La mañana del viernes, en el Centro de Conciliación y Mediación Región Metropolitana Poniente, se llevó a cabo el comparendo entre la trabajadora despedida por impulsar una campaña en apoyo al paro docente y la multinacional japonesa Komatsu. En la instancia, la empresa tuvo que pagar el finiquito y, aún ofreciendo un 30% de sobrecargo a éste, la trabajadora se abstuvo de firmar el acuerdo del cese de relación laboral. En palabras de la misma trabajadora “¡Vamos por la reincorporación!”.
Al comparendo asistieron ambas partes. La transnacional tendría que presentar un finiquito además de una liquidación correspondiente a los días trabajados y que habían sido retenidos de manera ilegal por el empleador. Por otra parte, la trabajadora industrial tendría la posibilidad de aceptar la oferta de la empresa o rechazarla para dar inicio a una demanda legal por su proceso de reincorporación y recuperación de su puesto de trabajo.
Luego de la instancia de mediación, Elizabeth Macías, se refirió a la situación diciendo que “tras un error, la empresa tuvo que cancelar en su totalidad el finiquito y su anexo correspondiente a los días que me retuvieron con el derecho de abstenerme a firmar el documento, lo que me posibilita de continuar la pelea por la recuperación de mi puesto de trabajo”.
Además, la trabajadora, agregó que “la empresa se entrampó en el nerviosismo al ver que la lucha por la reincorporación no la estoy dando sola. Ya se mostró con el apoyo de distintos compañeros y compañeras, sobre todo sabiendo que la empresa está con una clara política de amendrentamiento, buscando generar el miedo a los y las trabajadoras.”
En la misma línea, Elizabeth, continúa: “en esto no sólo han estado colegas de Komatsu, sino también los y las profesoras de colegios aledaños a la fábrica, con quienes hemos fortalecido la unidad de trabajadores desde el inicio del paro docente”. Agregó que “han sido ellos quienes, en la reciente actividad que realizamos, se pusieron con el espacio e hicieron donaciones, algo que agradezco mucho, considerando que a ellos también los están atacando con rebajas en su sueldo”.
Komatsu contra la libertad de opinión de los trabajadores
Elizabeth no sólo venía organizando junto a sus compañeros de la fábrica en apoyo al paro docente, sino también, buscando levantar una comisión de mujeres para fortalecer la organización de las mismas, es por ello que cuenta que “uno de los alegatos que presenté fue la discriminación de género que recibí al querer postular a otros cargos de trabajo -para los cuales tengo la formación académica- y también, el querer que las mujeres nos organicemos.”
La trabajadora también expuso que: “me paro desde otro punto, lo de hoy, muestra que las mujeres si podemos pelear, luchar contra los despidos, y que con nosotras no se juega”. La joven continúa: “al término del comparendo el mediador le pidió a la representante de la empresa que se retirara, y estando solo con él, nos dijo que si bien él no sabía cuál era el motivo real de mi despido, pues le extrañaba que la empresa ofreciera el 20 y hasta 30% de recargo sobre el finiquito tan fácilmente, y que ello podía ser expresión de querer ocultar un despido injustificado”.
La trabajadora dijo que “esta lucha no la doy sólo por mi, quiero contribuir a que los y las trabajadoras nos paremos desde nuestro lado, no desde las empresas, aceptando que jueguen con nuestros puestos de trabajo y el sustento de nuestras familias, mientras ellos ganan millones a nuestra costa y en realidad nos despiden por no agachar la cabeza”.
Finalizando, Elizabeth hizo una invitación a “todos y todas a dar juntos esta pelea, a profesores, operadores postales del CTP, a trabajadoras de industrias cercanas como Sanitas, a las trabajadoras del GAM, a mis compañeros de Komatsu, a las y los estudiantes y funcionarias de las universidades como USACH o el ex Pedagógico y al conjunto de las mujeres trabajadoras, porque esta pelea recién comienza”.
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