Profesores de Historia de Chile: “Repudiamos la decisión del Consejo Nacional de Educación”

En el presente manifiesto pretendemos exponer de manera concisa nuestra posición frente a la aprobación del Consejo Nacional de Educación (CNED) de los cambios al Curriculum de tercero y cuarto medio que entre otras cosas, la asignatura de historia dejará de ser obligatoria. En concreto, los estudiantes tendrán seis ramos obligatorios y las modificaciones comenzaran a regirse en 2020 para tercero medio y en 2021 para cuarto medio.

En esta posición declaramos lo siguiente:

Repudiamos masivamente la moción del CNED en tanto se lastima severamente una ya, asignatura cercenada por los diversos gobiernos neoliberales en Chile. Desde la dictadura militar de Pinochet (1973-1990) pasando por el binomio Concertación/Alianza han mermado la educación en Chile, tornándola un bien de consumo. En este escenario es que apuntamos a todos los actores de la sociedad civil para que se sumen a nuestras demandas por medio de diversas movilizaciones sociales que busquen revertir esta medida que afecta gravemente la ya aun afectada, asignatura de Historia, por ende, a los mismos docentes que la imparten.

Vía Twitter la Ministra de Educación, Marcela Cubillos defiende la iniciativa esgrimiendo que “la totalidad de los conocimientos y habilidades de Historia están distribuidas entre 1 ª medio hasta 2ª medio, y en 3ª medio a 4ª medio se agrega la asignatura de Educación Ciudadana que dado su enfoque, debe ser impartida por profesores de historia” recalcó la ministra. Desde nuestro punto de vista esto corresponde a una garrafal falacia, ya que en apenas dos años de escolaridad es imposible impartir la amplia totalidad de contenidos y habilidad propios de la disciplina sin escatimar en otros factores que influyen negativamente en la recepción de la asignatura entre los estudiantes. Si esta discutible medida busca que “los adolescentes sean capaces de aplicar este tipo de razonamiento a la cotidianeidad” que mejor ciencia que las sociales para establecer juicios complejos, inferir argumentos, pensar sobre la cotidianeidad, reflexionar críticamente sobre determinadas coyunturas históricas, evaluar usando juicios complejos sobre su propia realidad social y política.

Este fenómeno de constante asedio hacia nuestra asignatura se ha intentado en otros gobiernos neoliberales en Chile, apuntando a mermar las horas del ramo, el enfoque de este mismo, cambios curriculares innecesarios, factores que contrarían precisamente la tesis de la ministra Cubillos. En dos años, es imposible impartir la totalidad de contenidos y habilidades propias de la asignatura considerando la extensión y complejidad de una asignatura que precisamente su objetivo persigue fomentar el pensamiento crítico, -aspecto que se cultiva con años de estudio y constante reflexión y discusión- en los educandos. Sin lugar a dudas esta medida, corresponde a una medida tecnocrática, el cual se busca cercenar el pensamiento crítico entre los adolescentes, fomentar una cultura despolitizada y sin capacidad de reflexión, e ignorante sobre su propio patrimonio histórico y memoria social, -principalmente aquella propia de la Historia Reciente de nuestro país-.

Por otra parte esta medida afecta a otras disciplinas como educación física, -necesarias en Chile, quien según la OCDE corresponde al segundo país con más sobrepeso de la organización, solo superado por los EEUU-. Esto de alguna forma debe ser entendido como un fenómeno no menor, dado que los profesores de EFI, se encuentran en una situación de precariedad e inestabilidad laboral muy símil al de los profesores de historia.

El sueldo bruto de un profesor de historia en su primer año de egreso -suponiendo que fue capaz de conseguir la plaza de trabajo es de $439.009 líquido. Otros índices han dado cuenta que la empleabilidad del profesor de historia oscila entre el 48,6% al 85% en el año 2015 (mi futuro.cl) para el año 2016 esta fue definida en 69.8% por la misma entidad. Cabe señalar que, para los efectos de este diagnóstico, hay un enorme contingente de profesores titulados que no ejercen en función de sus carreras universitarias. Según Laborum, existe un 44% de profesionales de la educación que cambian de rubro. Un reciente estudio del Centro de Investigaciones Avanzadas en Educación (CIAE-U de Chile) señala que en la década del 2000 ingresaron casi 126 mil profesores nuevos pero que trascurridos 9 años apenas el 60% de este grupo continuaba ejerciendo la pedagogía. En esta línea se hace imperioso argumentar que los bajos sueldos, las condiciones excesivas de trabajo, la falta de protección en los derechos de los profesores en términos laborales, la subvaloración de la carrera de Pedagogía en Historia, la carencia de estímulos, el afán privado por obtener ganancias a costa de sobre exigir a los docentes, las constantes evaluaciones, la alta rotación laboral, son factores a considerar para explicar la falta de retención docente, con énfasis en pedagogía en historia en particular en el presente manifiesto

Cabe agregar en este diagnóstico que en Chile existe una nula regulación estatal respecto a la oferta universitaria de la carrera de Historia, siendo impartida en la mayoría de las universidades en este país -excepto UST, UT, UTFSM, UDD, UA, U Mayor, U Central, UTEM, UMC, UIBERO, UOH, UAYSEN, ULARE, UAC, UCBC, U adventista, UNIACC, UDA. Es decir, de las 61 universidades existentes hasta el año 2016, 18 universidades no imparten historia en su oferta universitaria correspondiendo al 22,95% del total de universidades que no ofrecen historia como carrera superior. Por tanto, de cada 5 universidades existentes en Chile, 4 dictan la carrera de historia como oferta académica aproximadamente.

Por otra parte lamentamos la superficialidad con la cual la Ministra Cubillos ha pensado en mejoras para el sistema educativo nacional, considerando que la organización internacional OCDE ha realizado varias recomendaciones en materia educativa que el Estado de Chile siquiera ha considerado implementar. Por ejemplo, Chile es el segundo país con mayor cantidad de estudiantes por aula según la OCDE. Sin ir más lejos, el promedio de la organización llega a 24 estudiantes por sala, pero en Chile el promedio es 31, tanto en el sistema público como el pagado.

En este complejo escenario es que pretendemos sumar todos los actores sociales y con mayor razón, a nuestro gremio educativo, el cual debe dar ejemplos de congruencia y lucha contra las medidas neoliberales del gobierno de Sebastián Piñera en nuestro país.  Esperamos la adherencia voluntaria y concienzuda de todos quienes quieran hacerse parte de este manifiesto, haciéndolo viral en todos los espacios disponibles.

Atentamente

Profesores de Historia de Chile

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