No pretendo ser original. Ya existe un movimiento denominado 20-20, que propone transformaciones en Educación. El mismo gran tema que nos hace marchar en las calles junto a los estudiantes. Este tremendo movimiento social alcanzará sin duda algunos de sus objetivos (o al menos parte de ellos). Está pendiente como se financiarán los cambios en Educación. Aunque sólo fueran los US$ 4.000.- que ofreció el gobierno hace un par de semanas (que nadie logró entender cómo se distribuían y en qué plazo). También deben financiarse las reformas en salud (cuyos trabajadores iniciaron negociaciones con el Ministerio hace algunos días), además de los incrementos de gasto que requieren los programas sociales (los nuevos y los que provienen del gobierno de la Presidenta Bachelet, como los previsionales).
La situación entonces es sencilla. Hay que dar paso a una Reforma Tributaria importante. Salvo que la derecha gobernante quiera ser acusada de «romper el chanchito», al agotar los ahorros estatales (ya afectados por la desvalorización del dólar). ¿A qué modificaciones de tributos podemos considerar importante?.
La respuesta surge del título. Que el impuesto a las Empresas suba a 25% y que el IVA (que grava a las personas), baje a 15%, esto es 25-15. Estos números resisten cualquier comparación con los países de la OCDE, con los emergentes (de los cuales disfrutamos siendo parte), de los BRIC (a quienes quisiéramos acompañar y que la sigla fuera BRICCHI), y de los de América Latina (con los que no quisieran vincularse nuestras elites). Pensemos solamente que en 2010 el Impuesto a las Empresas fue en Chile un 5,6 % del PIB y el Impuesto de Primera Categoría alcanzó un 3% del PIB.
Como hay margen, la Reforma podría ser mayor, no obstante nos quedamos con esas cifras por ahora. Tenemos una valiosa razón para asumir esta actitud. No es sólo racionalidad política. Debemos impulsar un poderoso movimiento denominado 25-15. Mi propuesta es que asuma la vocería (nueva copia, esta vez a los estudiantes), quién propuso originalmente el 25-15, se trata de don Felipe Lamarca.
Días atrás en la prensa se indicó que Don Felipe (a quién no tengo el gusto de conocer), habría planteado esta Reforma Tributaria al Senador Chahuán, quién se mostró receptivo. Con esta información, debería incorporarse a la vocería al honorable mencionado y también al Ministro Longueira. El grupo puede ser complementado por otros dirigentes políticos, esta vez de oposición más algunos dirigentes sociales, que tengan mandato de sus bases, para que no ocurran los mismos problemas que se viven en la Confech, producto de estas formas de democracia directa que practican los estudiantes (lo que no es el caso del Colegio de Profesores).
Fuera de bromas. El señor Lamarca ha sido perfectamente coherente en sus críticas a la situación del país y al comportamiento de sus elites. En su libro «Las prisas pasan y las cagadas quedan», se refiere a ello en términos con los ques puede no estarse completamente de acuerdo, pero que no hay duda reflejan el tremendo malestar que hoy vivimos. La desigualdad es criticada con fuerza por el Sr. Lamarca, indicando que entre sus factores de origen estaría una clase social, económica y política que actúa como un club privado, «una trenza». Le cito textualmente; «El desaliento que genera la desigualdad y la noción de un país capturado por los intereses de un pequeño grupo, ciertamente es mayor en tiempos difíciles. Pero la verdad es que desde hace años son muchas las razones, las tensiones y las circunstancias que vienen planteando en Chile la necesidad de introducir rectificaciones profundas en la concentración, tanto en el modelo económico como en la estructura política». Agrega que; «Es evidente que existe una tremenda complicidad entre las elites políticas y económicas para eludir este imperativo y mantener todo igual».
Claro como el agua, ¿no les parece? El ex funcionario público (en tiempos del dictador), ex dirigente gremial (Sofofa) y actual director de empresas (Ripley), no duda respecto de sus apreciaciones. Pareciera que esta coincide con cierta «derecha social», que está en la UDI, en RN y más difícilmente entre los empresarios. Pareciera que también concuerda con sectores de la Concertación, que estarían dispuestos, ahora en la oposición y con una baja violenta en las encuestas, a «escupir sobre lo que adoraron» (el orden económico estrictamente favorable al capital que fueron incapaces de transformar).
Como también los partidos y grupos políticos que se ubican a la izquierda del duopolio estarían contestes, así como el pueblo que marcha y ahora empieza a cacerolear reminiscente y peligrosamente, estamos al otro lado. Quienes seríamos partidarios de un buena Reforma Tributaria (nada de excesiva), constituimos la «inmensa mayoría de los chilenos». Solo falta comprobarlo, pero eso es un detalle. Requerimos entusiasmo y optimismo. La Reforma Tributaria sería la prueba de la blancura para nuestras elites y para tanto líder, de mediano tamaño, que dice coincidir con los intereses populares.
Señor Lamarca, ¡condúzcanos! El Movimiento 25-15 debe nacer ahora. Estoy para lo que mande, «donde sea y cuando sea», como se grita en latitudes caribeñas. Llamo a nuestros compatriotas a seguir mi ejemplo. Que el 25-15 sea una marea más fuerte que un «tusunami» y un «marepoto», al mismo tiempo, que con su potencia ayude a romper la trenza de los que tienen secuestrado Chile.
Carlos Cano
Director Ejecutivo
CETRA
Santiago, Agosto de 2011.
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