La tarde del jueves, el cuerpo del dirigente de las movilizaciones en Quintero-Puchuncaví apareció colgado en Valparaíso. Carolina Orellana, vocera de la familia aseguró que existen dudas sobre su suicidio, mientras que el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla precisó que «hay que ser muy conscientes, uno no puede contaminar este tipo de situaciones dramáticas con suposiciones. Hay que ser razonables y esperar la investigación que está en curso».
Hace unos años, una tragedia marcó al dirigente sindical y líder de las manifestaciones de protesta por la contaminación en Quintero-Puchuncaví, Alejandro “Mecha” Castro (27): uno de sus hijos falleció a los pocos meses de nacer. Muerte súbita.
-Él tuvo un momento muy delicado por eso, de muchísimo dolor. Pero ni siquiera en ese momento tan duro, él atentó contra su vida. Por eso es que hoy existen dudas sobre su suicidio-, asegura a La Tercera PM, Carolina Orellana Sepúlveda, integrante del colectivo Mujeres en Zona de Sacrificio y la amiga más cercana del secretario del Sindicato S24 de pescadores de la bahía de Quintero que este jueves apareció muerto, colgando de su propia mochila en una reja perimetral del secto El Almendral, en la comuna de Valparaíso.
Carolina, por petición de la mamá de Alejandro, asumió la vocería de la familia, y aunque al cierre de esta edición la Policía de Investigaciones emitió un comunicado descartando la intervención de terceros en el hecho, lo que es confirmado por el Servicio Médico Legal, en los cercanos al muchacho existen dudas sobre por qué podría haberse tomado una determinación de este tipo.
-Tengo dudas, igual que toda su familia y son dudas razonables porque hay cosas que nosotros sabemos que Alejandro vivió. Él fue amenazado por carabineros de fuerzas especiales de la séptima comisaría de Santiago. Ellos han atacado a nuestra gente. Él fue mi amigo, es mi amigo, tenía un hijo, fue un hombre comprometido, con mucha disciplina, lealtad, fue un defensor del medioambiente como nadie después del derrame de petróleo al mar de Quintero. Sus últimos años los ocupó en cuidar y exigir dignidad y derechos…Estoy muy triste-, señala Carolina.
La tesis respecto de las amenazas recibió esta mañana el sustento del director de la PDI, Héctor Espinosa, quien aseveró que “hay una investigación muy acuciosa que se está haciendo con mucha reserva y la verdad es que hay bastante preocupación” y admitió que “efectivamente estaba amenazado”.
La declaración motivó un llamado a Espinosa del subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, quien le pidió precisar si existía una relación causal entre estas advertencias, que no habrían sido denunciadas en su momento, y la muerte por la suspicacias que la situación ha generado. En La Moneda, admiten fuentes de la entidad, temen que el fallecimiento de Alejandro se transforme en la mecha que termine de incendiar el conflicto ambiental en la zona.
Drama familiar
“Tengo el parte policial en mi mano y señala que se está ante una asfixia por ahorcamiento. Es un drama familiar muy lamentable”, detalla Ubilla sobre el caso de Castro.
El segundo a bordo en el ministerio de Interior ha estado cargo de monitorear las respuestas del Ejecutivo frente a un hecho que internamente es considerado como una pésima coincidencia que podría alimentar teorías conspirativas en redes sociales. Por lo mismo, el requerimiento de Ubilla a Espinosa, que redundó en la declaración pública en que se señaló que “tras el análisis del sitio del suceso, cuyo término fue a las 04:00 horas se estimó su data de muerte en seis horas, siendo la causa asfixia por ahorcamiento. Al examen externo policial no se observaron lesiones atribuibles a terceras personas, lo que fue corroborado por el Servicio Médico Legal (SML) tras
realizar la necropsia correspondiente. La Brigada de Homicidios continua con las diligencias investigativas tendientes a esclarecer las motivaciones y circunstancias de deceso”.
Ubilla, en tanto, adujo “hay que ser muy conscientes, uno no puede contaminar este tipo de situaciones dramáticas con suposiciones. Hay que ser razonables y esperar la investigación que está en curso y que ocurre cada vez que se encuentra un cuerpo en la vía pública”. El subsecretario agregó que como Gobierno solidarizan con la familia de Castro, pero que “hasta ahora no hay información que sustente una causalidad entre las amenazas y su lamentable muerte”.
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