusan que muchos han tenido accidentes como cortes o pinchazos con materiales clínicos y que incluso se han topado con restos humanos.
“La empresa cobra bastante alto por todo este tipo de residuos, porque nadie más los recibe, entonces, nos parece que por lo menos debería existir más preocupación por las condiciones laborales en las que estamos trabajando”, señaló el presidente del sindicato.
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