«Los empresarios están profundizando lo que vienen haciendo hace años, que es descargar los vaivenes de la economía sobre los hombros de las y los trabajadores» explica la trabajadora postal, indicando que «esto no lo hacen sólo en Chile, si no que a nivel internacional también».
«Es urgente que las y los trabajadores confiemos en nuestra propia fuerza para enfrentar los despidos, porque los empresarios le tienen miedo a este despertar generalizado de la clase trabajadora y la juventud, pero nosotros ya no tenemos miedo, y creemos que nos podemos organizar para enfrentar a los empresarios que despiden para proteger sus bolsillos», la joven dirigenta también llama tomar ejemplos de lucha a nivel nacional en contra de los empresarios que buscan descargar el cese de sus ganancias en quienes día a día les producen esas riquezas. Como el ejemplo de la reincorporación de Nicolás Mondaca a Correos Chile, o de Daniela Avilés, profesora reincorporada tras una ardua pelea contra los despidos anti sindicales.
«Son esos empresarios los que despiden, haciéndose las víctimas de los vaivenes económicos, cuando ellos están ligados a esos grupos económicos internacionales que juegan en las bolsas, subiendo y bajando sus acciones a su antojo con el fin de generar más y más ganancias», expresa Bravo.
Refiriéndose al enorme avance de la criminalización, la persecución política y la brutal represión de Sebastián Piñera, la trabajadora declara que «el gobierno, apoyado por los empresarios, le tiene miedo a la movilización de las y los trabajadores y también a los estudiantes, y por eso quieren amedrentarnos con persecución política y represión, un claro ejemplo de ello es la querella contra Dauno Tótoro. Por los dichos de Dauno, evidentemente les aterra que sean los sectores estratégicos de la economía los que entren a escena, con los portuarios, mineros, trabajadores forestales y agropecuarios, etc. Saben que si las y los trabajadores confiamos mucho más en nuestra fuerza que los pactos de la cocina parlamentaria, o en esos partidos políticos que le dejan pasar las leyes criminalizadoras al gobierno, podríamos directamente echar por la borda todos estos 30 años de herencia pinochetista. Este es un proceso abierto, no lo podrán cerrar con una agenda de leyes reaccionarias» expresó Bravo.
Por último, Beatriz enfatiza en la necesidad de la organización: «es ultra necesario que nos organicemos para enfrentar los despidos y cualquier ataque hacia los trabajadores y sus legítimos métodos de lucha. No queremos más despidos, que sus crisis las paguen ellos».
«En ese sentido es urgente que los principales organismos sindicales del país se activen y convoquen a un nuevo paro nacional que se evalué en cada lugar de trabajo y cuyo objetivo sea hacer retroceder la agenda represiva, criminalizadora y de impunidad, esto es ahora, no para el próximo año. La novena concentración en Dignidad muestra que hay fuerzas disponibles, que acudirían al llamado porque aún no ganamos nuestras demandas que ya no pueden esperar. Solo la fuerza de los trabajadores y la organización con los sectores populares y profesionales podría imponer la voluntad de millones: una Asamblea Constituyente libre y soberana, sin ningún poder por sobre ella y sin ninguna traba para discutir de pies a cabeza qué sociedad queremos.»