En marzo del año pasado, siete meses antes de un estallido que pocos se hubieran aventurado a anticipar, el Frente Amplio (FA) comenzaba a vivir su propia crisis. Desde sus escaños, los diputados de Revolución Democrática (RD), Convergencia Social (CS), Comunes y Partido Liberal (PL) observaron con desasosiego cómo sus compañeros de bloque, los humanistas, lucían sus diferencias con ellos al salirse del acuerdo que la oposición tenía para la presidencia de la Cámara. Los diputados del PH no entregaron sus votos a favor del DC Iván Flores.
Molestos, los demás parlamentarios del Frente Amplio hicieron su propio chat de WhatsApp entendiendo que solo entre ellos era posible coordinarse. El grupo se llamó “Pacto administrativo”.
De ahí en adelante, las cosas se fueron complejizando en la coalición. Hasta que llegó el 15 de noviembre y las distintas visiones se cristalizaron del todo. Ese día, RD, Comunes, PL y Gabriel Boric, de CS, decidieron ser parte del acuerdo constitucional, una determinación que provocó el quiebre del Frente Amplio, generando la renuncia de cinco colectividades: Partido Humanista, Partido Ecologista, Izquierda Libertaria, Igualdad, Partido Pirata y la salida masiva de al menos cien militantes de CS, entre ellos, el emblemático alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp. Todo se tradujo en la fuga de al menos 56 mil militantes.
Atrás quedó el bloque que en sus inicios partió con 13 movimientos; ahora, los dirigentes dieron paso a una nueva conformación de fuerzas. La bautizaron como “Frente Amplio 2.0” y está conformada por solo cuatro partidos políticos: RD, CS, PL y Comunes. “Sin duda hay un costo en militancia, pero estamos seguros de que todo valió la pena”, dice un dirigente de RD.
Beatriz, la líder
Antes de la crisis, Beatriz Sánchez había asumido como vocera del bloque. Sin embargo, en el nuevo FA nadie duda que desde el estallido social el liderazgo de la periodista y excandidata presidencial no ha hecho más que consolidarse. Señales hay varias. La primera es que, a diferencia de la distante relación que Sánchez tenía con la mesa nacional del FA, ahora la exabanderada participa de todas las reuniones de directivas del bloque. Los lunes, a las 8 de la mañana, Sánchez se reúne con Gael Yeomans, de CS; Catalina Pérez, de RD; Javiera Toro, de Comunes, y Luis Felipe Ramos, de PL, en su calidad de líder. Entre los cinco coordinan la agenda de la semana y las vocerías.
Luego, cada martes y miércoles la periodista se traslada hasta Valparaíso para abordar los temas legislativos en el Congreso. Almuerza con la nueva bancada del FA y sostiene reuniones bilaterales con cada diputada y diputado.
“Este un Frente Amplio mucho mejor, hay más potencial, con más capacidad de acción, con más amor por el proyecto. Algunos de los que se fueron querían boicotear el proyecto desde dentro. Nuestra línea es la misma de la campaña de la ‘Bea’; con los que estaban eso se fue diluyendo, pero queremos volver a lo que somos. Este Frente Amplio 2.0 representa mejor el espíritu inicial por el cual un 20% votó por Sánchez”, señala el diputado del PL Vlado Mirosevic.
En concreto, en el FA acusan que buena parte de sus excompañeros de bloque, especialmente los humanistas, impedían el despliegue de quien fue su excandidata presidencial, asegurando que muchas veces intentaron opacar su figura para poder posicionar a otras, como la diputada del PH Pamela Jiles, que en distintas ocasiones ha reconocido querer postular a La Moneda.
Pese a las dudas que había respecto de su futuro, ahora en el FA se asume que la figura de Sánchez es la que mejor puede representar al bloque en las elecciones del 2021 y, en privado, reconocen que su trabajo ya está enfocado en ello. Por una parte, la periodista dejó atrás su idea de postular a la gobernación por Valparaíso para convertirse en el referente nacional del bloque a través de apariciones públicas constantes y liderando todas las arremetidas, como la querella que el 14 de enero presentó el FA por delitos de lesa humanidad contra el Presidente Sebastián Piñera; el ministro del Interior, Gonzalo Blumel; el exjefe de gabinete Andrés Chadwick; el suspendido intendente metropolitano, Felipe Guevara, y el general director de Carabineros, Mario Rozas.
“La ‘Bea’ ha reforzado su posición. Está en vocería, en la mesa, en las reuniones de bancadas. Sin duda, representa la esencia del Frente Amplio. Pone a Chile por delante, porque la política no es algo que sucede en el Congreso solamente, sino en la calle, y ella siempre está ahí”, afirma la diputada y presidenta de RD, Catalina Pérez.
Nuevo estilo
“Lamento que no haya resultado. “Tomamos caminos distintos”. “Espero que les vaya bien”. Habían pasado algunas semanas desde el acuerdo constitucional y el antiguo chat de la mesa del FA se llenó de mensajes de despedida. Poco a poco los representantes de las renunciadas colectividades se restaron del grupo y el número de integrantes bajó.
Se trata, no obstante, de un escenario que en el FA aseguran les ha permitido tener mayor capacidad de coordinación y un “un mejor clima interno”. Antes de la crisis, fueron varias las diferencias públicas que se generaron en el bloque, no solamente porque no eran capaces de votar alineadamente en el Congreso, sino que, además, existían diferentes miradas políticas en temas como, por ejemplo, la condena a las violaciones de los derechos humanos en Venezuela o Cuba.
Varios de sus miembros aún recuerdan las tensas reuniones de mesa directiva, donde llegaban cerca de 20 personas, todas con opiniones distintas. Hoy son solo cinco miradas, que concordaron la necesidad de transmitir un nuevo estilo en el bloque, uno que busca acuerdos dentro del Congreso y que dialoga, incluso, con partidos oficialistas, especialmente con RN.
Así lo hicieron las diputadas de RD y RN Maite Orsini y Ximena Ossandón, respectivamente. Juntas impulsaron una moción para aumentar las pensiones en un 50%. También ha sido comentada la dupla de los senadores por Valparaíso Juan Ignacio Latorre, de RD, con su par de RN Francisco Chahuán. Ambos presentaron un proyecto de ley que busca eliminar de Dicom todas las deudas asociadas a fines educacionales y, además, trabajan en conjunto para crear un terminal especial para cruceros en Valparaíso.
“Hay veces en que tenemos más conexión con posturas de RN que con algunas conductas del Partido Humanista”, señalan en el bloque, donde no olvidan que fueron los votos de esos diputados los que impidieron que avanzara la reposición del voto obligatorio en el Congreso.
Distancia con el PC
Y mientras se acercan a RN, en el renovado Frente Amplio no desconocen su distancia con el PC. El jueves 14 de noviembre, cuando oposición y oficialismo intentaban llegar a un acuerdo constitucional en la sede del Congreso de Santiago, parlamentarios del FA que se sumaban al pacto compartían entre sí el pantallazo del tuit de la diputada del PC Karol Cariola. “¡Alerta! Hoy a las 11.00 am en el ex Congreso Nacional en Stgo. se montará una cocina para negociar un acuerdo q elimina del plebiscito la posibilidad de preguntar por la #AsambleaConstituyente. ¡Quieren tomar entre unos pocos una decisión q nos compete a todxs! #Catrillanca”, escribió Cariola.
Las palabras y la actitud del PC incomodaron al bloque, cuyos integrantes reconocen una distancia con los comunistas desde entonces.
El objetivo -dicen- es viabilizar los cambios para Chile y no dejarlo como un testimonio.
“Nosotros entendemos que los cambios no son de la noche a la mañana, pero hoy es el momento de iniciar transformaciones radicales al modelo”, resume la presidenta de Comunes, Javiera Toro.
Lejos de los partidos más tradicionales de la que alguna vez fuera la “izquierda extraparlamentaria”, las voces de este nuevo Frente Amplio suenan ahora más cómodas, con la libertad para alinearse tras su principal figura, Beatriz Sánchez, y construir alrededor de ella.