«Más vale una roja que cien coloradas». Ese pareciera ser el lema que adoptó el nuevo CEO de Farmacias Ahumada, Michele Ingravallo, para desplegar un radical plan de reestructuración que la compañía farmacéutica -propiedad de Walgreens Boots Alliance desde 2014- puso en marcha esta semana.
A las siete de la tarde del lunes pasado, la plana ejecutiva de la firma citó a los cuatro sindicatos de trabajadores -que hasta ese día totalizaban 4 mil empleados afiliados- a una reunión urgente.
Entre lágrimas e incertidumbre se enteraron de que, dada la grave situación que enfrenta la empresa -tras más de dos años de pérdidas-, 530 trabajadores saldrían en forma inmediata y se cerrarían 70 locales: 49 farmacias, de un total de 424; cuatro Farma Rebaja, 16 tiendas Nativa y una GNC.
Hace meses los trabajadores veían venir los despidos. No entendían cómo la matriz americana podía seguir inyectando recursos para intentar salvar la situación, sin mediar medidas extremas. Hasta que llegaron los anuncios del lunes y los temores se hicieron realidad.
Solo se salvaron de las desvinculaciones miembros del Sindicato de los Químico Farmacéuticos, pues se encuentran en pleno proceso de negociación colectiva y tienen fuero. Mañana lunes -señalan fuentes- entregarán su propuesta para ser sometida a evaluación de la plana mayor.
Tres gerentes en dos años
Hace menos de una década, Farmacias Ahumada -fundada por José Codner en 1969, en el Paseo Ahumada en Santiago- era el líder indiscutido en la industria farmacéutica local. Llegó a expandirse por Latinoamérica, con operaciones en Perú, México e incluso Brasil en esa época. Pero hoy ocupan el tercer lugar en participación de mercado, con el 15,1% de la torta, una caída de 2,5% respecto de 2012, debajo de los otros dos grandes actores que operan en Chile: Cruz Verde, controlada por la mexicana Femsa, y Salcobrand, de la familia Yarur.
Tras estar involucrada en el caso de la bullada colusión, que se destapó en 2008, junto a las otras dos compañías, en 2010 pasó a manos del grupo mexicano Casa Saba, en una operación por unos US$ 640 millones.
«Tras la polémica de la colusión, Saba no hizo nada para mejorar la dañada imagen de Farmacias Ahumada. No hubo liderazgo definido y fueron años perdidos para la empresa. Hubo mucho desorden», analiza una fuente que prefiere no ser identificada. En 2014 y también abrumados por una estrechez financiera, los Saba seguirían el mismo camino de salida, pavimentando la llegada de la gigante británica Alliance Boots a Chile, la compradora de la operación chilena y mexicana.
A la cabeza de este conglomerado -que a fines de 2014 se transformó en Walgreens Boots Alliance (WBA), tras la compra de la británica por parte de Walgreens- está Stefano Pessina, presidente ejecutivo de WBA, y Ornella Barro, jefa de Operaciones de la compañía. Desde Londres supervisaron atentamente los movimientos en Chile durante esta semana (ver recuadro).
La pregunta es ¿cómo una operación que es parte de la mayor distribuidora de medicamentos en el mundo, está en esta desmedrado escenario financiero? Fuentes coinciden en que la situación en Chile tiene características particulares.
A la pérdida de convenios con instituciones de la talla del Ejército y la isapre Colmena, se suman otras situaciones. Por ejemplo, al no ser dueña de los locales donde opera está obligada a pagar cuantiosos recursos por concepto de arriendos. Además, como no está integrada a laboratorios en Chile, la importación de remedios obligatoriamente debe ser aprobada por el Instituto de Salud Pública, generándole pérdidas de eficiencia y costos. Lo anterior ha mermado sus posibilidades de competir en igualdad de condiciones con sus dos archirrivales: Cruz Verde y Salcobrand.
Con estos problemas, se agudizó la falta de continuidad a nivel de liderazgo en Chile. En estos pocos años en manos de WBA han pasado por la gerencia general de Farmacias Ahumada varios gerentes, horadando el liderazgo al interior de la entidad. Tras ocho años como máximo ejecutivo, Marcelo Weisselberger salió de Ahumada en septiembre de 2016. Asumió en forma interina el entonces gerente regional para Latinoamérica, Nicholas Osorio. Luego, en abril de 2017, sería el turno del argentino Juan Martín Monsalve, quien renunció en octubre pasado, y el 15 del mismo mes asumió Michele Ingravallo.
Este ejecutivo ítalo-venezolano, de 50 años, cuenta con un nutrido currículum en el área farmacéutica, telecomunicaciones, petróleo y banca. Además, es experto en transformaciones y se maneja en las lides del comercio online , uno de los grandes desafíos que enfrenta hoy Farmacias Ahumada.
Ingravallo, que lleva 15 años en WBA, ha sido director de FASA y también de Farmacias Benavides, en México. Previamente, trabajó en Petróleos de Venezuela y Coca-Cola Femsa, entre otras.
«Michele lleva tres semanas en FASA. Tiene mucha experiencia en el sector y quiere conducir la empresa hacia un modelo donde las farmacias sean un eslabón más dentro de los servicios de salud. Tiene claro el plan para Chile», aseguran cercanos.
Fin anticipado a contratos para alivianar costos
Fue por petición de Ingravallo que se informó a los trabajadores de las medidas extremas en forma presencial, incluso a aquellos en regiones, para evitar rumores y desinformaciones.
El plan de reestructuración -asesorado por el abogado Cristián Saieh- implica, entre otras cosas, poner fin anticipado a decenas de contratos de arriendo, alivianando la estructura de costos. «Se escogieron aquellas instalaciones que tenían los peores rendimientos en términos de eficiencia y ventas, y aquellas que estaban geográficamente duplicadas», explica una fuente al tanto.
Entre 2017 y 2018, la matriz inyectó US$ 35 millones a FASA, de los cuales dos tercios se destinarán a indemnizaciones, por concepto de estos despidos, y el resto para remodelar locales.
«Están negociando con cada uno de los propietarios e intentando cerrar el capítulo lo antes posible», comentan desde la industria inmobiliaria.
Para calmar los ánimos, desde el interior de la empresa aseguran que estas medidas no son la antesala de una salida del negocio o un eventual cierre. Además, descartan nuevos despidos y aseguran que altos ejecutivos estarían viajando a Chile en el corto plazo para evaluar la situación.
Cercanos al proceso aseguran que la empresa ofreció un paquete de salida, que además de las exigencias legales -indemnización con tope de 11 años, un mes de aviso y pago de vacaciones y días proporcionales- incluye 15 días de sueldo.
Otras medidas a las que apunta este plan incluye la firma de alianzas con retailers tradicionales y plataformas online , que se sumarían a las ya concretadas con Cornershop y Yapp. Además, con gran énfasis en la diversificación de medios de pagos y salida definitiva del sector belleza.
En WBA -la matriz de Farmacias Ahumada- declinaron referirse al tema y ante múltiples requerimientos, contestaron escuetamente: «Como parte de una compañía con experiencia global y local, Farmacias Ahumada está en una buena posición para cumplir su visión de ser la primera opción de farmacia, salud y bienestar».
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