Durante la mañana del viernes 26 de junio, los matinales de los canales de televisión abierta transmitían desde un jardín infantil en la comuna de Maipú, denunciaban que funcionaba de manera clandestina.
El lugar contaba con un permiso falso para funcionar otorgado por Fruna, desde el gobierno negaron su validez y señalaron que estaba fuera de toda norma. El Ministerio Público determinó que las trabajadoras quedaron apercibidas y el representante de la empresa Fruna, Antonio Santiesteban Álvarez y la sostenedora del jardín infantil quedaron en calidad de detenidos.
Una de las trabajadoras y parte de la directiva del sindicato Nº3 de Fruna llegó hasta el lugar para denunciar que la empresa, violando todas las normas de higiene y seguridad producto de la pandemia, tenía funcionando el jardín infantil para que sus trabajadoras pudieran seguir cumpliendo con sus labores.
“Me avisaron a través de un mensaje de WhatsApp que estaba la prensa, y me vine corriendo desde la empresa para prestar apoyo a mis compañeras, porque están muy mal con esta situación, todas las mamás están en lo mismo, hay hasta jefas que están pasando por esto” declaró la trabajadora
En particular, con el tema del jardín infantil clandestino, la trabajadora señala que hay más de otras 30 trabajadoras, incluidas haitianas y venezolanas, que estaban obligadas a llevar a sus hijas e hijos a este lugar ya que no les quedaba otra opción más que seguir trabajando, algunas de ellas debían recurrir a vecinas o familiares para que les cuidaran a sus bebés. “Ni siquiera nos daban la opción de venir a amamantar a nuestros hijos”.
Parte del relato de la trabajadora señala que la Municipalidad de Maipú estaba al tanto de la situación, desde el inicio de la pandemia, el sindicato envió una carta notificando de todas las irregularidades que estaban ocurriendo, la no entrega de guantes, mascarillas, ni ningún tipo de elemento de seguridad para prevenir contagios. Sin embargo, la alcaldesa de la comuna, la derechista y cercana a la UDI, Cathy Barriga les respondió que no podían hacer nada y que ellos debían hacer la denuncia en Carabineros. “Ni la Municipalidad, ni la Inspección del Trabajo, nos escucharon”.
“En la empresa toda la gente tiene miedo, sacan de repente a 3 o 4 personas con fiebre, muy mal, enfermos. Hay contagios, uno llega con miedo, llegamos con miedo de que nos echen, nos juntamos todos juntos en el pasillo, en el casillero, no es digno, y arriba los jefes de planta están escondidos en sus oficinas y nos nos dejan entrar, nosotros somos animales para ellos”
El historial de abusos patronales de la empresa Fruna no sólo ha sido desde el inicio de la pandemia sino desde siempre. En 2017, uno de sus trabajadores, Rolando Venegas de 45 años, se quitó la vida al interior de la fábrica, dejó una carta que culpaba de su decisión a su jefe directo, José Luis Flores, apodado por las y los trabajadores como “El Perro” luego de que éste, durante años, constantemente lo humillara delante de sus compañeros/as, además de sufrir también acoso laboral. Hasta el momento, producto de un brote de Covid, hay registro de 7 funcionarios que han fallecido a causa del virus.
Una empresa que mata a sus trabajadoras y trabajadores, debe ser expropiada sin pago a sus dueños, José Antonio Santiesteban y a su hijo y heredero Nicolás, bajo control obrero, para garantizar la vida de sus trabajadoras y trabajadores.