Un escenario bastante complejo es el que aprecia el economista chileno de la Universidad de Cambridge, José Gabriel Palma, debido a la eterna dependencia que tenemos con el precio del cobre, cuyos recursos se han destinado más al consumo que a la inversión en infraestructura y en tecnología.
Palma sostiene que las condiciones del mercado financiero no dejan ser de una ilusión aumentada para la realidad de la economía criolla, pues plantea que el modelo monetarista imperante en el mundo sostiene que la locomotora es lo financiero y no la economía real, cuando -a su juicio- debería ser todo lo contrario.
El académico está convencido de que en Chile no se producirá un giro en la política económica durante el próximo Gobierno, si se considera lo que se ha hecho desde 1975 en el país, por lo que la economía debería prepararse para un severo ajuste, si es que sigue cayendo el precio del metal rojo.
Cambio Radical
-A partir de la situación actual en los mercados financieros mundiales, ¿qué situación le espera al país? ¿Proyecta un giro de política económica, como sostienen 8 de las 9 candidaturas a la Presidencia?
-Hasta donde uno puede mirar la bola de cristal, no creo que hagan mucho giro de política económica de la misma forma que si uno mira al Gobierno de Piñera, donde hubo bastante poco giro en política económica respecto a lo que hizo Bachelet.
-¿Por qué?
-Si mira el Banco Central, va a seguir la misma gente y la misma política. Si mira Hacienda, lo más probable es que siga relativamente la misma política. Lo que viene hacia adelante no es tanto un cambio de política, sino de que todo este aparataje de prosperidad que hay en Chile depende de un sólo hilo y eso se llama el cobre, cuyo precio está en 3,3 dólar la libra. Es cierto que llegó a 4,5 dólares, pero la razón detrás de eso es 80% de especulación financiera y, por lo tanto, es una fragilidad muy grande.
-Entonces la economía debería prepararse para un eventual ajuste.
-La oferta de cobre en el mundo está muy dinámica y, de hecho, los stocks están subiendo. Si bien China compra mucho cobre, la demanda global en el mundo está cayendo a un 3% anual, mientras la oferta está creciendo más que eso.
-¿Qué significará esto?
-Significa que el precio del cobre es muy frágil y el día que el precio vuelva a 1 dólar ó 2 dólares, lo mejor es amarrarse los pantalones con lo que se viene acá. Es por eso que digo que el Gobierno de Piñera le entregará al próximo Gobierno un caballo de Troya: una economía con aparente prosperidad, pero con una fragilidad muy grande en balanza de pagos y en ingresos públicos.
-¿Qué dicen las cifras para sostener esto?
-Si el año pasado el precio del cobre hubiera sido el histórico, de US$1 la libra, el déficit de la cuenta corriente de Chile en balanza de pagos hubiera llegado a 18% del PIB. El de 1982 (cuando la economia chilena colapsó) era de 13% del PIB. Esto demuestra que el problema de la economía no es el cambio de Gobierno, sino que debemos ver cuándo el hilo del cobre se corta.
Poca inversión real
-Una de sus críticas es que los ingresos del cobre que tiene el país se destinan a consumo y no a la inversión.
-Llevamos 10 años de bonanza del cobre. La mitad de esa bonanza se fue con las utilidades de las empresas extranjeras y la otra mitad se quedó en Chile gracias a Codelco. Pero lo que se hizo con esos recursos fue destinarlos más a consumo que a inversión. Si uno mira lo que hizo el Gobierno de Balmaceda (1886-1891) fue lo opuesto: Le puso un royalty de verdad al salitre y cuadruplicó el gasto público en inversión real, multiplicando por 8 el gasto público en educación. Es decir, tomó el excedente y lo invirtió.
-En este escenario, ¿cómo se ven las inversiones de las AFP en los mercados financieros externos?
-Es un poco lo mismo, en el sentido de que claramente debería haber una regulación mucho más estricta respecto a cómo se invierten esos fondos de excedentes de las AFP, porque el hecho de que estén afuera es una irracionalidad. Esos fondos deberían estar en Chile, invirtiéndose en cosas que generen capacidades productivas y eso lo hacen otros fondos de pensiones de otros países.
Fuente: www.lanacion.cl
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