Por Cristian Cuevas/ Agregado Laboral de la Embajada de Chile en España
Quiero enviarles un afectuoso saludo acompañado de una necesaria reflexión de fin de año. Saludo en primer lugar a las mujeres y hombres de trabajo que se organizan y luchan por sus derechos apoyando las esperadas e ineludibles Reformas Laborales en el Chile de hoy.
Bienvenidas Reformas Laborales que no son un consentimiento a los trabajadores y trabajadoras sino la expresión de justicia a sus legítimas e históricas demandas, muchas de las cuales fueron despojadas en tiempos de dictadura militar y que ahora, desde el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, se han incorporado como parte de los ejes principales de las transformaciones sociales que se implementarán durante los próximos tiempos.
La mayoría en Chile, es decir; trabajadores, trabajadoras y sus diversas formas de familias, esperamos que estas Reformas Laborales restituyan los derechos quebrantados en otros tiempos, siendo el propio Estado de Chile, a través de la ratificación de Convenios Internacionales en la OIT, el garante en su implementación y cumplimiento. Hablamos de Reformas Laborales que luego del necesario y legítimo debate político, público y parlamentario, deberán fortalecer a las organizaciones de trabajadores y trabajadoras permitiendo emparejar la cancha de las relaciones laborales a través de la Negociación Colectiva, primer paso para disminuir las brechas de las desigualdades sociales. Esto lo planteo ?y pienso- desde la experiencia sindical vivida al calor de organizar a los trabajadores de distintos rubros, más allá del vinculado al mundo de la minería. La experiencia sindical nos indica que movilizados desde las propias construcciones sindicales, ocupando las vías de la institucionalidad así como también corriendo el margen de lo posible -cuando es necesario y legítimo-, podemos lograr acuerdos colectivos construidos en base a la disposición al diálogo y al entendimiento social, político y cultural.
En más de cien años de lucha política, social y sindical de los trabajadores en Chile hemos tenido altos costos de vidas humanas, destrucción de la organización sindical y eliminación de muchos avances en derechos de los trabajadores y trabajadoras. Hoy podemos decir que se abren nuevos caminos con una Reforma Laboral que permitirá cambios en el mundo del trabajo y a partir de este proceso colectivo debemos construir cimientos de una Nueva Institucionalidad Laboral, sobre la base de Derechos Colectivos y Universales. Del mismo modo e incorporando siempre miradas críticas y académicas, deberemos estar atentos a los rechazos, negaciones de derechos y utilización de instrumentos comunicacionales que buscarán poner prohibiciones a las justas y legítimas Reformas Laborales que impulsa el Gobierno de Chile, transformaciones que inundan de esperanzas a millones de trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
Somos mayoría y como mayoría social, política y cultural debemos dialogar a través de nuestros representantes, acompañados de equipos que tengan legitimidad ética y social para estar en las mesas de la siempre necesaria negociación política, pronunciando ahí nuestras voces y defendiendo las aspiraciones más sentidas de los trabajadores y trabajadoras de Chile.
Al concluir este 2014 les invito a redoblar nuestros esfuerzos y esperanzas. Les invito a nunca decaer, buscando los caminos necesarios que permitan fortalecer las organizaciones sindicales, sociales y culturales, generando convergencias en lo político y social para que se impulsen e implementen las políticas justas para las mayorías.
Deseo que en 2015 un aire fresco inunde al mundo social y político del cual somos y seremos siempre parte desde los distintos frentes de lucha. Ahí, desde nuestros diversos quehaceres, debemos promover los cambios aportando propuestas e ideas al debate democrático por una Nueva Constitución en Chile, construyendo el Poder Constituyente. Esto dependerá de nuestra capacidad de cohesión, movilización, audacia y convergencias políticas y sociales transversales que apuesten a construir esta Nueva Constitución vía Asamblea Constituyente. Debemos ir a la mayoría para que esta se sienta interpretada por quienes queremos construir acuerdos democráticos donde todos seamos representados e interpretados. La invitación es recorrer y reconocer nuestro Chile para que seamos un aporte que incida en la construcción de una nueva Constitución que emerge legítima desde el pueblo, validando así una madura y robusta democracia post dictadura.
Un saludo a todos y todas para el 2015. Que el Chile del 2015 avancemos en más derechos para las mujeres, las diversidades sociales, culturales y sexuales, erradicando la violencia machista y de género en todos sus frentes. Que este 2015 el movimiento por la Diversidad Sexual conquiste más derechos y amplios espacios. Que sean respetados nuestros Pueblos Originarios y sus territorios. Que todos y todas aprendamos a convivir en un medio ambiente saludable, amigable e integrado.
Que se venga con todo el 2015 porque siempre estaremos juntos por el sendero de las transformaciones sociales. Hoy, desde otras latitudes, abrimos y seguiremos abriendo puertas a nuestros compatriotas dispersos por el mundo, caminando junto a ellos, ellas, escuchando y aprendiendo de las luchas de nuestros y otros pueblos que resisten los embates del neoliberalismo reinante. Porque como señalará nuestra querida e inolvidable compañera Gladys Marín Millie: “En un dirigente, la actuación tiene que estar siempre muy ligada a la gente, no hay otro camino, si no nos vamos a equivocar cien mil veces, porque no podríamos saber todas las cosas nosotros, la gente nos está enseñando todos los días, es un aprendizaje de todos los días”.
¡Hoy, todos los días y por siempre, un abrazo 2015!
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