Oscar Araneda es el Presidente del Sindicato de Trabajadores de la tienda Arauco Maipú de la Empresa Falabella. Tiene 51 años y se desempeña como auxiliar de abastecimiento. En esta entrevista, Oscar nos cuenta cómo nació el sindicato que hoy lidera, la vulnerabilidad que viven día sus compañeros de tienda y la exitosa negociación colectiva que acaba de finalizar.
El 8 de mayo del 2013 se constituyó el Sindicato de Trabajadores de la Empresa Falabella Arauco Maipú. Comenzó con 84 personas y hoy, esa cifra subió considerablemente. Son 248 socios, es decir, más del 70% de los trabajadores de la tienda son parte de este sindicato.
¿Por qué decidiste ser dirigente? ¿Cuándo se formó el sindicato?
El bichito de lo social siempre lo he tenido en mi ADN y cuando llegué al mundo del retail, me di cuenta de lo vulnerable que estamos quienes nos desempeñamos en esta industria, por eso decidí y le plantee a mis compañeros que era hora de organizarnos.
Dos o tres veces se había tratado de formar una organización de trabajadores, pero ante cualquier intento, desde la empresa amedrentaban a la gente, llegando incluso al despido. Pero lo que nos hizo cambiar radicalmente, fue enterarnos que los gerentes de la tienda querían formar un sindicato pro empresa. Si eso pasaba, sólo se mantendrían las nefastas condiciones laborales que hasta esa fecha teníamos. Nos postulamos a la dirigencia y les ganamos por paliza a la lista pro empresarial. Ahí comenzó mi historia como dirigente sindical.
Cuando hablas de nefastas condiciones laborales, ¿a que te refieres?
Cuando entras a trabajar al sector del retail, vas a la entrevista y las cosas te las pintan de una manera pero en la práctica, te vas dando cuenta que nada de lo que te prometieron es cierto. Por ejemplo, en la tienda Falabella Arauco Maipú no teníamos ningún tipo de beneficio, el bono de colación y movilización era paupérrimo, el bono de navidad y fiestas patrias era un saludo a la bandera y ni hablar de un aumento de sueldo considerando el IPC. Eso en la parte monetaria, porque el ambiente laboral también es pésimo. El stress con que tienes que lidiar día a día es horrible, por un lado los malos tratos de los jefes y por otra, la inseguridad adentro del local, por las bandas de mecheros que siempre andan rondando.
El sindicato hoy representa a más del 70% de los trabajadores de la tienda, ¿a que atribuyes tú ese nivel de sindicalización en Falabella Arauco Maipú?
Lo principal es que tenemos un sindicato que es cercano con cada uno de los socios. Mis compañeros y yo recorremos todos los pisos para interiorizarnos de los problemas que tiene cada trabajador, los conocemos a todos por sus nombres. Es una tarea difícil pero no imposible. La clave, insisto, es que somos dirigentes cercanos, que la gente se da cuenta que estamos aquí por ellos, que trabajamos para cada uno de nuestros afiliados. Y eso es súper importante, porque también develamos una artimaña que Falabella quería imponer en nuestra tienda: un sindicato pro empresa, lo que significa beneficios para algunos a costa de muchos.
Hace muy pocos días pues acaban de terminar el primer proceso de negociación colectiva…. ¿Cómo describirías el proceso, estás satisfecho con lo que lograron?
Fue un proceso duro, pero muy fructífero, sobretodo para un sindicato joven como el de nosotros. Ganamos cosas que antes los trabajadores de la tienda pensaban que jamás obtendrían, por ejemplo, mejores bonos de colación y movilización, un buen bono de término de conflicto y lo más importante: que todos los trabajadores de la tienda seamos iguales, ya que sacamos la cláusula que decía que si hay ganancias sería para “algunos”, ahora es para todos. Desde esa perspectiva, puedo decir que las condiciones laborales y nuestros beneficios son mucho mejores que los de otras tiendas. ¿Falta? Sí, uno siempre quiere más, quiere todo de inmediato, pero hay que ir escalón por escalón. Insisto, conseguimos más cosas en un corto tiempo a diferencia de otras tiendas, que llevan mucho más tiempo peleando sus por mejoras laborales.
Pero lo más importante, es que salimos fortalecidos, pues sentamos las bases para lo que será el futuro de nuestra organización. Somos un sindicato que seguirá y seguirá sumando gente.
Tu mismo calificas al sindicato que presides como una organización joven, de hecho la organización tiene sólo un año de vida, y que tu experiencia como sindicalista se basa nada más que en la injusticia laboral que ves a diario. En ese sentido ¿cómo se asesoraron para afianzar confianzas entre los socios y lograr una buena negociación colectiva?
Efectivamente de sindicalismo conocía muy poco, en el sentido de cómo llevar una buena negociación, de cómo enfrentarse a los patrones, de cómo transmitir confianza en los socios y que más personas se unieran a nuestra organización, entre otros. En ese sentido la asesoría de Cetra fue fundamental. Primero nos enseñaron a mirar todo el proceso de manera estratégica, de largo plazo y no dejarnos llevar por el ímpetu del momento, de querer todo “ahora, ya”. Fundamental fue también la mirada que nos entregaron nuestros asesores respecto de que debíamos constituirnos como un sindicato local, es decir, solo de Falabella Arauco Maipú y negociar directamente con la empresa respecto de las necesidades particulares que teníamos como trabajadores de esta tienda. Esa fórmula nos permite tener hoy mejores condiciones laborales que otros establecimientos de Falabella. A su vez, esta forma de constituirnos, nos permite ser más cercanos a nuestros socios, ya que el dirigente es un par, que conoce insitu las problemáticas, en este caso, de Falabella Arauco Maipú, que no viene de otro lado y eso hace que más gente se vaya sumando a nuestra organización.
En resumen, Cetra nos ha dado las herramientas necesarias para poder triunfar en el difícil camino del sindicalismo y obtención de más y mejores derechos laborales.
Oscar, ¿qué le diría a usted a otros trabajadores del retail, desde su perspectiva como dirigente sindical?
Básicamente, que peleen por sus derechos. El sector del retail es muy perverso con sus trabajadores y se aprovechan de la gente que necesita tener ingresos para mantener a sus familias. No hay que tener miedo al empresariado, te lo digo como presidente de uno de los sindicatos, a mi juicio, que está haciendo historia en Falabella. Pararse frente a los gerentes y negociadores de la empresa, uno de los holdings más grandes de Chile, no es fácil, pero si uno está seguro de lo que quiere, de lo que te corresponde como trabajador, se pueden conseguir grandes avances.
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