El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de mujeres que han jugado un papel clave en la historia de sus países y sus comunidades. Es un día para conmemorar la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad con los hombres en todos los planos de la vida. Y son varios los hitos que marcan este día: un levantamiento de mujeres rusas, la ocupación de una fábrica por parte de trabajadoras neoyorkinas que murieron quemadas por su atrevimiento y una conferencia internacional de mujeres en Dinamarca.
Naciones Unidas impulsó celebrar el 8 de Marzo a partir de 1975, Año Internacional de la Mujer. Desde entonces hasta ahora, muchos países instituyeron la fecha como Día Nacional de la Mujer, Chile incluido a partir de 1998.
Este 2015, ONU Mujeres instauró el lema «Empoderando a las Mujeres, Empoderando a la Humanidad: ¡Imagínalo!», que recrea un mundo en el que cada mujer y cada niña puede tomar sus decisiones, tales como participar en política, educarse, vivir sin violencia ni discriminación, y disponer sobre su sexualidad y su maternidad.
La Realidad del Género en Chile
Respecto de inequidades de género , existe importante evidencia en Chile. Aunque las mujeres constituyen la columna vertebral de las sociedades ,pocas veces se ven representadas en los puestos ejecutivos o de gestión, su participación suele concentrarse en los empleos con sueldos bajos y donde están expuestas a mayores riesgos ocupacionales.
Además presentan mayor prevalencia de algunos factores de riesgo como sedentarismo, obesidad, estrés, insomnio y menor tiempo para descanso y recreación. Desde la perspectiva de la carga de enfermedad, medida a través de muertes prematuras y discapacidad, las mujeres pierden 3,5 veces más AVISA (Años de Vida Saludable Perdidos por Muerte Prematura y Discapacidad) por enfermedades endocrinas que los hombres, 2,5 veces más AVISA por deficiencias nutricionales y 2 veces más AVISA por enfermedades genitourinarias (Estrategia Nacional de Salud, ENS 2011-2020).
Por otra parte, en mujeres de todas las edades, dentro de las primeras cinco causas de carga de enfermedad figuran los trastornos ansiosos y las agresiones. El 35,7% de las mujeres ha sido víctima de violencia doméstica o intrafamiliar en su vida (Ministerio del Interior, 2014) y durante 2014 hubo 40 mujeres muertas por sus parejas o ex parejas (Femicidios, Sernam).
A lo anterior, se suma la desigualdad de sueldos según género. Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas indican que no importa si un hombre y una mujer tienen el mismo cargo y estudios, en nuestro país ambos tienen salarios diferentes. La última Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos (NESI) estableció que mientras mayor sea el nivel académico de una mujer, más se incrementa la diferencia de salario respecto a un hombre que tenga sus mismos estudios. Por ejemplo, el promedio de sueldo total de las mujeres chilenas es de $354.681, mientras que de los hombres es de $531.034.
Así, aunque las mujeres viven más que los hombres, esos años suplementarios no siempre se acompañan de buena vida. Hay mucha discriminación, violencia y pobreza . Vivir más no siempre significa vivir bien, sino se proveen las herramientas para que las mujeres se desarrollen plenamente durante todo su ciclo vital.
A pesar de lo desolador de las cifras hay que reconocer que a lo largo de la historia hay avances en materia de género: las mujeres tienen derecho a voto, a ocupar cargos públicos y a estudiar según sus vocaciones; pero las brechas que aún persisten son numerosas y profundas. Por ello es necesario que los gobiernos apuesten por políticas de igualdad de forma real y tengan en cuenta el género como elemento transversal en el desarrollo de todas las políticas públicas, así como en las propuestas legislativas. Para que ello suceda, debe incorporarse a la mujer en un rol activo desde su génesis hasta la implementación para asegurar así una real participación.
Desde CETRA celebramos a las mujeres y con especial énfasis a aquellas dirigentas sindicales, que día a día luchan para cambiar la inequidad que existe entre hombres y mujeres, que trabajan para cambiar la discriminación a nivel salarial, de jubilación, de salud. Las invitamos a seguir en este camino que hará de Chile un país de igualdad.
Un saludo fraterno.
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