Posterior al fallo de la Dirección del Trabajo que da rienda suelta a los empresarios para despedir en medio de la crisis sanitaria del COVID-19, son diversos los trabajadores que acusan condiciones deplorables de salud y seguridad, así como temor e incertidumbre por los anuncios de despidos que comienzan a resonar cada vez más desde los anuncios de los empresarios.
Es así como según los resultados de la última encuesta realizada por la Asociación Chilena de Seguridad se detalla que el 83% de los encuestados afirma sentirse estresado y/o ansioso, seguido por un 46% que acusa una carga excesiva de trabajo, así como falta de motivación (36%). En cuanto al temor de la pérdida de empleo, un 28% afirma que teme perder su fuente de ingresos.
La situación no podría ser de otra forma. Diversos analistas pronostican que Chile puede ver una caída económica que no se veía desde la crisis de 1982-1983. Todo esto mientras la CUT no ha llamado a realizar la paralización a través de la huelga de los sectores no esenciales de trabajo para evitar la exposición al virus de los trabajadores y sus familias.
En base a esto, los despidos deben prohibirse. Se deben establecer licencias laborales masivas para todos los trabajos no esenciales, así como establecer las máximas condiciones sanitarias y de seguridad para los sectores estratégicos y esenciales.