La instancia liderada por la ministra Maisa Rojas votará el miércoles 18 de enero las reclamaciones ingresadas en contra del proyecto de Andes Iron. La decisión sobre esta trama político-ambiental-empresarial, marcada por nombres como los de Carlos Alberto Delano y Sebastián Piñera, se tomará teniendo a la vista los reparos expresados en los informes técnicos de entidades estatales por su impacto en el ecosistema del Archipiélago de Humboldt.
Dominga vive un momento decisivo. El miércoles 18 de enero el megaproyecto minero-portuario que amenaza la riqueza natural del norte de Chile será revisado y votado por el Comité de Ministros, una instancia que ya le dio su negativa en 2017 durante el gobierno de Michelle Bachelet.
La fecha agendada por el Comité de Ministros -y a la que tuvo acceso a El Desconcierto– es un capítulo crucial de esta teleserie político-ambiental-empresarial que comenzó en 2013 cuando Andes Iron, sociedad controlada por la familia de Carlos Alberto Délano -amigo del expresidente Sebastián Piñera- ingresara el Estudio de Impacto Ambiental al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
En 2017, el Comité de Ministros de la época rechazó el proyecto -lo que provocó un terremoto político en el gabinete de Bachelet, gatillando las renuncias de los ministros Rodrigo Valdés y Luis Felipe Céspedes.
Pero la decisión fue anulada por el Tribunal Ambiental, y ratificada en la Corte Suprema
Con esto, la suerte del polémico megaproyecto ubicado en la comuna de La Higuera vuelve a la instancia que ahora preside la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, y que también integran los ministros de Salud, Ximena Aguilera; de Economía, Nicolás Grau; de Agricultura, Esteban Valenzuela; de Energía, Diego Pardow; y de Minería, Marcela Hernando.
Para tomar su decisión, los ministros tendrán a la vista los reparos expresados en los informes técnicos de los ministerios de Salud, Medio Ambiente, la Subsecretaría de Pesca, CONAF, la Dirección General de Aguas (DGA) y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
15 mil canchas de fútbol
Dominga es un proyecto minero-portuario de extracción y procesamiento de hierro con cobre como subproducto, y abarca desde la extracción de minerales hasta el embarque de concentrado para comercialización, incluyendo todos los procesos e instalaciones asociadas a este, como dos minas a rajo abierto, un depósito de relaves y un puerto.
Está situado en la Región de Coquimbo y tiene un área de influencia directa total en tierra de más de 11 mil hectáreas, equivalente a la suma de las comunas de Santiago, Providencia, Ñuñoa, Quinta Normal, Estación Central y Recoleta, o de 15 mil canchas de fútbol como las del Estadio Nacional.
Una de las mayores amenazas es que el lugar donde se busca emplazar esta iniciativa fue reconocido como un “Hope Spots” o lugar de esperanza para el océano, por su importancia ecológica mundial y su gran biodiversidad: el Archipiélago de Humboldt.
La Región de Coquimbo tiene la mayor diversidad de plantas vasculares nativas del país. Además, se han catastrado en la zona más de 400 especies de flora -entre endémicas de Chile y nativas- y ha sido identificada como una de las 25 regiones botánicas más importantes de todo el planeta.
De acuerdo con el Reglamento de Clasificación de Especies que pueden ser consideradas por el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), en la zona hay un total de 33 especies clasificadas, aunque el titular del proyecto Dominga incluye solo 15 en sus informes, desconociendo otras 18.
Respecto a la fauna, se han registrado 130 especies de vertebrados nativos, muchos de ellos en categoría de En Peligro. Dentro de las aves, por ejemplo, destaca la presencia del loro Tricahue que tiene un importante sitio de nidificación en el área de influencia del proyecto.
Asimismo, a 30 kilómetros de distancia de Dominga está la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, un lugar único en el mundo que protege distintas especies de fauna con problemas de conservación. Habitan en ese lugar, entre otras especies, el 80% de la población mundial del pingüino de Humboldt, chungungos, yuncos y lobos marinos, mientras varios tipos de ballenas (azul, fin y jorobadas) llegan durante casi todo el año a alimentarse y reproducirse a esa zona, regalando un espectáculo natural a los miles de turistas que visitan de manera frecuente el sector.
Piñera y los Pandora Papers
El megaproyecto es propiedad de Andes Iron, sociedad controlada por la familia de Carlos Alberto Délano -condenado en 2018 en el marco del caso Penta por financiamiento ilegal de la política-, aunque en abril del año pasado se conoció que el grupo podría cambiar de dueños luego de que se alcanzara un principio de acuerdo con un grupo de inversionistas chinos.
Pero en sus inicios hubo otro conocido propietario del proyecto: el expresidente Sebastián Piñera. De hecho, originalmente, la familia Piñera Morel fue la mayor accionista de Dominga.
En 2021, un reportaje de Ciper y LaBot, como parte de un proyecto internacional que dio a conocer millones de documentos conocidos como los Pandora Papers, reveló la operación para sellar la millonaria venta de la participación de los Piñera en Dominga a la familia Délano. La transacción se concretó en diciembre del año 2010, cuando Sebastián Piñera ya había iniciado su primer periodo presidencial.
La venta de la propiedad se realizó en las Islas Vírgenes Británicas y establecía un pago de tres cuotas, reveló el reportaje. El pago de la última cuota por US$9,9 millones dependía de que no cambiaran las condiciones para el desarrollo del futuro proyecto, es decir, que no se creara en el lugar una zona de protección ambiental como un parque nacional o una reserva natural, indicaba la investigación.
Esta decisión, como está establecido, depende del gobierno. En ninguno de sus dos períodos presidenciales, Piñera ordenó la protección del lugar, pese a la presión ambientalista y de la evidencia científica sobre el valor biológico del sector. La tercera cuota se pagó en 2011.
Otro elemento de la trama ocurrió cuando aún no se conocía la participación de Piñera en Dominga, y el entonces mandatario frenó la construcción de la termoeléctrica Barrancones, que también buscaba instalarse en La Higuera.
Luego de que se conociera su participación en el proyecto minero, se abrió una comisión investigadora en su contra en la Cámara de Diputados que concluyó que se puede presumir, al menos, que el ex Presidente “buscó beneficiar a minera Dominga en agosto de 2010, cuando de manera arbitraria y saltándose la institucionalidad ambiental canceló la construcción de la central termoeléctrica Barrancones en la comuna de La Higuera”.
En ese mismo contexto, el entonces diputado Hugo Gutiérrez (PC) presentó una querella en contra de Piñera, de la que el expresidente fue sobreseído. La defensa del ex jefe de Estado argumentó que su participación en Dominga fue por un total de US$5, ya que el resto de la transacción estaba en manos, en un 99,9%, de Inversiones Odisea, reveló Ciper.
Inversiones Odisea es otra sociedad de la familia Piñera Morel, pero conformada mayoritariamente por los cuatro hijos del expresidente. Piñera dejó la sociedad un día antes de asumir su primer mandato.
Últimos antecedentes y afectación a cetáceos
Antes de que terminara el 2022, diversos servicios públicos entregaron al Comité de Ministros informes negativos en relación al proyecto minero portuario Dominga. Algunos de ellos son los elaborados por las áreas técnicas de los ministerios de Salud, Medio Ambiente, subsecretaría de Pesca, Conaf, Dirección General de Aguas (DGA) y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
Entre las observaciones de los distintos servicios, se señalan las carencias en la información presentada que impiden evaluar los impactos del proyecto ya que la línea de base del estudio se realizó hace 10 años, cuando las condiciones del lugar y las normas ambientales eran diferentes. En el caso de la subsecretaría de Salud, por ejemplo, apuntaron a que las normas de emisiones atmosféricas utilizadas para evaluar el proyecto ya no están vigentes.
Desde Conaf consideraron que la evaluación no considera los impactos sinérgicos y acumulativos que podría tener el proyecto Dominga y el proyecto Cruz Grande de la empresa CAP a instalarse en la misma zona. El SAG, por su parte, declaró insuficientes las medidas de mitigación que se proponen ante la posible afectación a la fauna marina, y manifestaron preocupación por el riesgo de introducir especies exóticas invasoras en la reserva Pingüino de Humboldt.
Según declara la directora de la ONG Oceana, Lisbeth Van Der Meer, los informes técnicos confirman la preocupación que han manifestado representantes de la comunidad científica de Chile y del extranjero sobre los impactos de megaproyecto en una zona que es considerada de las más ricas del mundo en cuanto a biodiversidad.
En la otra vereda, al conocer los informes negativos recibidos por el Comité de Ministros, el alcalde de La Higuera, Yerko Galleguillos, presentó en el Ministerio de Hacienda una carta a favor del proyecto, donde cuestionó los posibles impactos ambientales y solicitó que los ministros visiten la comuna y escuchen a la comunidad de antes de tomar una decisión.
“Chile no se puede farrear Dominga por el capricho o frivolidad de unos pocos, a quienes simplemente no les interesa el futuro de miles de habitantes de La Higuera”, dice la carta, donde destacó una consulta comunal en que el 96% de los encuestados se inclinó a favor del proyecto.
Sin embargo, en 2019, según un estudio realizado por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Católica del Norte, un 44% de los habitantes de la región de Coquimbo encuestados rechazan el proyecto, mientras que un 33% se manifestó a favor.
Fuente: El Desconcierto