El hecho habría sido evidenciado luego de una serie de finiquitos a funcionarios de la Dirección de Educación Municipal de Santiago. Quien firma en los documentos como «ministro de fe» no estuvo presente en ninguna de las ocasiones donde los funcionarios desvinculados fueron a firmar sus finiquitos.
Ad portas del cambio de jefe comunal en la Municipalidad de Santiago, un grupo de trabajadores dieron a conocer una denuncia sobre una serie de irregularidades cometidas por la actual administración de Felipe Alessandri. Alrededor de 60 miembros de la Dirección de Educación Municipal (DEM) fueron finiquitados a fines de 2020, y habrían «leído y ratificado» delante de un ministro de fe que jamás existió.
Según cuentan funcionarios de la Municipalidad de Santiago, entre noviembre y diciembre del año pasado se terminó contrato de forma unilateral con alrededor de 60 miembros de la Dirección de Educación Municipal (DEM), que considera al personal paradocente de los distintos establecimientos educacionales de la comuna. Durante la mañana del 02 de diciembre de 2020, la DEM citó a los funcionarios despedidos a firmar el término de sus prestaciones laborales a su oficina ubicada en el 15° piso de Teatinos 950.
«En ese lugar, muchos funcionarios se percataron que no les habían pagado algunas asignaciones, como vacaciones y otros beneficios. Así que escribieron al final del documento ‘reserva de derecho’«, explica el presidente de la Asociación de Funcionarios de la Educación de Santiago, Sergio Jofré. Dicha reserva permite que los funcionarios, a pesar de haber firmado el finiquito, puedan demandar las prestaciones adeudadas ante los Tribunales laborales.
Dicha denuncia se materializó, y llevaron esta situación a instancias judiciales. Sin embargo, la sorpresa se la llevaron las y los funcionarios cuando respondieron desde la administración liderada por Felipe Alessandri. En el transcurso de la litigación, la municipalidad presentó los documentos supuestamente firmados por los funcionarios y funcionarias finiquitadas, donde aparecía que el documento se «leyó y ratificó» ante un ministro de fe, Patricio Ossa Cortés, actual secretario municipal de Santiago.
«Yo acompañé a muchos funcionarios a firmar su finiquito, y en ningún caso estaba presente el señor Ossa como ministro de fe», afirma Jofré.
El documento anterior es uno de los que la Municipalidad de Santiago presentó ante las audiencias del 1° y 2° Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago. Allí se aprecia que al final se explicita «Leyó y ratificó ante mí». Sin embargo, de los funcionarios finiquitados nadie recibió y firmó este documento en presencia del ministro de fe mencionado, Patricio Ossa.
Ante esto, Sergio Jofré, junto a 22 funcionarios afectados presentaron una demanda ante el 2º Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago por «falsificación o uso malicioso de documentos privados», amparados en los artículos 197 y 198 del Código Penal. «En el transcurso de la litigación, los abogados de la Municipalidad continuaron diciéndole a los jueces que el documento es verdadero», afirma Jofré. A juicio de él y de su abogado, el hecho de mencionar a un ministro de fe que no estuvo presente al momento de firmar, hace que dicho documento sea falso y cualquier uso de él incurriría en el delito antes imputado.
La ausencia de Ossa como ministro de fe se encuentra ratificada en todas las instancias judiciales que los funcionarios municipales interpusieron para que sus asignaciones pendientes fueran pagadas. De una de las causas, se desprende de la sentencia que «el finiquito de fecha 2 de diciembre de 2020 aparece suscrito por el Secretario Municipal, señor Patricio Ossa Cortés, habiéndose producido prueba que establece fehacientemente en el proceso que el día de la suscripción del instrumento en las oficinas de la DEM municipal que otros trabajadores concurrieron al lugar, pero no el ministro de fe».
Uno de los testimonios entregados por la jefa del departamento de gestión de personal de la DEM, Sonia Díaz, ante una de las audiencias realizadas, indicó que el secretario municipal indicado no estuvo presente al momento de las firmas de finiquitos. Además, Díaz reconoció ante el Juzgado que «no lo conoce pero sabe que trabajaría en otra dependencia de la municipalidad».
Armando Henríquez, uno de los funcionarios afectados por esta presunta falsificación de documentos, relató que ese día le indicaron que debía ir a firmar su finiquito a la DEM, y no al establecimiento educacional donde se desempeñaba. «Nos hicieron leer y firmar, pero estaba lleno de gente en ese lugar. Algunos estaban firmando sus documentos en el pasillo».
Otro de los afectados, de quien se reserva su identidad, habría sido notificado de su despido cuando se encontraba hospitalizado en un recinto de salud de la capital. Debió firmar un poder simple a una asistente social para que le llevara el documento hasta el establecimiento de salud para firmar, una vez más sin la presencia de Ossa como ministro de fe.
Esta denuncia, interpuesta ante la Fiscalía Centro, señala que la Municipalidad de Santiago, conociendo que los finiquitos daban cuenta de un hecho falso, «han buscado burlar a los Tribunales. Esto, presentando documentos y afirmando que cumplían con todos los requisitos legales, lo que no es efectivo». La acusación señala además que «a pesar de confirmar la ausencia del funcionario señalado en las referidas causas, los funcionarios de la Ilustre Municipalidad de Santiago dan cuenta del conocimiento que ellos tienen de estos hechos, y por tanto, sabían que los finiquitos dan fe de un hecho falso».
«Muchas de las personas afectadas buscaban recibir solamente el dinero que les corresponde. Solo eso piden. Es por eso que causa tanta consternación que el municipio llegue a hacer este tipo de cosas para evitar los pagos», concluyó Jofré al respecto.