“Te doy plata en efectivo por cambio de AFP”. Esa es una de las decenas de ofertas que es posible encontrar en Internet de agentes de AFP que ofrecen dinero para que los afiliados se cambien de administradora.
De hecho, incluso existe un grupo en Facebook con este fin. En algunos casos, la exigencia es tener rentas sobre los $650.000 imponible, o mantenerse por algún tiempo definido en una administradora en particular. El monto que ofrecen los agentes en algunos casos llega hasta los $100.000.
“La entrega de incentivos económicos o materiales a los afiliados está prohibida. El ofrecimiento o entrega, por parte del agente de ventas de una AFP, de cualquier compensación o beneficio de cualquier naturaleza, a cambio de la firma de una orden de traspaso, se encuentra sancionada por la legislación vigente”, señala la Superintendencia de Pensiones.
Sin embargo, la oferta de incentivos no es el único mecanismo que usan las fuerzas de venta de las AFP para cambiar a las personas. Sin ir más lejos, el regulador comenta que “se han recibido denuncias, pero también se han detectado casos de prácticas comerciales irregulares como resultado de la labor de fiscalización permanente que realizan los equipos de la Superintendencia y del reforzamiento de estos planes”.
En ese sentido, la Super de Pensiones detalla que los principales casos vistos en estas denuncias, radican en solicitudes de traspaso en papel con firmas que no corresponden a los afiliados, además de “traspasos suscritos con engaños, en los cuales el afiliado no sabe o no está informado que está suscribiendo un traspaso; y el uso indebido de claves de seguridad para efectuar traspasos por Internet”.
Con todo, desde el organismo fiscalizador aseguran que “respecto del pago de incentivos monetarios u otro tipo de incentivos a los afiliados, se trata de una práctica que se ha detectado en la industria en general y es una práctica que es continuamente investigada por parte de la Superintendencia, con las sanciones correspondientes cuando se acredita dicho comportamiento”.
Desde la industria, en tanto, comentan que el problema radica en que los agentes funcionan con incentivos, entonces en algunos casos, el agente no vela por el bien del afiliado, sino que por cumplir las metas que pone la empresa para poder recibir más dinero a fin de mes.
Ruidos de la reforma
Una de las preocupaciones que tiene la industria respecto a la reforma al sistema de pensiones es que las malas prácticas se puedan intensificar en caso de que se apruebe el proyecto tal cuál está planteado. Lo anterior, porque apuntan que los agentes podrían tener mayores incentivos para realizar estas malas prácticas, ya que el proyecto plantea ofrecer descuentos por comisiones por permanencia efectiva y afiliación como parte de un grupo, tema que regiría tanto para las AFP como para los nuevos actores que podrían ingresar a administrar el 4% adicional.
Así, las fuerzas de venta que ofrezcan estos descuentos de comisiones podrían entregar incentivos monetarios para que esto ocurra, o hacer tratos con una sola persona para que reúna a un grupo.
Asimismo, la reforma propone, entre otras cosas, que nuevos actores, como cajas de compensación, compañías de seguros, AGF, y cooperativas, puedan administrar el 4% adicional de cotización, por lo que desde las AFP han mostrado preocupación por los conflictos de interés que esto podría generar, ya que podrían crearse ventas atadas, por ejemplo.
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