Hasta hace poco menos de un año, al gobierno de Sebastián Piñera enfrentaba las críticas de la oposición por no tener una agenda legislativa lo suficientemente nutrida, a diferencia de lo sucedido con su antecesora, Michelle Bachelet.
Hoy, sin embargo, previo a la cuenta pública, desde el Ejecutivo se han realizado una serie de anuncios en diversas áreas, los cuales han generado dudas entre parlamentarios y la opinión pública en general.
La última de estas medidas fue el anuncio de “Red Clase Media Protegida”; un programa que busca entregar beneficios a este sector de la población, pero que comprende distintas iniciativas que se encuentran en tramitación en el Congreso y cuya aprobación no está clara.
Al respecto, el diputado Boris Barrera (PC) quien preside la comisión de Desarrollo Social de la Cámara, anunció que citará a dicha instancia al ministro Alfredo Moreno para que explique en qué consiste el anuncio.
El legislador si bien valoró la idea de un seguro catastrófico para enfermedades de alto costo, que asoma como la única novedad dentro del anuncio, expresó que la idea posee una intención comunicacional en miras del próximo 1 de junio.
“Yo creo que el objetivo del presidente es tratar de mostrar la mayor cantidad de cosas posible para darle contenido a su cuenta pública que yo creo está bien pobre. Esto es harta pirotecnia, harto show para algo que ya existe”.
A esto se suman cuestionamientos en otras propuestas de ley, como las modificaciones al sistema previsional -cuyos resultados no serán inmediatos-, la reforma a la salud o incluso el proyecto “sala cuna universal” que no comprende a trabajadoras independientes.
Frente a esto, algunos parlamentarios y representantes de la oposición han acusado al Ejecutivo de que sus anuncios, en algunos casos, son una mera “pirotecnia comunicacional” y que en otros está presente la recordada “letra chica” que marcó la administración anterior de Sebastián Piñera.
El decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, señala que habitualmente “la gente evalúa a los gobiernos en función de sus resultados y, en este caso, a juzgar por los resultados, es poco lo que el Gobierno puede mostrar y eso explicaría, entre otras cosas, la caída en la aprobación ciudadana medida por las encuestas de opinión que conocemos”.
En ese sentido, el experto advirtió que el Ejecutivo “ha jugado con la expectativa de la ciudadanía”.
“Es probable que la decepción sea aún mayor y eso tenga un impacto todavía mas fuerte en la evaluación presidencial. recordemos que todos estos proyectos tienen un alto componente de expectativas, la gente cree que va a resolver sus problemas. Cuando nos demos cuenta de que en la tramitación legislativa eso no se concreta, se termina decepcionando a los ciudadanos respecto de la gestión de los gobiernos”.
Desde esa perspectiva, Moreno indicó que “el Gobierno ha tenido problemas en el tema de la gobernabilidad para estos proyectos en término de que avancen en su tramitación legislativa”. Además, dijo, hay un déficit de capacidad política, los equipos del gobierno no están en sintonía respecto de lo que esta administración: el mejoramiento de la economía y superación de la inseguridad.
Según la mirada de la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Mireya Dávila, el Presidente Sebastián Piñera tenía inicialmente el proyecto de “ser el presidente de los acuerdos” lo que resulta poco factible tomando en cuenta que su base de apoyo representa a la derecha más neoliberal.
A su juicio, el Gobierno tiene un problema no resuelto que se expresa en el ámbito legislativo: “Cómo tú traduces eso en un país que demanda políticas sociales un poco más inclusivas sin que se te genere algún ruido y yo creo que ahí el Gobierno no lo ha resuelto bien, ni comunicacionalmente ni en términos de política pública porque no se puede mover muy al centro porque tiene una coalición que no se quiere mover al centro tampoco. Entonces, yo creo que tiene un zapato chino que yo le veo bien pocas posibilidades de arreglar salvo de maniobrar para controlar la agenda más o menos”.
Manejo de crisis y errores propios
Otro aspecto que ha afectado negativamente al Gobierno ha sido la credibilidad ciudadana. Desde el caso Catrillanca hasta la reunión de sus hijos con empresarios chinos en el marco de la gira presidencial, han obligado a las autoridades a dar explicaciones, muchas de ellas contradictorias, en lugar de poner el foco en la agenda.
Para Mireya Dávila, “la cultura política está cambiando y el Gobierno no se ha puesto en esa sintonía, no entendió que hay cosas que no se pueden hacer hoy día, va más atrás. Además, las explicaciones son peores, entonces al no reconocer el error mantiene el conflicto abierto y comunicacionalmente responde en vez de generar el control y las explicaciones no son creíbles. Eso es muy complejo en un gobierno.
“Hay una serie de errores que tienen problemas de capacidad de gobierno y eso la gente también lo resiente. Hoy día vivimos en un contexto en donde las cosas no son lo que son sino lo que parecen y lo que parece aquí es que en el caso de los hijos del Presidente hay derechamente un acto de nepotismo, de privilegio incensario, en el caso del INE una mala gestión interna, entones, efectivamente el Gobierno ha tenido varias fallas que tienen que ver con un déficit de capacidad de gobierno que es un punto que debería prestar especial atención.
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