La Federación Nacional de Profesionales de los Servicios de Salud, Fenpruss, manifiestó su más enérgico rechazo a la conducta de un médico del Hospital de Calama, quien tras atender a una mujer que consultó de urgencia, la denunció a la fuerza pública por considerar que dicha persona intentó un aborto inducido.
Según indicó la directiva del organismo, «la sociedad chilena se encuentra debatiendo sobre la despenalización del aborto, vergonzosa situación que data desde los tiempos de dictadura y que nos instala entre los únicos cinco países que penalizan la interrupción del embarazo a todo evento. Fenpruss adhiere a dicho debate, proponiendo reconocer y valorar los innumerables informes internacionales que piden a Chile despenalizar el aborto en, al menos, ciertas circunstancias y evitar la criminalización de las mujeres que deciden interrumpir su embarazo».
La decisión de este facultativo, junto con vulnerar los derechos fundamentales de la mujer, vulnera lo señalado en el ORD. 1675 de 2009, que explicita el rol del personal de salud frente a las mujeres que abortan, y señala que las confesiones extraídas en ese contexto podrían constituir tortura. De la misma forma, enfatiza la importancia de la confidencialidad en el momento de la atención.
Junto con una injusta criminalización, esta decisión, indica Fenpruss, «expone a las mujeres a no querer consultar frente a eventuales complicaciones y a sufrir consecuencias graves, incluso a morir»
Por último la organización de trabajadores de salud llamó a los equipos de salud a informarse con respecto a este tema y colocar el respeto a los derechos humanos como un principio no transable. » Nuestro rol es fundamentalmente el de agentes de salud y debemos promover el respeto a las decisiones reproductivas de nuestras usuarias, evitando a todo evento la criminalización», señalaron desde FENPRUSS.
Denos su opinión