Oposición responde a Piñera por reducción de la jornada

Según Osvaldo Andrade, ex Ministro del Trabajo y militante del Partido Socialista, ha planteado que el Gobierno de Piñera debería patrocinar el proyecto del Partido Comunista, y dejar de hablar de flexibilidad poniendo importancia al tema de la gradualidad a través de indicaciones. El problema es que el discurso de Andrade esconde al igual que el engaño de la flexibilidad, el engaño de la gradualidad, tal cual lo dijo Piñera hace unas semanas atrás en el programa de Canal 13 “Mesa Central” respecto a la reducción de la jornada “flexibilidad para asegurar la producción y gradualidad para el ajuste”.

Es decir el problema de la gradualidad es que se sigue sometiendo al campo de los empresarios la reducción de la jornada, lo que les da mayor margen para ajustar de acuerdo a sus intereses los niveles de producción y explotación de las y los trabajadores, dando paso a que durante los próximos años incluso el Gobierno y la derecha puedan presentar proyectos que traigan consigo de igual forma la profundización -o nuevas formas- de flexibilización, a través de la cual los empresarios han asegurado sus ganancias durante los últimos 30 años.

A la vez Vallejo y Cariola (PC) responden a Piñera, quien busca imponer de todas maneras su proyecto de 41 horas con flexibilidad con la cual “se busca reducir la jornada de trabajo sin perder o destruir empleos y sin castigar o reducir los salarios”, con que “el debate se resolverá en el Congreso mediante diálogo democrático abierto que incorpora a la ciudadanía y no en cocinas cerradas de la vieja política”.

A la vez Vallejo plantea que lo deseado era que se sumaran -el Gobierno- a la propuesta o bien «que buscaran complementar la propuesta con una agenda de productividad”. El problema de las diputadas del PC, es que también discuten dentro del campo de los empresarios y sus políticos el tema de la reducción. El problema del Congreso es que sigue siendo un salón empresarial donde las mayorías de las leyes se votan a favor de los empresarios, y si salen a favor de las y los trabajadores buscarán compensar a los empresarios, por lo que aquí es donde se da espacio a la cocina parlamentaria, donde la posición de la Democracia Cristiana respecto a la gradualidad en las Pymes es la puerta de entrada a las “cocinas cerradas de la vieja política”.

Girardi y el discurso catastrófico de la automatización

El Senador del Partido Por la Democracia (PPD), quien respalda el proyecto del PC busca poner al centro de la discusión que el verdadero y actual problema es que de aquí a 50 años se perderán la mitad de los empleos producto de la automatización y la robótica, que la discusión de las 40 horas es algo del siglo pasado. Pero la visión catastrófica de Girardi no se condice con el carácter estructural de Chile como país con rasgos semi-coloniales de una economía dependiente de los capitales imperialista. Sólo para poner algunos datos concretos tomando el informe del año 2017 de la Federación Internacional de Robótica que hace referencia a los países que han desarrollado más este aspecto en torno al trabajo, es decir, países más avanzados, la implementación de la automatización tira por el piso la tesis de que el trabajo humano se acabaría.

Por ejemplo en Corea del Sur donde hasta ese año habían 531 robots por cada 10.000 trabajadores, en Singapur 395 robots por cada 10.000 trabajadores, Japón 305 y EEUU 175 robots por cada 10.000 trabajadores. Cada uno de los datos anteriores son proyectos de inversión de miles de millones de dólares para acelerar el proceso de manufactura. ¿Realmente en un país como Chile, donde la inversión en investigación y desarrollo entre el Estado y los privados es de 985 millones de dólares puede darse el fin del trabajo humano? Solamente una compañía como Amazon en investigación y desarrollo invierte más de 23 mil millones de dólares.

Además el problema de la automatización que buscan implantar creando un nuevo sentido común los empresarios y políticos como Girardi sobre la población, es que se reducen los avances tecnológicos a los intereses de los capitalistas, un cuento muy distinto sería si es que la tecnología y sus avances se ponen al servicio de la población, la cual no sólo facilitaría nuestro trabajo para apalear la sobrecarga de nuestro trabajo, sino que además se podría poner a disposición de reducir la jornada para que los desempleados pudiesen trabajar repartiendo las horas de trabajo, por lo que la discusión de la reducción de la jornada no es una cuestión de siglos pasados, sino que cobra más vigencia que siempre.

Súmate a la campaña: “por la reducción de la jornada y contra el engaño de la flexibilidad del Gobierno de Piñera”

Las grandes expectativas en amplios sectores de masas de trabajar menos y estar mejor producto de la reducción de la jornada laboral puede ser un enorme punto de apoyo para imponer a través de la movilización la realización de nuestras aspiraciones. El Gobierno, los empresarios y sus políticos han demostrado la disposición de defender con uñas y dientes sus intereses para seguir asegurando sus ganancias e incluso Piñera amenaza con métodos autoritarios como el veto presidencial o el Tribunal Constitucional para oponerse a lo que desean millones de trabajadores y trabajadoras.

El PC con el Frente Amplio quienes son los impulsores del proyecto de 40 horas que elevó las aspiraciones de las masas, deberían llamar a trabajadores, mujeres y estudiantes a levantar coordinadoras por la reducción, poniendo sus bancadas como los organismo sindicales y estudiantiles que dirigen como la CUT, CONFECH y la Coordinadora NO + AFP para dar esta batalla. Hasta ahora todo es por arriba en el terreno parlamentario, las y los sujetos como la clase trabajadora aún están desdibujados del debate cuando existe la posibilidad de transformar el amplio apoyo a la reducción en una gran fuerza social, en vez de buscar -como lo está haciendo el PC- un pacto de colaboración con los viejos partidos, quienes usan sus bancadas para negociar medidas que no afecten las ganancias de los empresarios. Ya sabemos que en el Parlamento está la “cocina”, y sabemos que han sido los partidos de la ex Nueva Mayoría como la DC y el PS quienes han profundizado la precarización laboral, siendo parte de los partidos del régimen que han mantenido los principales pilares de la dictadura.

Por esto hacemos la invitación a los millones de trabajadores, mujeres y jóvenes que acuerda con la reducción a sumarse a la campaña que estamos levantando desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios por la reducción de la jornada laboral y contra el engaño de la flexibilidad, en la perspectiva de repartir las horas de trabajo entre empleados y desempleados conquistando una sueldo mínimo acorde a la canasta familiar, y que todo costo que arrastre la demanda de la reducción sea pagada por las ganancias que los empresarios han obtenido con décadas de precarización de nuestras vidas.