Al día Domingo del presente mes, cuando llevamos 242.355 contagios confirmados y 4.479 muertos confirmados con PCR, el gobierno continua con su actitud indiferente, la que a la fecha ha cobrado miles de vidas, mientras ha dejado endeudados a muchos trabajadores esenciales del rubro ventas, cobranzas y repartidores de las empresas alimenticias, que se han contagiado trabajando normalmente todos los día, ya que muchos de estos trabajadores han tenido que costear de sus bolsillos las atenciones médicas y los PCR (valores que van entre $25.000 hasta más de los $50.000) los necesarios para confirmar el covid-19, esto mientras el sistema de salud público está en total colapso y las mutuales como la ACHS se niegan a dar atención argumentando que el contagio pudo suceder en otro lugar y no mientras se esta trabajando.
Un claro ejemplo de lo que están sufriendo cientos de personas que se han contagiado por seguir trabajando, es la de un trabajador de Talcahuano de 39 años, que pasó de la UCI y la UTI del Hospital Las Higueras de dicha ciudad, los cuales a los días del alta médica le avisaron que tenia una deuda de $900.000 pesos, junto con esto una carta de despido por parte de la empresa en la que se desempeñaba cuando se contagió. Hoy esta persona no cuenta con trabajo ni con los medios para pagar una enfermedad que estuvo a punto de matarlo.
A pesar de todo esto y del silencio del gobierno, incluso de la CUT, es que cientos de trabajadores siendo conscientes del riesgo para ellos y su familia siguen levantándose cada mañana escuchando por parte de los jefes el mismo discurso de miedo » deben sentirse privilegiados por tener trabajo en esta crisis», donde solo expresan en todo su esplendor que no piensan en las vidas de los trabajadores, incluso cuando muchos de esto trabajadores dan aviso cuando les toca estar con personas contagiadas.
Si esto no fuera mucho, las empresas de alimentos, pone a sus vendedores y reponedores en las calles con metas para poder recibir un buen sueldo, metas muchas veces inalcanzable para muchos.
Ahora la pregunta es ¿Por qué debemos pagar por una enfermedad que nos puede quitar la vida? Es así como las empresas dejan en abandono a sus trabajadores, eludiendo su responsabilidad, sin soltar el dinero que se llevan a sus bolsillos.
Es por esto que cientos de trabajadoras y trabajadores hoy se organizan en diversos grupos y organizaciones, es necesario unirnos en una sola voz para gritar con fuerzas por nuestros derechos, como lo hacen los trabajadores de la salud y los usuarios del Hospital Barros Lucos en Santiago, con el Comité de seguridad y salud , algo que llevan también en Antofagasta hace meses, o los trabajadores despedidos de LATAM que hoy luchan por sus reincorporación a sus puestos de trabajos.