El Secretario General de las Comisiones Obreras de Castilla y León (España), Ángel Hernández, estuvo de visita en nuestro país, instancia en la que participó de eventos organizados por la Confederación de Sindicatos Interempresas (CSI). Ahí, se reunió con diversos actores del mundo sindical y autoridades en materia laboral. En esta entrevista, Hernández, habla sobre el estado de la legislación laboral española y reflexionó sobre la situación de los sindicalistas en Chile.
¿Con quiénes se han reunido en Chile?
Nuestros lazos naturales son con la CUT, y a través de la central con organizaciones que están afiliadas a ella. Hemos venido a asesorar o a intercambiar experiencias en relación con todo lo que tiene que ver con la formación a los trabajadores ocupados y desocupados: orientación profesional, legislación laboral, etc.
Hablamos con mujeres que quieren tomar iniciativa como emprendedoras, con los técnicos de las oficinas de empleo, con el Alcalde del Bosque, charlar con la presidenta de la CUT, saludar a la presidenta de la República de Chile, con los amigos que tenemos en Chile en el mundo sindical. Conversamos con dirigentes del SIL.
En su participación en el Mujerazo, que fue el lanzamiento de la secretaría de género del SIL, evidenciaron su interés por los temas concernientes a la mujer, ¿qué se puede hacer o cuál es el camino a seguir para conseguir equidad en las condiciones laborales entre hombres y mujeres?
Lo primero es Negociación Colectiva, y segundo que en la negociación no se pueda y no se deba discriminar salarialmente. No es posible que en un mismo trabajo haya un salario diferente en función de una cuestión de género.
En Europa y en casi todo el mundo, las mujeres cobran menos que los hombres, aunque en España los salarios que están en la negociación colectiva son iguales. ¿Por qué? Porque sus contratos son de menor duración, y segundo porque ocupan los puestos de trabajo de menores categorías.
Sobre la diferencia salarial en España, ellas cobran un 20 % menos que lo que cobramos nosotros. Aunque, todos cobramos lo mismo, pero ellas trabajan menos horas, hacen trabajos temporales, y en vez de ser mandos son las que limpian, las cajeras, es decir, tienen las categorías más bajas de empleo; es ahí donde está la diferencia salarial.
Lo que tiene que ahondar la negociación colectiva es generar en las empresas de los sectores planes de igualdad que faciliten que haya porcentajes de mujeres en todas las categorías equivalentes. Hay sectores donde la mujer no está ni ha estado representada: construcción, minería, etc. Pero en el comercio, la administración, la educación, la sanidad, no tiene ningún sentido que haya esa discriminación de las categorías profesionales, que son las que dan al final la discriminación salarial. Esto no soluciona el problema, sino que debe haber un cambio de chip mental, pero no de Chile, sino global en los contratadores públicos y privados.
En su la página web, ustedes publicaron una nota sobre el convenio que realizaron con la comuna de El Bosque, ¿cuál es el interés que tienen ustedes en hacer este tipo de alianzas, es la única en Chile, tienen experiencias en otros países?
Es la única. Normalmente trabajamos con las organizaciones sindicales, en temas de experiencia sindical de negociación colectiva. Pero, este terreno es más sindical, tiene un carácter más técnico de cambiar opiniones con un servicio público municipal, chileno en este caso. Y ha sido una experiencia interesante.
El convenio lo que pretende es poder generar un foro donde podamos tener toda nuestra legislación y nuestras prácticas, lo más actualizado posible y los chilenos nos envíen sus experiencias y bueno ver por dónde funciona la cuestión.
El subsecretario lo dijo en el seminario del CSI, no sé si la presidenta apuntó algo, pero el responsable de este trabajo es el Sence, con quienes también nos reunimos. Ellos tienen un objetivo de formar en los próximos tres o cuatro años a 450 trabajadores chilenos, especialmente jóvenes y aquellos con baja cualificación profesional, para darle una capacitación; puede ser un buen comienzo.
¿A qué deben apuntar los programas de formación?
En los programas de capacitación debe haber una cierta legislación nacional para que se garantice que los criterios de esa formación son iguales para todos los sitios y no dejarlo a la discrecionalidad de si un determinado municipio, tiene mayor o menor interés político en ese tema. Porque creo que en estas cosas hay que garantizar la igualdad de oportunidades a la gente y no dependa de que si el alcalde le preocupan más estas cosas.
Además, es muy importante que en la planificación del diseño de ese programa nacional y de su ejecución luego, las organizaciones empresariales y las sindicales tengan voz.
- Realidad Sindical
¿Cuál es el análisis que hacen ustedes del estado actual de la legislación chilena en materia laboral?
Es una legislación que no se corresponde con un estado democrático, tiene mucho más que ver con la época de la dictadura militar y todo el sistema económico que dejó la escuela de Chicago. En ese escenario, sería razonable que hubiera una reforma en ese sentido.
En el diálogo con los dirigentes sindicales chilenos, ¿cuál es la apreciación del estado en que se encuentran estas organizaciones en comparación con la realidad española?
Los sindicatos son diferentes. Las comparaciones son imposibles e incluso odiosas. Pero sí que he podido conversar con ellos y ayer me pedían mi opinión los dirigentes del Sindicato Interempresas Líder (SIL), y nos dijeron ¿cómo nos ves? Yo llevo viniendo a Chile hace 6 años. Y en ese entonces, si me hubieran dicho que iba a escuchar de los sindicatos interempresas y el discurso de Bárbara Figueroa, no me lo podía pensar. He visto avances enormes en el discurso y en la práctica.
En materia de negociación colectiva las cifras en Chile son muy bajas, siendo que en ella está la clave para que los trabajadores puedan mejorar sus condiciones. En España, ¿cómo se da este proceso?
En España los trabajadores de las micros y pequeñas empresas, están amparados con convenios estatales. Las empresas medianas o grandes tienen convenio de empresas.
En un sindicalismo una práctica de negociación colectiva, en que se negocia por empresa, pues las tasas tienen que ser muy bajas. Entre otras cosas, porque, por ponerte un ejemplo, los trabajadores de un sector que están amparados en España por un convenio estatal es doblegado a aplicárselos a todos, en todas las empresas y a todos los trabajadores, en el momento que tiene la firma que marca la ley de la representación de los sindicatos de ese sector, que sean mayoritario los que firman, ya esta aplicación es general a todo el mundo, afiliados o no, se tiende a una mayor universalización de la negociación colectiva.
También es cierto que las últimas reformas de la legislación laboral española, hay intentos por parte del gobierno de impedir esa universalización, intentando darle una mayor importancia al convenio de empresas que a un convenio sectorial. Pero, claro, uno puede negociar un convenio de empresa en condiciones de tener fuerza por tener un número determinado de trabajadores. Pero en una empresa en que hay tres trabajadores el dueño y el encargado es el primo del dueño, no se puede. El sistema chileno de Negociación Colectiva es una trampa, en realidad no hay negociación colectiva, a mi juicio.
Con respecto a los sindicatos interempresas, que acá son escasos, en España existe regulación entorno a cómo deben negociar, ¿cuál es a su criterio el camino que Chile debería seguir a propósito de este tipo de sindicatos?
El exceso de proliferación de sindicatos por empresas, lejos de dibujar un panorama de mucha sindicalización, juega justamente lo contrario: es una diáspora de intereses que le conviene a la empresa. En España se dice: divide y vencerás, la opción contraria a la división es la unión.
Los sindicatos en mi país son generales, y esos sindicatos están o no representados en una determinada empresa, pero de una misma organización sindical sólo hay una estructura. Yo no me trago eso en la cabeza que en una empresa haya equis cantidad de sindicatos y que muchos de esos estén luego agrupados en una misma federación que a su vez están agrupados en otros. Entonces, ¿cuál es el problema para que solo haya uno? Seguramente personalismo. Y esas cosas hay que acabarlas, porque estar en el mundo sindical no es una cuestión de beneficio propio, es de servicio a los trabajadores.
- Proyecciones
En qué están ustedes trabajando actualmente en España, ¿cuáles son proyectos a futuro?
Recuperar lo que hemos perdido es un objetivo a medio paso. Tenemos que intentar recuperar aquellas cosas que hemos dejado en la cuneta, como consecuencia de la gravísima crisis económica que está padeciendo España y en cierta medida, también la decadencia económica y social de Europa.
Pero sobre todo, buscar los elementos para que los cinco millones y medio que no tienen trabajo en España, vuelvan otra vez a tenerlo, porque -no sé quién decía- que el trabajo mata, pero muerto estás si no tienes trabajo. Tener trabajos dignos, porque es la única forma de sacar el país adelante, en eso estamos.
La Crisis, ¿cuál sería la solución?
Hemos ido reivindicando desde el mundo sindical hacer trabajo en conjunto entre empresarios, gobierno y trabajadores, para ir solucionando la crisis. Pero eso supone negociación, supone ralentizar los tiempos, las políticas negativas y lo que ha ocurrido en este período que para poder hacer los recortes, se ha rehusado ese escenario de confrontación, que por otra parte pudo haber dado muy bueno réditos al país, como siempre lo ha hecho, hay que volver a esa senda.
¿Cuál es la impresión que les queda respecto a Reforma Laboral que propone la Nueva Mayoría?
Sería un buen punto de partida, si la parte nuclear de la propuesta se llevará adelante. Seguramente no será todo lo que se necesite, pero por algún sitio hay que empezar. Y de que es necesario, pues claro, es necesario.
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