Un nuevo capítulo del “trato preferente” que supermercados Líder otorga a algunas de sus organizaciones sindicales se acaba de escribir, esta vez en tribunales. Dirigentes de sindicatos no favorecidos por los aumentos de renta que beneficiaron a los dirigentes del Sindicato Interempresa de Lider (SIL) demandaron a Walmart por discriminación, solicitando una equiparación en las rentas. El tribunal reconoció indicios de discriminación pero rechazó la demanda argumentando que el aumento de sueldo estaba “justificado”.
El origen del “trato preferente”
En septiembre de 2007 se constituyó el Sindicato Interempresa en los supermercados Líder (SIL). En Abril de 2008 ese sindicato ya tenía cerca de 3000 afiliados en todo el país y firmó un acuerdo Marco con la empresa, el cual pretendía constituir un “techo” a las demás negociaciones colectivas, lo que valió un contundente dictamen de la Dirección del Trabajo.
Para que los dirigentes del SIL pudieran dedicarse libremente a la actividad sindical, la empreasa acordó con la directiva del Sindicato pagarle a sus directores y cuerpo de delegados “ejecutivos” un “bono corporativo” de $500.000 mensuales. Y a sus demás delegados, garantizarles el pago del bono de asistencia y puntualidad, sin cumplir con los requisitos.
Estos pagoss no eran gratuitos. Por eso, cuando 5 delegados del SIL denunciaron públicamente a la empresa por la venta de carne podrida, fueron sancionados: el SIL solicitó a la empresa que les quitara el bono corporativo.
Ello motivó que la empresa fuera condenada por prácticas antisindicales, acreditándose un “trato preferente” de parte de D&S (antecesora de Walmart) hacia el SIL. La sentencia fue confirmada por la Corte de Apelaciones de San Miguel y la Cuarta Sala de la Corte Suprema.
Traspaso del bono corporativo al sueldo base
Debido a las complicaciones que se le estaban generando, la empresa decidió “eliminar” el bono corporativo, incorporándolo a los sueldos base de los dirigentes. “Obviamente”, los dirigentes aceptaron y “privatizaron” un beneficio que era colectivo (antes se pagaba en atención a la calidad de dirigente). De este modo, trabajadores cuyo sueldo era cercano al ingreso mínimo lo vieron incrementado en $500.000 adicionales. Los bonos corporativos desaparecieron de las liquidaciones de remuneraciones, principal medio de prueba.
El nuevo fallo acredita los “sobresueldos”
Aburridos de este “trato preferente”, cerca de 40 directores de organizaciones sindicales nuevas demandaron a Walmart por discriminación, a objeto que se les pagara el “excedente de remuneración” (los $500.000 del desaparecido bono corporativo), retroactivamente y hacia el futuro, más una indemnización de perjuicios.
El informe que evacuó la Dirección del Trabajo y las liquidaciones de remuneraciones exhibidas acreditaron una desvergonzada realidad:
7 de los 11 directores del SIL tienen “remuneraciones que fluctúan entre los $856.000 a $1.822.932, siendo el promedio de la remuneración de estos dirigentes la suma de $1.022.845?.
Si se considera que Líder paga remuneraciones promedio de $300.000 mensuales, se obtiene que el Presidente del SIL gana hasta 6 veces más que muchos de sus socios.
Tribunal estima que hay discriminación, pero “justificada”
Contrastadas dichas remuneraciones con las de los dirigentes demandantes, el tribunal arribó a la conclusión que “efectivamente, existe una discriminación…hecho del cual, no solo hay indicios, sino que se ha rendido prueba directa al efecto”.
Sin embargo, de manera sorprendente el tribunal concluyó que dicha diferencia se encontraba “justificada”: se comenzó a otorgar porque el SIL tenía una gran cantidad de afiliados y los dirigentes debían viajar por todo el país, y “cuando se intentó eliminar esta prestación, fue reclamada por los dirigentes como un derecho adquirido…”.
O sea, el razonamiento de la jueza es que la empresa quiso “quitarles” el sobresueldo pero “no pudo porque se opusieron” (por lo que sería injusto condenarla). El argumento no solo es débil sino que además poco verosímil: a la jueza le bastó para tenerlo por acreditado tan solo la declaración de testigos de la propia empresa(!). Jamás hubo una denuncia si quiera.
De este modo la jueza estima que “hay discriminación”, luego agrega que es “justificada” y remate afirmando que esa simple explicación de la empresa era “suficiente” para concluir que “no hay discriminación” y que “en síntesis, se trata de un legítimo derecho del que hicieron uso los dirigentes del denominado sindicato “SIL” en su calidad de trabajadores individuales, de negociar las condiciones en que ejercerán sus funciones.”
De este modo el fallo valida los sobresueldos a dirigentes sindicales funcionales a las empresas y, talvez sin proponérselo, promueve que el “trato preferente” en Supermercados Líder permanezca indefinidamente en el tiempo.
Fuente: http://prosindical.wordpress.com
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