En un período de 30 meses, han perdido a más de 20 sindicalizadas por actitudes antisindicales de la empresa. Ahora, ad portas de una nueva negociación, el trabajadores de Leonisa esperan que la empresa respete los acuerdos.
“Esta será nuestra segunda negociación. Hay un sindicato que es de la empresa y el nuestro, pero lamentablemente siempre hemos tenido problemas con ellos”, con estas palabras analiza Loreto Zamorano, presidenta del sindicato, el último período que han vivido con la empresa colombiana Leonisa, marca de ropa interior femenina.
Los problemas comenzaron hace varios meses cuando algunas de las sindicalizadas eran hostigadas por las jefaturas. Las trabajadoras fueron siendo desvinculadas si es que se adherían al sindicato, que poco podía realizar ante la poca voluntad de la empresa.
“Cuando partimos éramos 65, pero ahora quedamos 39 trabajadores. La diferencia de ellas fue despedida por pertenecer al sindicato, en muchos casos nos enterábamos después de dos meses”, explica Zamorano, quien durante las próximas semanas deberá liderar las negociaciones con la marca extranjera.
El 19 de junio comenzará la negociación con la empresa, en donde la presidenta espera “solucionar los puntos de conflictos, negociar y ver qué pasará”.
Desde la directiva añade que “las veces que íbamos a visitar a nuestras miembros había problemas. Todas tenían mucho miedo, muchas se bajaron por culpa de la empresa, e incluso, hubo algunas que fueron desvinculadas por adherirse a nuestro sindicato. Además, hay otro sindicato que es pro empresa que tiene lista una negociación con ellos. No habrá una mesa negociadora, aceptarán lo que diga la empresa”.
Entre las prácticas antisindicales que han sido la tónica de la empresa, Zamorano acota que “a una dirigente de Valdivia la quisieron despedir cuando estaban haciendo una remodelación en la sección de corsetería en Falabella. Llegó el gerente con el finiquito en las manos, exigiéndole que renunciar al sindicato para echarla”.
Además “Nosotros no tenemos horas sindicales. Si usamos nuestras seis horas nos restan dinero de nuestro sueldo, no podemos viajar a visitar a nuestras afiliadas por todo el país. Por todos lados nos están atacando, nos ponen en contra de nuestras compañeras, ellos quieren matar el sindicato. Si en Colombia no existe el sindicalismo no es nuestro problema, acá hay voz y se debe escucharnos”.
Finalmente, la mandamás apuntó que “pese a todo continuaremos con nuestra lucha, veremos qué pasará con las denuncias impuestas en la Inspección y saber qué sucederá en la negociación”.
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