Este miércoles será un día importante para la tramitación del proyecto de Reforma Laboral del Gobierno. Según el senador Andrés Zaldívar (DC), quien ha coordinado la redacción de indicaciones, éstas se introducirán el mismo día en que la Nueva Mayoría realizará un comité político extraordinario en Cerro Castillo para abordar la materia.
Este clima de complejidad al interior del oficialismo se configuró ante la opacidad con que se han negociado las indicaciones al proyecto, sobre todo cuando los sectores más a la izquierda de la Nueva Mayoría -y sus dirigentes en organizaciones como la CUT- afirmaron que lo aprobado en la Cámara de Diputados era un piso mínimo.
La materia más polémica es la efectividad de la huelga. Por eso, para algunos sectores ha sido preocupante la filtración de indicaciones que promueven el reemplazo interno, aunque no con ese nombre necesariamente.
Según el diario La Tercera, la figura a la que se acerca el Senado son las llamadas “adecuaciones necesarias”, que podrían hacer las empresas con trabajadores no sindicalizados.
Para el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, la situación es inaceptable y da cuenta de los intereses defendidos en la Cámara Alta: “El que tiene punto de quiebre acá es el Senado. Durante 25 años ha sido silenciado por una parte importante de la empresa privada y los empresarios han puesto plata en la política y el Parlamento para que las leyes no cambien. No puede ser que ahora el Parlamento pretenda contrabandear, contra la opinión de los diputados y de los dirigentes sindicales, fórmulas de reemplazo interno o de descuelgue. Eso no lo podemos aceptar”, subrayó.
Distintos diputados de la Nueva Mayoría ya manifestaron su rechazo a esta idea, por lo que muy probablemente se llegue a terminar de tramitar la Reforma en una comisión mixta.
Sin embargo, la línea de las enmiendas que se plantearán se acerca al discurso que la oposición ha defendido en el debate parlamentario. Así lo deja entrever el secretario general de RN, Mario Desbordes: “Nos gustaría que nos acerquemos a lo que son las normas OCDE, que sí consideran el reemplazo interno. El mejor ejemplo de lo que va a lograr una huelga sin la posibilidad de ningún tipo de reemplazo está a la vista, es lo que pasó en el Registro Civil, donde tuvieron muchas semanas tomado un servicio sin que se pudiera avanzar un milímetro en la necesidades de la gente que estaba en la calle. Eso, llevado a las empresas, es lo que queremos evitar”, señaló.
El Gobierno y el oficialismo esperan terminar con la discusión de la Reforma en el Senado en lo que queda de diciembre, sin embargo, las indicaciones serán ingresadas el mismo día que el oficialismo se siente a discutir sus diferencias.
Los dirigentes de la CUT por su parte asumen un tenso escenario. Afirman que el empresariado está enervado por no haber podido eliminar la Reforma en la Cámara de Diputados. Aun así, adelantan que si el Gobierno no defiende el piso mínimo sufrirá un quiebre con los trabajadores. De todas formas, La Moneda y la multisindical ya han estado distanciadas en las últimas semanas.
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