Un sondeo de la Fundación Carlos Vial Espantoso arrojó que el envío de mensajes por WhatsApp o llamados telefónicos periódicos por parte de la jefatura fuera del horario laboral, es visto también como un comportamiento que entraría en la categoría de acoso.
Entre los trabajadores y las áreas de gestión de personas de las organizaciones existe consenso respecto a que hay cierta normalización de la violencia laboral, y que en materia de capacitación respecto al acoso aún hay desafíos importantes. Al menos eso es lo que arrojó una encuesta realizada por la Fundación Carlos Vial Espantoso.
En el marco del “Encuentro de Diálogo Ley Karin en marcha: un enfoque práctico”, organizado por la fundación junto a la a Asociación Chilena de Seguridad (Achs), se realizó una encuesta a 230 personas -entre ellos dirigentes sindicales, gerentes y equipos de gestión de personas- para sondear en qué pie están los actores laborales sobre este tema, y los resultados reflejaron que hay tarea pendiente aún, y que efectivamente esta normativa implicará un cambio cultural.
De hecho, un 49,6% de los consultados cree que está normalizada la violencia en el trabajo.
“El buen trato es un desafío compartido. Se trata de cómo todos y todas quienes componemos una organización impulsamos una cultura de buen trato, sin normalizar lo que no puede ser normalizado”, parte destacando Sofía Rivas, directora ejecutiva de la fundación Carlos Vial Espantoso. Para la vocera, ese resultado “da señales de la magnitud del desafío: es necesario cambiar ciertas prácticas que pueden estar normalizadas y que facilitan conductas inaceptables”.
Además, un universo significativo de los consultados ha sido víctima de acoso laboral, particularmente el 28,3%, un 1,7% ha sufrido acoso sexual y un 6,1% ha sufrido ambos.
Consultados respecto a las instancias de capacitación e información sobre el acoso laboral y sexual, el sondeo arrojó que gran parte de las compañías ya tiene terreno ganado en este tema. Sin embargo, hay varías que no han abordado el tema.
En el detalle, un 68,6% de los consultados aseguró que su organización cuenta con éstas instancias. Sin embargo, un 26,6% señaló que no dispone de estas herramientas y un 4,8% dijo no saber si existen o no.
Sobre esto, Rivas destaca que el convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -que es la base de la Ley Karin-, “pone mucha fuerza en que la prevención es la madre de todas las batallas. Dentro de las herramientas para la prevención algunas acciones clave son la formación de líderes laborales, la identificación de riesgos, la capacitación y sensibilización y la creación e internalización de protocolos”.
En esa línea, la ejecutiva agrega que la recomendación de quienes van adelantados en estas materias es “dialogar y no imponer modelos verticales, además de mucha capacitación».
El envío de mensajes por WhatsApp o llamados telefónicos periódicos por parte de la jefatura fuera del horario laboral, es visto también por parte de los consultados como un comportamiento que entraría en la categoría de acoso.
De hecho, un 65,5% de quienes respondieron cree que esto califica como acoso laboral, y solo un 34,5% se mostró en contra de dicha afirmación.
“Quedan días para que entre en vigencia esta nueva legislación. Más allá de la expectación e inquietudes, que se han intensificado ante su pronta entrada en vigencia, es fundamental comprender que el trato respetuoso y libre de violencia no es un reto aislado sino que es un síntoma de relaciones laborales saludables. Desde ahí hay que enfocar los esfuerzos, desde una mirada más amplia que pone en el centro el bienestar de los equipos de trabajo”, cierra Rivas.
Fuente: Diario Financiero