A los trabajadores, autoridades de gobierno, parlamentarios y dirigentes:
La crisis que enfrentamos producto de la pandemia mundial por el COVID-19, es una de las más difíciles desde la Pandemia de la Influenza del año 1957 que provocó 1,1 millones de muertos a nivel mundial, 116 mil en los EE.UU y en Chile 20 mil; es la humanidad que está en juego y peligra su existencia y por otro lado tendrá un impacto económico que traerá una recesión y desempleo. Lamentablemente, no vemos que las personas estén en el centro y prioridad del interés gubernamental; la mera postergación en el pago de los servicios básicos no es solución, no se entiende que la defensa de puestos de trabajo sea con cargo al seguro de cesantía, que cubre a un poco más de la mitad de la fuerza laboral, dejando fuera a los trabajadores informales y de mayor riesgo, también a los migrantes, además los trabajadores de la salud están agotados y con escasez de elementos de protección, como los trabajadores recolectores de basura y tantos otros.
Hay una falta de empatía de la elite del país para enfocar como su centro el interés de las personas antes que buscar supuestos equilibrios macroeconómicos, sin tocar los paradigmas del ABUSO y las causas de la desprotección social. Los fondos de pensiones han sufrido millonarias pérdidas que afectarán las paupérrimas pensiones que ya tienen quienes han trabajado toda una vida, la ELITE usa los mecanismos institucionales de manera que no se toquen los fundamentos del lucro y del mercado concentrado que sustentan el sistema de poder en el país. Un ejemplo de consecuencia capitalista y de mercado, lo ha realizado Australia, que puso un filtro severo a las inversiones extranjeras, para defender a las empresas locales de intereses financieros predatorios y oportunistas, además aprobó un paquete de más de 80 mil millones de dólares a las empresas que lo requieran para poder seguir pagando los salarios a sus trabajadores.
Tomando en consideración las experiencias extranjeras, una de las acciones más efectivas ha sido la cuarentena nacional total, con lo cual se evitan las aglomeraciones fuente principal de contagio; ¿Por qué no se aplica en Chile? ¿Cuáles son los impedimentos?. Las explicaciones entregadas por el Ministro de Salud son poco convincentes. Chile entero reclama esta medida. CUARENTENA NACIONAL con derecho al trabajo y salario.
Es reconocido que ciertos no pueden paralizar, porque son imprescindibles, tanto en el área privada como pública; en estos casos es fundamental asegurar las óptimas condiciones de seguridad e higiene para todos los trabajadores y no continuar trabajando en condiciones paupérrimas como lo consignan las denuncias que recibimos a diario.
En la misma línea se deben garantizar las remuneraciones y la estabilidad laboral. No pueden continuar los despidos y bajas de remuneraciones. El último dictamen de la DT que deja exentos de estas obligaciones a los Empresarios es impresentable, y tenemos la convicción que en este caso, una acción de protección es la única vía procesalmente idónea para amparar los derechos amenazados, y en nuestra legislación los juzgados de letras del trabajo son los órganos jurisdiccionales competentes para conocer de “las reclamaciones que procedan contra resoluciones dictadas por autoridades administrativas en materias laborales, previsionales o de seguridad social, y estamos trabajando para llegar a esa instancia.
La mayoría de los países han destinado el 10% del PIB para paliar este flagelo y Chile solo el 2%; hablan de un 4% porque incluyen los aportes de los propios Trabajadores. Aquí debe operar un subsidio directo a las Pymes y Trabajadores. Se observa demasiada improvisación de parte de la autoridad y las medidas se conceden gota a gota y por la presión de Alcaldes, Parlamentarios y mundo social en general. Es necesario contar con un PLAN NACIONAL DE EMERGENCIA con la participación de los trabajadores.
El Gobierno. al abordar esta crisis con una estrategia diseñada en los marcos de la economía neoliberal está haciendo recaer los costos de esta crisis sobre los hombros de los Trabajadores. Todos los sectores deben aportar y en especial los Empresarios que han obtenido enormes ganancias con este modelo.
Por todo esto brota espontáneamente la indignación, angustia, inquietud y rabia, se percibe y se siente que las medidas tomadas son para capear el temporal, manteniendo la ética del lucro. Ante este escenario hacemos un sentido llamado al Gobierno, Parlamentarios, Alcaldes, Mundo Social organizado, Sindicatos y Partidos políticos para que prime la solidaridad, olvidar las rencillas políticas y se tomen las medidas urgentes, coordinadas, inmediatas para suprimir los contagios y poner fin a la pandemia, incrementar enormemente los recursos para ir en directo beneficio de los trabajadores y las Pymes. La vida es lo primero.
No Podrá haber paz en general, si el Trabajador que tiene un voto en lo político, no tiene una opinión en lo económico…
Firmantes:
Carlos Valenzuela G. Presidente Frente Sindical P.R.
Jaime Gajardo O. Encargado Sindical P.C.
Flavio Garrido S. Presidente F.T.D.C.
Amalia Pereira C. Encargada Nacional DENAS P.S.
Nino Mundaca S. Coordinador F.T.PRO.
Irene Celis F.T.D.C.
David Acuña M. DENAS P.S.
Analía Inostroza Frente Sindical P.R.
María Antonieta Escobar F.T.D.C.
José Galaz DENAS P.S.
Johanna Escanilla Frente Sindical P.P.D.
Patricio Argandoña F.T.D.C.
Andrea Palacios Frente Sindical P.R.
Fabián Caballero Vergara Encargado F,T, MIR
Luis Villazón Abogado Laboralista P.C.