En medio de la discusión sobre el retiro del 10% de las AFP, lo cual fue una derrota para el gobierno y la derecha, las empresas siguen haciendo de las suyas. Esta vez, para denunciar que nuevos trabajadores se suman a las cifras de desempleados, que con cifras de 11,6%, llega a lo más alto en 16 años.
La trabajadora nos cuenta que “se implementaron medidas, pero en general estas han sido completamente ineficientes y artesanales, por ejemplo, pusieron diferentes horarios para ducharse, pero en el bus vamos todos juntos sentados al lado del otro, la jefatura todos los días dice que los contagios han bajado. Pero después de eso nada más, como en algún momento estuvieron muchos compañeros fuera de la empresa aumentó la sobrecarga laboral en las líneas de producción, seguimos trabajando los feriados, los sábados en la noche o los domingos, días que deberían ser libres en el trabajo”.
“Pusieron una cámara que te mide la temperatura al entrar a la fábrica, a quien le sale temperatura alta le implementan el test rápido, cuando este sale negativo te mandan para adentro, pero cuando sale positivo ha habido un par de compañeros que los mandan para la casa con goce de sueldo pero les dicen que no vayan al médico, ellos no fueron a la ACHS ni a algún particular, y eso ha traído problemas, porque les pasan las hojas y salen con días con fallas, y nadie les responde por esos días. Yo creo que esto lo hacen porque como la empresa era un foco de contagio, en la ACHS quedaría registro, después hay algunos que los mandan para la casa y les dicen que no vayan a la ACHS, para que no quede registro y que el contagio cuente como que te lo pegaste en otro lado”. Medidas totalmente irregulares e ilegales, que asegura están determinadas por órdenes de las gerencias y jefaturas.
Así, continúa “hace como una semana empezaron a despedir a cuenta gota en la fábrica, un día llamaron a un cabro al final del turno a la oficina, y después por whatsapp nos enteramos de que lo habían echado, ya tenían listo el reemplazo y todo, y eso que lo echaron por el artículo 161, que es el de necesidades de la empresa ¿Qué necesidades? Si Ideal es esencial, y las ventas no han bajado, los súper no han cerrado y se siguen vendiendo los productos Marinela, yo no sé cuántos son, porque la empresa es grande y somos varios turnos, pero sé que ha habido más por ejemplo en el turno de noche, y siguen contratando a compañeros de empresas externas. La jefatura le ha dicho a la gente, con la que se lleva bien, que “están bajando las ventas, que se vienen despidos”. Hay harta indignación pero también temor, como no son despidos masivos todos los días estás con la incertidumbre, de que te echen al final del turno, y es fome porque te echan como un ladrón, te acompañan a los casilleros y de ahí a la puerta, todo para que no alcancemos a hablar ni comentar con nadie”.
Consultados sobre la organización de los trabajadores al interior del gigante Osito Ideal, a lo que nos respondió “los dirigentes sindicales no han dicho nada, la nula acción de ellos, permite que lo que se haga sentir es miedo, ellos nos deberían defender, pero en realidad se pasean por la fábrica, porque se nos viene la negociación colectiva y hablan con la gente nueva, y esto hace un par de semanas, porque en general ni entran a las líneas de producción, se quedan en su oficina que está fuera de la fábrica. Desde el año pasado no tengo noción de que se haya hecho asamblea, en lo que va de la pandemia ni siquiera una reunión y sólo sacaron un comunicado por un cambio de buses por el toque de queda”.
Y continúa “en la negociación colectiva de hace 4 años echaron a casi 100 trabajadores, y los dirigentes tampoco dijeron nada, pero ahora estamos en plena pandemia y siguen guardando silencio. Parecen voceros de la gerencia. Yo no estoy de acuerdo con que echen a trabajadores en plena pandemia, la situación en el país ha sido muy difícil para nosotros los trabajadores, y te dejan sin sustento a ti y tu familia y aunque te echen con todo tu finiquito, están las deudas y no sabes cuándo encontrarás trabajo”.
Se pone en evidencia, la urgencia de un paro nacional para pelear por el fin a los despidos, el pago íntegro del salario a los y las trabajadoras suspendidas, un salario de emergencia de $500.000, se evidencia la necesidad de crear comités de seguridad e higiene al interior de nuestros lugares de trabajo, independientes de los patrones y de los sindicatos, pero también se evidencia la necesidad de ir por más y echar abajo las AFP.