Cinco puntos tiene la minuta titulada “Las trampas de la reforma laboral”, que ha circulado durante los últimos días entre los diputados de Renovación Nacional.
El documento, elaborado por el diputado Nicolás Monckeberg -por encargo del jefe de bancada, Alejandro Santana- detalla en tres páginas lo que a juicio de los parlamentarios son las “trampas” y la “letra chica” que contiene la iniciativa impulsada por La Moneda, y que fue aprobada en la Cámara el pasado 17 de junio, por 67 votos a favor y 43 en contra.
Ahora, la reforma deberá ser discutida por el Senado, en su segundo trámite constitucional.
Y es justamente por eso que, entre hoy y mañana, los diputados de RN tienen contemplado concretar una reunión con el comité de senadores del partido, con el objetivo de hacerles entrega de la minuta.
Según comentan en la bancada, el objetivo es alertar a los senadores sobre las “falencias” que tiene la reforma, de modo que puedan ingresar indicaciones que permitan modificar el proyecto.
“Hacemos un llamado a todos los senadores de la Alianza, pero especialmente a los de nuestro partido, a que eliminemos toda la letra chica del proyecto del gobierno. Si esta reforma se aprueba tal como salió de la Cámara, le va a causar un daño gigantesco a miles de trabajadores de pequeñas y medianas empresas”, afirma Monckeberg, quien además es integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara.
En la bancada señalan que buscan evitar que se repita un escenario similar a lo que ocurrió el año pasado con la tramitación de la reforma tributaria. En ese entonces, pese a que los diputados opositores rechazaron el proyecto en la Cámara, los senadores llegaron a un protocolo de acuerdo con el oficialismo, que permitió destrabar su tramitación.
Dicho acuerdo desató la molestia de varios diputados de RN, que insistían en que el proyecto seguía siendo perjudicial para la economía.
Los puntos críticos
“El proyecto tiene una decena de trampas que hace que muchas normas, que aparentemente son inofensivas, terminen perjudicando a los trabajadores y a las pymes”, dice Monckeberg.
Así, según la minuta, entre las normas que plantea la reforma hay algunas que establecen que, por ejemplo, un sindicato le pueda “ocultar” al empleador el número real de afiliados, o que incluso pueda afiliar “en secreto” a más trabajadores con el objetivo de “engrosar” sus listas ante una eventual huelga.
Otra norma -señala el documento- abre la puerta a una “negociación simultánea”, en la que un grupo de trabajadores puedan desconocer acuerdos a los que se habían llegado con el empleador, y de este modo obligarlo a enfrentar una nueva negociación en un lapso muy corto de tiempo; algo que, según el texto, perjudicaría principalmente a las pymes.
Finalmente, la minuta también cuestiona el hecho de que los sindicatos puedan oponerse a extender beneficios a trabajadores no sindicalizados. Algo que, a juicio de la bancada RN, crea trabajadores “de primera y segunda categoría”.
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