Constantes gritos, violencia sicológica, ser aislados de sus compañeros/as y realizar tareas degradantes son parte de las vivencias que relatan a EL DÍNAMO diversas profesionales de la salud, quienes aseguran que trabajar en recintos hospitalarios se ha convertido en una verdadera pesadilla.
Jornadas extenuantes, instituciones extremadamente jerarquizadas y con una fuerte dimensión de poder pueden dar paso al estrés, el maltrato y el acoso laboral dentro del área de la salud, donde estos actos prevalecen por sobre otros campos laborales.
Sin ir más lejos, esta semana el Colegio de Enfermeras denunció el suicidio de una funcionaria en el Hospital de Rengo tras sufrir acoso laboral. En detalle, el gremio sostuvo que Rocío Miranda “enfrentó acoso laboral en su entorno de trabajo, circunstancia que desencadenó esta dolorosa decisión de poner fin a su vida” el pasado 25 de abril.
Tras ello, mediante un comunicado, la asociación recalcó: “Este trágico evento vuelve a resaltar no solo la necesidad de abordar las condiciones laborales en el sector de la salud, sino también la cruda realidad de la sobrecarga laboral, el estrés y los desafíos en la salud mental que enfrentan los profesionales de la salud”.
Este caso se sumó al de Catalina Cayazaya, terapeuta ocupacional quien se habría suicidado tras dar a conocer los malos tratos a los que era sometida durante su internado por sus superiores, razón por la que surgió la campaña Justicia para Catalina.
Otra denuncia grave por acoso laboral y sexual fue interpuesta por profesionales de la salud, apoyados por Fenpruss, en contra de autoridades del Hospital de Maipú, que actualmente se encuentra en proceso de investigación.
Salud mental en la salud: estrés y acoso laboral que enferman
Considerando estas condiciones, en comparación con otros campos laborales, en el ámbito de la salud hay una mayor prevalencia de violencia laboral.
“La evidencia nos ha mostrado que el acoso y el maltrato generan consecuencias importantes en la salud mental de trabajadoras y trabajadores. Hay ciertos grupos, ciertas ocupaciones y ciertas poblaciones laborales que estarían más expuestas a situaciones de violencia laboral que otras. Entre ellos, destacan los profesionales de la salud”, aseguró a EL DÍNAMO Elisa Ansoleaga, directora de Investigación de la Facultad de Psicología de la UDP.
En este contexto, Ansoleaga, quien se encuentra llevando a cabo un estudio en trabajadores de hospitales públicos, destacó datos preocupantes que ha obtenido a través de dicho proyecto.
El trabajo convertido en una pesadilla
Constantes gritos, violencia psicológica, ser aislados de sus compañeros/as, realizar tareas degradantes o que no corresponden son algunas de las situaciones que relatan fuentes contactadas por EL DÍNAMO.
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