El ministro secretario general de la presidencia, Gonzalo Blumel, se refirió a los dichos del presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, en La Tercera donde llamó al gobierno a desechar la integración en el proyecto de modernización tributariaargumentando “la falta de apoyo político y el escenario económico que enfrenta el país”.
“Me parece oportuno empezar a pensar en adaptar la reforma tributaria, dejando de lado la integración, que es lo que ha trabado la reforma completa”, sostuvo Desbordes, y agregó que “quizás el gobierno debería tomar una decisión drástica y avanzar en todo aquello que va más allá de la integración, ya que esa es la piedra de tope”, dijo Desbordes a este medio.
En conversación con Radio Duna, Blumel insistió que este aspecto es justamente uno de los “fundamentales del proyecto” y que forma parte de un acuerdo que ya se está discutiendo en el Congreso donde también participó la Democracia Cristiana.
“Si nosotros queremos que Chile vuelva a crecer, no sólo en el corto plazo sino en el mediano y largo plazo, no sólo necesitamos sacar adelante el proyecto de modernización tributaria, el componente central es la integración y la integración ha sido reconocida por organismos especializados como un componente central para que Chile vuelva a crecer”, sostuvo el ministro en conversación con Radio Duna
Respecto a los dichos del presidente de Renovación Nacional que llamó al “realismo político” por las dificultades que ha tenido la tramitación de la insistió, Blumel sostuvo que “hay que ser más optimista en esto. Cuando nosotros votamos en la Comisión de Hacienda el proyecto tributario y lo aprobamos, lo aprobamos con un acuerdo que incluye la integración. Por lo tanto, todo eso está caminando, está avanzando de buena manera”.
“La integración es uno de los aspectos fundamentales y forma parte de lo que nosotros creemos indispensable para que Chile mejore su capacidad de crecer”, cerró el ministro.
La propuesta de Desbordes es la primera señal que, desde el oficialismo, muestra apertura a discutir la reintegración del sistema tributario. De hecho, en las negociaciones que el Ejecutivo mantuvo por cerca de ocho meses con la oposición para conseguir aprobar la idea de legislar de la iniciativa, fue justamente este punto el que generó mayor controversia.
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