La catarsis de Unidad Constituyente: mientras Heraldo Muñoz la da por muerta, Narváez profundizó sus críticas al PC-FA acusándolos de liderazgos «pequeños y mezquinos»

La imposibilidad de haber suscrito listas para las primarias legales, tienen al sector de la denominada Unidad Constituyente aún sangrando por la llaga. Para varios, todavía debe pasar mucha agua bajo el puente para reconstruir confianzas con el bloque de los comunistas y frenteamplistas. Además, pusieron en duda el liderazgo de Gabriel Boric, al no haber logrado doblar la mano de su partido; Convergencia Social.

La fallida negociación para que el Partido Socialista (PS), apoyado por el Partido por la Democracia (PPD), Liberales y Nuevo Trato pudiese haber inscrito al partido en la primaria legal junto al Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA), dejó una herida de lenta cicatrización y de profundas desconfianzas que —varios creen— serán bien complejas de superar en el corto plazo.

Mientras que desde la centroizquierda acusan a la «métrica electoral» como el factor de veto que recibieron, sin autocrítica de por medio. Desde el FA, a través de Gabriel Boric entregaron su versión de los hechos, señalando que la razón tuvo que ver con como eventualmente pactar con el PPD podía significar la fuga de los independientes del sector.

En este contexto, con un escenario incierto por delante, desde el PS, a través de su abanderada, Paula Narváez, salieron a marcar diferencias con el bloque liderado por Daniel Jadue y Gabriel Boric, en busca de evitar el desangramiento de sus bases.

Narváez, que ya había mostrado un cambio de tono, una vez dejaron la mesa de negociación, profundizó en los cuestionamientos al comportamiento que —según acusa— tuvieron sus ex socios de un par de horas.

«Ellos no dan garantías para hacerse cargo del país, porque tienen una visión estrecha, de crecer ellos mismos, no tienen la vocación sincera de gobernar el país con generosidad. No la tienen y lo demostraron ese día», dijo, en entrevista con La Tercera.

La candidata presidencial del PS precisó que «aquí lo que hicieron fue la utilización histórica de una métrica de la antigua política, de decir cuántos votos yo podía tener en función de los apoyos recibidos y decir “esto no nos conviene”. Política chica, no edificante, de la que no quiero formar parte».

Y es que para Paula Narváez todo «era un llamado a la unidad falso, fingido, inconsistente». Contó al matutino que «esta gente avanza y retrocede en función de sus propias conveniencias, por eso digo que no dan garantías de gobernabilidad, porque depende de cómo les vaya a ellos. Y no pues, tenemos que levantar y dar esperanza al país, tenemos que recuperar la economía, dar garantías al proceso constituyente, escribir una nueva Constitución. Todas tareas de una envergadura gigantesca que no son consistentes con liderazgos pequeños, mezquinos, que sólo piensan en sí mismos, que además se llenan la boca de conceptos que no manejan y que no son capaces de sostener hasta el final».

La ex ministra de Bachelet se define como una demócrata y declaró que «a pesar de la molestia y las dificultades siempre estoy dispuesta al diálogo y a la conversación. A tender puentes. No se puede claudicar de ello, aunque debe pasar agua bajo el puente».

«Las diferencias quedaron evidenciadas ese mismo día, en términos de que yo cumplo mis compromisos, que tengo un mismo discurso en lo privado y lo público, que encarno un proyecto transformador y feminista respetuoso de las diversidades y sin autoritarismos. Represento a una izquierda democrática a diferencia de una izquierda patriarcal y autoritaria», reiteró.

Narváez aprovechó el vuelo y apuntó directo a uno de los flancos débiles del candidato frenteamplista, Gabriel Boric, de quien puso en cuestión su liderazgo, señalando: «Sobre Gabriel y su llamado hasta última hora a sumarnos, le quiero decir con cariño que no sirve una llamada políticamente correcta, pero que no se funda en la capacidad real del ejercicio del poder de su liderazgo sobre su propia fuerza política».

Desde el lado del PPD, su ex candidato presidencial, Heraldo Muñoz, dio por terminada la Unidad Constituyente, indicando medio antes consignado que «en la práctica no existe, fue un pacto electoral específico». Además, recordó al PC cuando pedían cargos en momento en que ejerció como Canciller en el ex gobierno de Michelle Bachelet.

«Nunca hubo problemas en estar juntos a los supuestos neoliberales con ministros y subsecretarios comunistas durante el gobierno de la Nueva Mayoría y nunca tuvieron problemas en negociar conmigo embajadores y agregadurías para militantes del PC».

La idea era no ahuyentar a los votantes independientes

Por su lado, Gabriel Boric salió a defender la postura del bloque, al tiempo que asumió las diferencias de postura entre él y su partido.

«Chile está cambiando de forma muy telúrica y es importante pensar en el mundo independiente. No podemos soslayarlo, y por lo tanto se privilegió mantener la posibilidad de tender puentes hacia allá. Habría sido mucho más difícil», sentenció el diputado Boric a la prensa escrita, confirmando que le cerraron la puerta al PPD para no ahuyentar a los votantes independientes.

El parlamentario frenteamplista comentó que «toda negociación es complicada» y que, si el resultado hubiese sido otro, «tendríamos gente que nos diría que cómo es posible que hayan firmado un pacto con el PPD, que estaban vinculados con Soquimich y que para eso yo no firmé».

«Cualquier decisión trae costos y uno nunca va a dejar contento a todos. Espero que quienes decidan legítimamente desafiliarse, puedan seguir encontrando espacios y tenemos el deber de proveérselo», manifestó.

Respecto a las diferencias del bloque con su partido, Boric recordó que hace tres o cuatro años sacó una carta condenando explícitamente las violaciones a los derechos humanos en Venezuela «y también recibí críticas». A su juicio, «lo del 15/N fue tremendamente complejo; tomamos el camino correcto. Pese esas diferencias, mi partido y el FA han decidido que yo soy su candidato presidencial. Son momentos difíciles en que hay que tomar decisiones que no son compartidas por todos, quizá haya que remar algo contra la corriente».

«Yo no soy un monigote de nadie, tengo mis posiciones, las defiendo y gracias a esa coherencia se reconoció ese liderazgo para encabezar esta candidatura presidencial. En la primaria aspiramos a ganar», concluyó.

Fuente: El Mostrador