Con la presencia de Pablo Zenteno, Director del Trabajo, Karen Palma, Vicepresidenta de la Mujer e Igualdad de Género y Karen González, Presidenta de la Confederación de Sindicatos del Comercio y Servicios Financieros y Presidenta de Federación Walmart, este miércoles la Dirección del Trabajo lanzó un estudio que aporta evidencia empírica sobre las desigualdades existentes entre hombres y mujeres en relación con el trabajo no remunerado.
La publicación, denominada “Desigualdades de género en el uso del tiempo en parejas trabajadoras. Naturalización y deliberación reflexiva en la distribución del trabajo no remunerado”, no tan sólo constata lo que muestran los datos de los que dispone el país, especialmente a través de encuestas como la de uso del tiempo, sino que indaga en las desigualdades que se producen en la distribución del tiempo de trabajo no remunerado entre miembros de parejas en que ambos cónyuges trabajan.
El estudio fue realizado por Omar Aguilar, especialista en Sociología del Trabajo, Teoría Sociológica y Estructura social y pobreza, y uno de los académicos más destacados en la materia.
En ese sentido da cuenta de cómo las desigualdades no se originan sólo en la vinculación de los hombres a la esfera productiva convencional y la de las mujeres a la esfera no productiva. En los casos estudiados ambos cónyuges están insertos como trabajadoras y trabajadores remunerados en la esfera productiva, pero el tiempo que destinan a trabajo doméstico no remunerado no es igual entre ambos. De ahí que las mujeres, principalmente, se vean expuestas mayormente a esta suerte de doble jornada laboral; una remunerada y otra no remunerada, según señala el estudio.
“Estudios como éste permiten entender la complejidad que enfrenta el país en materia de avances en igualdad de género; por ejemplo, mediante políticas como aquellas que buscan reducir el tiempo de trabajo remunerado para dejar más tiempo a las actividades de ocio. En efecto, una disminución de la jornada de trabajo legal permitiría a las personas poder contar con mayor tiempo de descanso o de ocio. No obstante, la disminución de la jornada laboral no significa necesariamente una disminución automática del tiempo de trabajo, especialmente en el caso de las mujeres porque, como lo muestra este estudio, ellas están sometidas a desigualdades importantes más allá de su condición de mujeres trabajadoras”, destaca Gonzalo Tassara, Jefe Departamento de Estudios Dirección del Trabajo Jefe del Departamento de Estudios Dirección del Trabajo.
“Conocer este fenómeno es un primer paso para avanzar en genuina igualdad de género tanto en el espacio económico como en el espacio familiar. (…) no basta con que se produzcan ajustes o cambios legislativos, si estos no van acompañados de cambios conductuales y culturales. Avanzar en esa dirección es tarea también de un servicio como el nuestro en aras de contribuir a alcanzar equidad entre trabajadores y trabajadora”, puntualiza.
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