Ampliar la negociación colectiva a empresas de la defensa nacional, eliminar el remplazo en la huelga, titularidad sindical, que los sindicatos tengan mayor información al momento de negociar y más horas sindicales para los dirigentes, son parte de la discusión que está liderando el gobierno antes de dar a conocer la propuesta final y enviarla al congreso.
Quedan tan sólo tres meses para que se acabe el año y con ello vence el plazo autoimpuesto por el gobierno para presentar la reforma laboral anunciada durante la campaña presidencial. Lo cierto es que aún no está todo definido y se barajan múltiples opciones para “atacar” los puntos estructurales: como titularidad sindical y fin al remplazo en la huelga, desde la prohibición total, eliminando incluso la posibilidad de que empleados no sindicalizados puedan asumir las tareas de los huelguistas, hasta la prohibición parcial durante los primeros días de paralización y la realización de turnos éticos que permitan el funcionamiento de ciertas maquinarias y equipos técnicos.
Pese a que hace algún tiempo existían algunas dudas sobre si convenía avanzar en esta materia en un escenario de desaceleración, hoy la discusión está centrada en cómo hacerlo. Durante esta semana el gobierno inició rondas formales de conversación con los integrantes de la comisión del trabajo de la cámara baja, ex ministros y ex subsecretarios con el fin de ver los contenidos de la iniciativa.
“Vamos a avanzar en una agenda que va a ser responsable, que va a ser dialogante y que nos va permitir llegar a menores niveles de conflictibilidad”, señaló la ministra Javiera Blanco.
La tercera – y actual – minuta reservada del Ministerio del Trabajo incluye los temas que ha abordado la autoridad desde los primeros días de agosto. Esta, da cuenta de cuales serian los pilares de esta reforma. A continuación les presentamos los siete puntos que se están trabajando:
1) Se estudia que el sindicato interempresas asuma la titularidad: El proyecto de ley que se está elaborando, establece que el sindicato será el principal sujeto de negociación, y será el dueño de los beneficios conseguidos durante la negociación. Así la empresa no podrá extender los beneficios a todos los trabajadores. Lo que se busca es “promover organizaciones sindicales representativas y desalentar la figura del polizón, que es el trabajador que se beneficio de la negociación colectiva sin participar de la actividad sindical.
2) Se prohibiría remplazar a los trabajadores en huelga con los que no lo están: Hasta ahora las señales que ha entregado el gobierno apuntan a que la reforma laboral prohibiría el reemplazo en periodos de huelga. Sin embargo, se están discutiendo distintas posiciones sobre este tema, como prohibir el reemplazo de funciones: es decir que los trabajadores de una empresa que no adhieren a la paralización, no puedan asumir las tareas de los huelguistas. También se ha analizado prohibir que los trabajadores en huelga sean remplazados por personal subcontratado y el reintegro individual de los trabajadores que quieran descolgarse de la movilización. “Esta posición supondrían la paralización total de la empresa y además haría que la legislación laboral incursionara en aéreas de índole comercial como es la relación de las empresas mandates con las subcontratadas, informó al diario El Mercurio”.
3) Sindicatos accederían a información tributaria, financiera y planes de inversión: Hoy los empleadores tienen la obligación de entregar a los sindicatos los dos últimos balances de la empresa, antes o durante la negociación colectiva. El proyecto incorporaría la obligación de entregar información tributaria, utilidades, costo de la mano de obra detallado y planes de inversión.
4) Beneficios incluidos en un contrato vigente sería el piso de una nueva negociación: El proyecto incorporaría la idea de reconocer como piso mínimo en una negociación los acuerdos obtenidos en la negociación anterior. Sobre este punto también se han discutido distintas alternativas, una que pretende incluir como piso mínimo sólo los reajustes salariales e ingresos regulares de los trabajadores y otra que plantea incluir todos los beneficios económicos. Lo que se pretende es incluir como piso mínimo sólo los ingresos regulares y además establecer oportunidades para que las empresas puedan eximirse de esta obligación bajo ciertas condiciones económicas excepcionales. “Se busca un procedimiento y un organismo que resuelva las exclusiones” dijeron desde el gobierno.
5) Empresas como Famae o Asmar también podrán negociar colectivamente: El proyecto también eliminaría las exclusiones y restricciones que impiden negociar colectivamente a los empleados civiles de las empresas de la Defensa Nacional. “La idea es ampliar la cobertura de la negociación colectiva sólo para los trabajadores que se rigen por el Código del Trabajo, pero no están contemplados los militares ni los civiles que se desempeñen bajo el estatuto administrativo” señalaron desde el gobierno.
6) Se agilizaría el procedimiento para decretar una huelga: La reforma apunta a simplificar este procedimiento, acotando los plazos para presentar el proyecto de contrato colectivo, respuesta del empleador, periodo de negociación y medición. La incitativa, señalan fuentes de gobierno, “ayudará a reencauzar una conflictibilidad laboral que, de manera creciente, está buscando salidas por vías extra institucionales, como lo son los paros al margen de la ley”.
7) Aumentarían horas que se podrá dedicar a la actividad sindical: El gobierno estudia aumentar el número de estas horas, diferenciado por tamaño de la empresa. Además se estudia aumentar las materias a negociar.
Sin embargo, las reformas laborales no agotan la agenda del Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Esta incluye el fortalecimiento del empleo y de la institucionalidad laboral (dándole mayor fuerza a la Dirección del Trabajo), además de la protección de los derechos colectivos de los trabajadores.
Parece cierto que estos cambios legislativos van a chocar con una oposición que la encontrará “impropia en tiempos de desaceleración económica”, a lo que el gobierno responderá que para los que se oponen, nunca será el momento adecuado
Por otra parte, es también predecible que las directivas sindicales encontraran insuficientes las propuestas gubernamentales.
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