Hace un mes, el país vive una inédita sucesión de cuarentenas comunales para contener al coronavirus, que ya deja 12.306 infectados y 174 muertos en el país. La primera zona en confinarse fue Isla de Pascua, el 20 de marzo, cuando incluso aún no tenía contagios registrados.
A partir de esa fecha, la medida ha sido extendida y renovada semanalmente, y ahora son 24 las comunas en las que se aplicó o se está aplicando la cuarentena, en las que viven más de 3.688.000 personas. Es decir, uno de cada cinco chilenos ha estado encerrado por obligación en el último mes.
¿Ha sido efectiva esta medida? Sin duda, ha ayudado a controlar la enfermedad. Según el último informe epidemiológico del Ministerio de Salud, con datos hasta el 18 de abril, las comunas en las que se ha aplicado la cuarentena redujeron su cantidad de contagios nuevos, en promedio, en 30% a la segunda semana de encierro.
Donde mejor se puede apreciar esto es en el caso de las comunas de Santiago, Ñuñoa, Las Condes, Temuco, Chillán, Chillán Viejo, Osorno y Punta Arenas, donde la cuarentena se aplicó durante 20 a 29 días. Entre todas, sumaban 711 casos nuevos en su semana epidemiológica previa al encierro. A las dos semanas de claustro, tuvieron 494 casos (30% menos).
Pero esa es la foto general, pues a nivel particular, la medida ha funcionado más en algunas zonas que en otras. Por ejemplo, una de las cuarentenas más exitosas es la de Osorno, donde el encierro empezó el 30 de marzo, luego de que se registraran 106 enfermos en una semana. Tras el encierro, los contagios nuevos semanales cayeron a 57, 31 y 9.
Lo mismo ocurrió en Chillán y Chillán Viejo, comunas que sumaban 142 casos nuevos antes del encierro, cifra que luego cayó a 84, 42 y 13 contagios nuevos cada semana. Anoche, ambas comunas dejaron la cuarentena. Y en Punta Arenas, los casos nuevos cayeron 56% a la segunda semana de restricción (ver infografía abajo).
En la capital, también hay cuarentenas exitosas. En Santiago, la primera semana de encierro no hubo variaciones, pero en la segunda semana los casos nuevos cayeron en 56%. En Las Condes, los infectados nuevos se redujeron en 44% y en 80% en la primera y segunda semana de confinamiento, respectivamente.
En Puente Alto, la comuna con más casos activos (enfermos que pueden contagiar a otros) del país, el encierro parcial en su zona poniente redujo en 14% los casos en la primera semana. Y Vitacura es quizás el lugar donde más se detuvo al virus, pues luego de la cuarentena, la semana pasada registró solo tres contagios nuevos.
Finalmente, se puede observar que la medida es exitosa en comunas pequeñas, como Isla de Pascua, Cabo de Hornos y Nueva Imperial, donde los contagios se acabaron.
Michel Serri, infectólogo de la Clínica Dávila, dice que todavía no hay información muy clara sobre cómo se están ejecutando los encierros, porque dependen de muchos factores, pero que sí es posible observar que “en lugares donde la cuarentena se está aplicando de forma adecuada, hay una disminución de casos y de su incidencia”.
La cuarenta permitió que casi todas las comunas redujeran su cantidad de casos nuevos. Pero hay tres donde la tarea ha sido más difícil: Ñuñoa, Providencia y Arica.
Ñuñoa es una de las zonas que lleva más tiempo recluida, pues empezó su cuarentena hace 29 días, primero de forma total, y desde el 13 de abril de forma parcial, en la mitad norte del territorio. Pero los contagios se han mantenido invariables: si antes del encierro tuvo 36 casos nuevos, con el confinamiento reportó 44, 42 y 42 casos nuevos por semana.
¿Qué pasó? El alcalde Andrés Zarhi cree que esto se debe a la gran población de adultos mayores. De hecho, de los 71 casos activos que tiene, 25 corresponden a los abuelos del Hogar Italiano.
“Esta es una de las razones por las que creemos que la cuarentena en Ñuñoa se ha mantenido, pues en nuestra comuna tenemos 54 hogares de adultos mayores y no podemos poner en riesgo a esa población, que es a quienes más afecta esta enfermedad”, dice.
Cuenta que han implementado varias medidas para que ese grupo de riesgo se quede en sus casas, como la entrega de medicamentos, de alimentos y vacunas a domicilio. “Esperamos que la incidencia de casos disminuya y que la comuna pueda salir de este estado prontamente”, agrega.
En Providencia, la situación es similar. Estuvo en cuarentena entre el 25 de marzo y el 13 de abril, pero su curva no varió: registró 20 casos nuevos antes y después del encierro.
Otra comuna donde el Covid-19 no cede es Arica. Entró en cuarentena el 16 de abril, cuando los contagios nuevos, que llegaron a ser 60 semanales, venían a la baja. Pero eso se estaría revirtiendo.
El alcalde Gerardo Espíndola afirma que solo esta semana se han sumado 44 casos, de los cuales 30 fueron comprobados como positivos ayer, uno de los días con mayor cantidad de reportes. Aquí, es la falta de conciencia la que estaría provocando el brote, añade, pues 102 personas han sido detenidas por quebrar la cuarentena y 672 por no respetar el toque de queda.
“Hay una parte de la población que no tiene empatía con las personas de mayor riesgo ni con aquellos que hacen el esfuerzo por quedarse en sus casas. Es bien dura la situación que vive la ciudad, porque te encuentras con personas que salen a la calle de forma irresponsable”, acusa.
Lo mismo opina el infectólogo Serri: “En los lugares donde hay cuarentena y los casos no han bajado, eso está asociado principalmente al mal cumplimiento de la cuarentena, porque vemos mucha población circulando por las calles, exagera solicitando permisos», advierte.
El 2 de abril, Independencia bajó la cuarentena que tuvo por una semana. Según la autoridad sanitaria, los enfermos habían disminuido y ya no se justificaba esta medida. Pero ayer, volvió a enclaustrarse, luego de que los casos nuevos se duplicaran la semana pasada.
El alcalde Gonzalo Durán dice que bajar la cuarentena “fue un gran error”, porque la gente se relajó y salió a las calles. “Lo lógico era extender la cuarentena por 14 días y luego de eso tuvimos un aumento significativo de casos”, dice.
Según él, el hacinamiento es la principal razón del rebrote. “Un porcentaje importante de la población es migrante, y ellos no se contagian por ello, sino que por vivir en espacios reducidos, donde el virus se propaga con rapidez”, explica.
Durán plantea que se necesita aplicar más testeos y trasladar a personas hacinadas a residencias sanitarias. Además, pide reducir al máximo el flujo de personas en el barrio hospitalario, donde funcionan diversos recintos médicos, como el Hospital San José.
La efectividad del confinamiento también se puede observar al revisar la situación de las comunas donde esta medida no ha sido aplicada.
Según los datos epidemiológicos del Minsal, las 24 comunas que han tenido cuarentena registraron 1.108 contagios nuevos entre el 29 de marzo y el 4 de abril. En la semana siguiente (5 al 11 de abril), tuvieron 1.008 y luego cayeron a 587.
En el mismo período, las otras 322 comunas donde no ha habido restricción, registraron 1.171 enfermos nuevos en los primeros días de abril. Luego, se sumaron 1.153 y la semana pasada cayeron a 851, una baja menor a la que tuvieron las comunas en cuarentena.
Hasta ahora, las 24 comunas donde ha habido cuarentena tienen una tasa promedio de 32 contagiados por cada 100.000 habitantes, pues ahí se concentran los contagios. En cambio, en el resto del país, la tasa promedio es de 12 enfermos por cada 100.000 personas.