Algo es compartido por el conjunto de la dotación del hospital, la falta sistemática de insumos y condiciones mínimas, como aire acondicionado y, ahora, el reciente corte de luz, que se difundió en redes sociales por la dramática situación de una cirugía hecha con linternas de celular dio tribuna para que hablen estos trabajadores que llevan meses movilizados para cambiar las cosas de fondo.
En la tarde del miércoles el Hospital Barros Luco permaneció durante 40 minutos a oscuras de forma intermitente, se vivió una atmósfera de emergencia en palabras de funcionarios, el dramático caso del hombre de 34 años que era intervenido fue resuelto con los esfuerzos del equipo médico, sin embargo, la situación del paciente es de extrema gravedad y tuvo que ser operado nuevamente.
La versión de los trabajadores en oposición a las del comunicado oficial, se trata de un escenario cotidiano en la crisis de la salud pública, razón por la cual se han hecho parte de las movilizaciones nacionales.
Raúl Muñoz, dirigente de la organización de trabajadores del hospital y militante del Partido de Trabajadores Revolucionarios señaló que «el corte se debió a la tercerización de los equipos que dependen de una empresa externa por lo cual el servicio de salud se desliga de responsabilidad. Hubo un problema de mantenimiento importante donde los equipos están desactualizados, están obsoletos. También se debió a la falta y desvió de recursos y a un problema de gestión, donde depende de la voluntad política de quien define a donde se van las platas si se renuevan o no los equipos eléctricos y electrónicos. El gobierno habla de «proteger estructuras críticas» Pero hoy más que militares con fusiles y represión, se necesitan funcionarios profesionales, eléctricos, del servicio, que sean de planta y que tengan la potestad de hacer funcionar los equipos y tomar resoluciones mas rápidas.»
La Izquierda Diario recabó el testimonio de los trabajadores. Aquí, pueden leer la realidad del hospital desde la perspectiva de quienes dan vida a sus funciones. Para tomar resguardos frente a represalias, los funcionarios hablaron de forma anónima, señalando que, además, hubo “órdenes de no conversar con nadie sobre el corte”:
Las y los trabajadores denunciaron con detalle cómo vivieron el apagón y denunciaron los intentos por ocultar las consecuencias por parte de las autoridades del hospital y del gobierno: “Los compañeros que estuvieron en la noche dicen que es mentira que estuvo normal, lo peor de todo es estar adentro de una emergencia sin saber qué es lo que pasa, eso de esconder el momento que estamos viviendo es lo peor, porque no sabes qué es lo que viene. Si estaba colapsada totalmente la urgencia, estaba lleno de gente, todos preguntaban qué pasaba, por qué habían sacado los pacientes del reanimador, por qué estaban los hospitalizados en los pasillos…”
Aseveraron que «la jefa del servicio dio la instrucción de no hablar con ninguna persona que se refiriera al tema de corte de luz, al igual que para el paro anterior, para ella y la jefatura del hospital, todo está normal y dentro de eso es que la atención se debe dar igual.»
También comentaron que “estaba sin luz y trasladando pacientes de la UCI/UTI/Pabellón/Urgencias /Neo. En pabellones se cortó la luz y los grupos electrógenos no funcionaban. Ventilando a mano, Infusores de drogas se apagaron. Operaciones sin luz. En el hospital no hay gasas, paracetamol ni aspirinas y, ahora, luz.»
En contraste, denunciaron la altas sumas de dinero gastadas en represión: «Pero el estado va a comprar 34 nuevos blindados (guanacos/zorrillos) para masacrar nuevamente a los manifestantes en marzo«.
Uno de los trabajadores continúo explicando para La Izquierda Diario Chile que “lo único malo es que siempre el hospital va a justificar todas estas faltas, la televisión la manejan, han echado a quienes han querido denunciar. No saben la angustia que sentimos por la falta de insumos, a la gente más joven se le cuenta que tenemos luz y agua propia, pero ha habido falta de insumos básicos como alcohol, falta de camas, los pacientes quedan tirados en los pasillos. Como trabajadores de la salud tenemos en el corazón la voluntad de preguntarse qué hacer, por qué queremos cambiar todo esto. Se corta la luz, se corta todo, no hay monta carga. Son cosas que se han ido juntando y en comunicaciones quieren tapar todo y decir que está todo normal y no lo está”.
Denunciaron que: “hicieron reunión (…) tomaron fotos en los lugares donde deberían estar los equipos alógenos, que se suponían que debieran estar en caso de corte de luz. Ayer, en farmacia tampoco había ampollas de suero fisiológico hasta nuevo aviso. Sigue malo el aire acondicionado de la UTI, tiempo atrás dijeron que el repuesto era demasiado caro y el hospital no tenía dinero como para financiar su cambio. Así suma y sigue.»
También que «ese mismo día, se cortó el agua y aspiración, es cierto sí que los monitores, bombas de infusión y ventiladores no invasivos estaban con baterías, pero no hay protocolo para el sistema si falla desde dentro del hospital, podríamos estar horas y horas hablando sobre la falencias, pero sabemos muy bien donde radica el problema» responsabilizando a la directora del hospital y al gobierno.
Las y los trabajadores realizaron los testimonios de forma anónima «para que salga a la luz la verdad», y agregaron que «lo que dicen en el comunicado del hospital es mentira, esto es mucho más grave. El hospital estaba colapsado, se entró en pánico, nadie le daba explicaciones a los pacientes sobre qué estaba pasando en ese momento”.
Los trabajadores de la salud en la rebelión
En el contexto del estallido social, los trabajadores del Barros Luco han sido parte orgánica de las movilizaciones. «Pararon, se sumaron a las múltiples marchas y manifestaciones, impulsaron talleres de primeros auxilios y se sumaron a los que ya existen para socorrer a los manifestantes víctimas de violencia policial. Adhirieron a la huelga general del 12 de noviembre para lo que realizaron un Encuentro abierto llamado #FueraPiñera, para organizarse con otros sectores.» Apuntan como responsables al gobierno de la crisis de la salud pública, pero no solo al de turno, los testimonios apuntan a que tanto la derecha como los gobiernos de la Ex Concertación y Nueva Mayoría han sido responsables del desvío de recursos públicos a instituciones privadas y con eso son responsables de la decadencia en la que deben asumir sus labores de las cuales dependen las vidas de miles de personas.
En ese sentido, Raúl Muñoz, trabajador del hospital y dirigente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats)Barros Luco señaló que producto de la falla eléctrica hubo un amago de incendio por lo cual tuvo que asistir bomberos, en ese momento había tres pacientes en cirugía y uno de ellos era de extrema gravedad, que fue el más difundido.
Muñoz es severo frente a la forma de abordar la problemática de parte del Estado, señalando que en general recae sobre los hombros de los trabajadores el sacar adelante las atenciones pese a la precariedad. Cabe destacar, que este sábado el Ministro Mañalich señaló que indicará al Ministerio público la posible intencionalidad del corte, pese a todas las señales de infraestructura deficiente.
«Como trabajadores también fuimos afectados por el corte de luz junto a los usuarios, por profesionalismo nos hicimos cargo como pudimos. Todo esto por la precariedad y el abandono de la salud pública, es una política neoliberal y privatizadora de la Derecha y ex Concertación de desviar fondos hacia los privados.»
Para nosotros es importante algo que han querido acallar los medios de comunicación, nosotros nos hicimos parte la lucha por una Asamblea Constituyente libre y soberana», impuesta por una huelga general, porque esta crisis del Hospital, es la crisis del país, es la crisis de la herencia de la Dictadura.
Hoy nuevamente nos movilizamos para enfrentar la situación de emergencia en la que se encuentra la salud pública, mientras la directora no da ninguna respuesta concreta y el gobierno está poniendo énfasis en compras millonarias para reprimir y criminalizar la protesta, en vez de invertir en la salud pública. Además, insisten en militarizar estos espacios de lo que llaman infraestructura crítica a los que nos oponemos de manera tajante”. Es por estas razones que los trabajadores de la Fenats Barros Luco Trudeau realizarán este lunes 27 desde las 8.30 de la mañana una asamblea extraordinaria en la cual decidirán qué pasos a seguir.
En ese mismo sentido, el dirigente insistió en reforzar las movilizaciones, manifestando que “hacemos el llamado a seguir en la lucha, porque sobre la base de una huelga general podremos imponer Asamblea Constituyente libre y soberana para decidir sobre estas importantes demandas que se impusieron en las calles, como salud educación, pensiones, recursos naturales, para que no quede en manos del veto de la derecha en los márgenes de la miseria de lo posible que nos ofrecen los políticos del régimen que han gobernado a la medida de las 10 familias dueñas de Chile”.
Para finalizar, recalcó que “estuvimos más de 60 días movilizados el año pasado por el contexto del estallido social, porque estamos reclamando el derecho a la salud que debe ser universal, gratuito, de calidad y oportuno para el pueblo pobre y confiamos en la fuerza de la juventud que despertó Chile, de las mujeres, del pueblo Mapuche, pero especialmente confiamos en la fuerza de la clase trabajadora que si es capaz de hacer funcionar un hospital a pulso es capaz con su fuerza y su rol estratégico de inclinar la balanza a favor del pueblo”.
Comunicado de la Fenats Barros Luco