Esta jornada y con el rótulo de discusión inmediata ingresarán a tramitación en el Congreso las indicaciones al proyecto de reforma previsional, que aumenta en 6% la cotización, con un diseño que destina 3% al fondo individual y otro 3% a uno colectivo.
Esto, luego de una intensa negociación entre el Ejecutivo -encabezado por el titular de la Segpres Felipe Ward- con el Congreso, que tuvo como contraparte parlamentaria al presidente de la Cámara el diputado DC Iván Flores y a la presidenta de la Comisión de Trabajo, Gael Yeomans (Convergencia Social), que permita que la iniciativa se despache en enero, previo al receso legislativo de febrero.
Así, luego del ingreso de las indicaciones previsto para hoy, la idea es que se discuta la iniciativa en la comisión de Trabajo máximo hasta el jueves 23. Luego de ello, se prevé el paso del texto legal a la comisión de Hacienda que preside el diputado Daniel Núñez (PC) y la expectativa del Ejecutivo es que el proyecto llegue a Sala el miércoles 29, donde existe la posibilidad de sesionar incluso hasta el viernes 31.
Sin embargo, existe un par de alternativas adicionales. En caso de que se prolongue el debate, la posibilidad de sesionar hasta el 4 de febrero y también suspender el receso legislativo, pero sobre el último punto no existe una decisión zanjada.
El titular de la Segpres Felipe Ward, junto con agradecer la disposición en el Congreso, señaló que “hay un consenso bastante transversal de que mejorar las pensiones de los chilenos es una prioridad y urgencia que requiere de acuerdos y mucho entendimiento. Este cronograma en principio acordado es una señal correcta en esa línea”.
Espacios de negociación
Durante la jornada de ayer el Ejecutivo se desplegó para hacer frente a las críticas que desde distintos sectores se han realizado a la iniciativa. En Mesa Central de T13, la ministra del Trabajo María José Zaldívar descartó que la iniciativa “maquille” al actual. “Creo que el proyecto no ha sido leído o nosotros no hemos sido lo suficientemente claros para transmitirlo, porque claramente no hay un tema de maquillaje. Por primera vez se está planteando un cambio profundo respecto de las administradoras, en ningún otro proyecto había sido así”.
Respecto de los espacios de negociación con la oposición, enfatizó que “la indicación que presentamos surge del acuerdo y de las opiniones de parlamentarios, tanto de gobierno como de oposición” y que en ese sentido, “recoge en gran manera todos los planteamientos que nosotros recibimos”.
Por ello, planteó que “siempre hay espacio (para negociar), pero los espacios son bastante acotados” y que “el tema previsional tiene que ir muy de la mano del mundo del trabajo. Aumentar más la tasa de cotización es absolutamente imposible”, sentenció.
En tanto, esta jornada a las 10 de la mañana en el Congreso en Santiago, se reunirán los legisladores de oposición de las comisiones de Trabajo del Senado y la Cámara para cerrar los últimos puntos de su propia propuesta y revisar el diseño del Ejecutivo, para en torno a medio día reunirse con la ministra Zaldívar y hacer entrega oficial de los planteamientos.
Según la presidenta de la comisión de Trabajo del Senado Adriana Muñoz (PPD) “este es el trabajo de las dos comisiones y esperamos con ella (la ministra Zaldívar) formar una mesa de trabajo de negociación y no de imposición de parte del gobierno”. En ese sentido, si bien reconoció que el Ejecutivo “ha recogido distintas propuestas, seguimos teniendo diferencias muy de fondo y este no es un cambio estructural”.
Sobre los ejes de la propuesta opositora, la legisladora PPD señaló que “estamos tratando de crear un sistema mixto, solidario, de seguridad social y para ello se requiere que, administrado por el ente público, el 6% de cotización adicional vaya destinado en porcentajes a definir, a reparto para mejorar las pensiones y otro porcentaje a un fondo de ahorro colectivo, a un sistema de cuentas nacionales como el de Suecia, que no es administrado con una lógica individual”.
Complementó el senador PS Juan Pablo Letelier al señalar que “estamos afinando cómo el concepto solidaridad social que se quiere introducir garantice sustentabilidad de los beneficios, reconociendo la historia de la vida laboral de cada persona, diferenciando los beneficios según su esfuerzo, su persistencia y asegurando que el sistema de solidaridad y reparto que se haga cargo del fracaso del sistema actual y el financiamiento de esa transición”.