Por Carlos Cano B./ Director Ejecutivo Centro de Estudios del Trabajo- CETRA
El Diccionario Chileno consigna que el dicho popular “meter el pico en el ojo” significa intentar engañar a una persona, mentir descaradamente. En otros textos se dice que el origen del refrán está en un cuento rural donde un campesino va a alimentar sus gallinas y un cuervo se confunde entre ellas y le pica el ojo. El cuervo engaña y daña al campesino.
Esto expresaba, respecto de la Reforma Laboral, el numeroso contingente de la Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio asistiendo por primera vez a la “otra marcha” de este Primero de Mayo. Portaban una expresiva “acción de arte” al respecto.
Lo hemos dicho en los últimos 16 meses y en todas las instancias posibles. Con argumentos técnicos y fundamentos políticos. La primera propuesta del gobierno fue débil y representaba francos retrocesos en varias materias. La Cámara de Diputados arregló determinados aspecto y el Senado volvió a introducir ajustes mayores en beneficios de los patrones. En la Comisión Mixta se avanzó levemente en dos asuntos (negociación interempresa y extensión de beneficios), no alcanzando lo establecido en la Cámara de Diputados e introduciendo nuevas concesiones a los empresarios sin que, por ejemplo, se percataran o fingieran no percatarse diputados-senadores-dirigentes y expertos CUT, que la extensión de beneficios a los futuros socios de los sindicatos que negocien debería ser aprobado por la contraparte en el texto del instrumento colectivo. Algo que hoy está vigente pero que se prohibirá gracias al TC.
Con el acuerdo del Tribunal Constitucional se cumple un “fallo anunciado”. Nadie puede sorprenderse con lo ocurrido. Se ha repetido hasta el cansancio que el TC es un órgano contra mayoritario, entonces… ¿Por qué autoridades, parlamentarios, y dirigentes sindicales involucrados en las negociaciones no anticiparon este escenario? ¿No se percataron que todas sus concesiones a los empresarios y a sus “representantes internos” en la NM como los cinco DC y los tres PPD, son “inversiones a lo Chang”, que terminaran en pérdidas?
Nunca nos gustó el débil y en aspectos regresivo proyecto de reforma laboral. Tampoco nos gustó la alharaca de ciertas autoridades y legisladores que inventaron la “cuarta reforma” que no era tal en el programa de gobierno. Tampoco nos agradan los titubeos actuales sobre el rumbo a seguir y tememos que sus resultados finales alteren negativamente más aún la actual asimetría capital-trabajo que la reforma prometió mejorar. Hoy no hay tal nivelación de la cancha con la ley aprobada antes de llegar al TC. Se empeora con el fallo del TC. El veto presidencial es insuficiente para corregir y la ley corta será un nuevo escenario de presiones y negociaciones en que el campo popular no tiene ni poder suficiente, ni el componente del poder llamado “libertad de acción”. La CUT y los “partidos populares”, antes llamados obreros, ni se autocritican ni al menos informan con claridad de las consecuencias de sus actos. Son cómplices de “meterle el pico en el ojo a los trabajadores”. Lo siento, sé que la expresión es fea, pero quiero recordar que hay formas mucho más duras para tipificar lo que está ocurriendo.
Un elemento adicional sobre la marcha paralela en que esta vez participé junto a mis hijos menores. Vimos el momento exacto en que en un encuentro de oficiales a cargo de tres columnas de vehículos y personal se resolvió iniciar una carga represiva sin provocación alguna. Diez minutos antes tres encapuchados atacaron un pequeño negocio a la vista de carabineros, sin que estos alteraran su tranquilidad. ¿Hubo órdenes especificas o carabineros tiene una suerte de brújula política que les ordena atacar por la izquierda”
Para cerrar. Este domingo Megavisión y Ciudadano Inteligente evaluaron las promesas presidenciales del 21 de mayo 2015 y en el tema de Trabajo fuimos entrevistados sobre la Reforma Laboral. Dijimos dos cosas. Que la Nueva Mayoría como alianza política fue incapaz de honrar la oferta presidencial y que el resultado es una ley que dañará a los sindicatos y a los trabajadores, aún antes del fallo del TC, y que ojalá el proyecto nunca se hubiera presentado.
Denos su opinión